Carlos*, Mery* y Jorge* fueron menores de diferentes edades y que provenían de distintas familias, pero a los tres los unió la desgracia llevándolos a la muerte.
Sus padres y padrastros son los principales sospechosos o culpables de estos hechos.
A Carlos lo asfixiaron. Ocurrió el 28 de octubre de 2018, en las calles Eloy Alfaro y Lizardo Ruiz de Ambato.
Después del trabajo, la madre de la víctima llegó a su hogar en compañía del hoy sentenciado, quien era su pareja sentimental, y encontró al adolescente de 13 años sin vida en el piso de su habitación, con una bufanda alrededor de su cuello. De inmediato llamó al ECU 911 para pedir ayuda.
La autopsia determinó que la víctima no tenía señales de suicidio, además, presentaba golpes y huellas de violaciones reiteradas.
Una carta dirigida a la institución donde estudiaba y su abuela como testigo del maltrato fueron las alertas que dejó el menor como constancia de que su padrastro lo maltrataba. El agresor cumple una condena de 34 años de cárcel.
EL DATO En el caso de ser escolares, el Ministerio de Educación tiene la responsabilidad de denunciar y dar seguimiento.
Asesinan a niña de 3 años
Mery tenía 3 años, el jueves 23 de abril de 2020 llegó al hospital sin signos vitales. Al hacer un examen visual de la niña se comprobó que tenía golpes, laceraciones y excoriaciones en las orejas, el cuello y la cabeza.
Al hablar con la madre de la menor manifestó que los hematomas eran producto de una caída que la niña habría sufrido en el baño días atrás.
Luego la madre y el padrastro de la menor fueron detenidos, y se confirmó que la niña era víctima de constantes maltratos y de violencia intrafamiliar, y en la autopsia se determinó que se trató de un asesinato. Ahora el padrastro cumple una condena de 22 años por su muerte.
Medidas de protección para un menor maltratado
- Amonestación a los padres o círculo cercano
- Boleta de Auxilio
- Orden de Alejamiento
- Botón de pánico
- Custodia Temporal
- Institucionalización de niños y niñas (casa hogar)
Asesinado a golpes
Jorgito habría sido asesinado a golpes por su madre, Mayra Alexandra T., de 20 años y su padrastro, David Antonio R., de 31 años, que fueron detenidos para investigaciones.
Él era un niño maltratado, sufría abusos físicos y psicológicos. Su abuela materna dijo a la Policía que el año anterior puso una denuncia en contra de su hija y su pareja.
Este hecho se dio el 5 de junio de 2021 en el sector de Huachi La Magdalena.
Estas son las historias con finales fatales, donde el maltrato intrafamiliar era constante y evidente, y donde padres y autoridades conocieron los hechos, pero los casos se les salió de las manos.
Según una encuesta de 2019 de Unicef y el Observatorio Social del Ecuador, el 47% de los niños y adolescentes todavía son violentados por sus padres.
CIFRA: 320 casos se denunciaron de enero a mayo en la Junta Cantonal de Derechos.
Violencia en aumento
Según el psicólogo Javier Escobar, una persona que es maltratador seguramente fue violentado en su niñez,
es decir hay un círculo vicioso que si no sana, termina en la disfunción de una sociedad.
Dentro del entorno familiar con violencia se observa episodios de frustración, dolor, injusticia que son transformados en golpes, insultos e indiferencia.
Un niño que es agredido en su autoestima, su sicología y su físico, será un potencial maltratador cuando sea un adulto.
Cuando está en un entorno de violencia intrafamiliar eso le parecerá normal, inclusive llegará a sentirse culpable del maltrato que recibe, afirmó el especialista.
Los factores que inciden
Para la socióloga Marilyn Pombosa, el sistema somos todos y el maltrato que recibe un niño tiene mucho que ver con factores sicológicos, económicos y de educación que rodean su entorno.
Los padres que no tienen un conocimiento de lo que significa traer un hijo al mundo y sus etapas de desarrollo, cimientan su formación en el miedo y la violencia.
El afecto es mínimo porque creen que no es prioritario para la crianza de los niños, y priorizan la disciplina con métodos drásticos, que podrían llevar a desenlaces fatales.
La violencia intrafamiliar debe ser tratada con especialistas, de lo contrario se va a perpetuar por generaciones.
Obligación de denunciar Ante una denuncia de maltrato infantil o en adolescentes, se indica que: “toda persona que conozca de un caso de vulneración de derechos (físico, psicológico, sexual), tiene la obligación de poner en conocimiento a la autoridad competente (Juntas Cantonales de Protección de Derechos, Tenencias Políticas, Jefaturas Políticas, etc.)”, según el Código de la Niñez y Adolescencia, Art. 17
Seguimiento
Según Eden Viteri, jefe de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), el seguimiento a los casos de maltrato se hace en cuanto se presenta la denuncia, ya sea por un familiar o alguien cercano a la víctima.
Seguidamente se realizan las investigaciones para corroborar que el niño está en riesgo.
Esta denuncia una vez verificada es notificada a la Junta Cantonal donde se puede determinar las medidas de protección que requiera el menor afectado.
Sin embargo, en muchos casos no hay denuncias por temor o indiferencia y el menor maltratado queda en el anonimato.
Trabajo coordinado
Para Cecilia Chacón, exrepresentante de la Secretaría de Derechos Humanos, los funcionarios deben trabajar con base a cada realidad.
Es imposible trabajar por separado, debido a que los menores maltratados son quienes no tienen voz ni pueden defenderse, por lo que no se debe quitar en ningún momento la atención sobre estos casos, “algo está fallando en el Sistema de Protección de Derechos”, manifestó.
Según el Ministerio de Inclusión y Economía Social estas problemáticas son atendidas en articulación con las entidades que conforman el sistema de protección de derechos, y que incluye a los ministerios de Educación, Salud, Dinapen, Secretaría Técnica de Derechos, Policía Nacional, Juntas y Consejos cantonales, Migración, Fiscalía y Consejo de la Judicatura.
Es importante que quienes conozcan de casos de maltrato a menores lo denuncien, pueden hacerlo de forma anónima llamando al ECU 911 o acercarse a Dinapen para dar información del hecho. (*Nombres protegidos) (CNS)
Protección al menor
Kléver Peñaherrera, representante del Consejo Cantonal para la Protección de Derechos de Ambato, afirmó que la protección al menor maltratado es un derecho irreversible y más cuando ya existe una denuncia que permite levantar el proceso para determinar las medidas de protección.
Dentro de los procesos constan el seguimiento sicológico del menor y su entorno, donde de acuerdo al caso se determina desde una amonestación a los padres o tutores del menor, hasta la custodia del niño a una casa hogar como última instancia.
Según Peñaherrera, el seguimiento es continuo a través de evaluaciones y visitas, sin embargo, las realidades dentro del hogar del menor pueden cambiar sin que las autoridades lo conozcan.
Por ejemplo, si existe una orden de alejamiento o designación de custodia a un familiar cercano, pero luego aparece en las manos de la supuesta madre agresora, el panorama puede cambiar.
El funcionario dijo que es clave la corresponsabilidad de quienes están cerca al menor, pues ellos pueden notificar sobre cualquier anomalía o maltrato que se vuelva a dar y así buscar más medidas de protección para la víctima que son provisionales y pueden ser apeladas.
En el caso de que el menor pueda dar su versión es importante para que el procedimiento tenga peso, para levantar el informe sicológico de su entorno.
De acuerdo a las estadísticas solo este año se receptaron 320 denuncias de maltrato infantil, según lo ratificó Peñaherrera, pero los sucesos de muerte por maltrato a menores como el que se dio hace unos días son hechos que se salen de las manos por la situación en que se desarrollan.