Las mascarillas se volvieron artículos indispensables desde el inicio de la emergencia sanitaria por el Covid-19 en marzo del 2020.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la mascarilla debe usarse como parte de un enfoque integral que incluya la adopción de todas las medidas posibles.
Es así que se recomienda mantener el distanciamiento físico, evitar entornos cerrados y concurridos en los que haya contacto directo entre personas, una buena ventilación, lavarse las manos, entre otras.
Mascarillas
No todas las mascarillas brindan la misma protección frente al virus, muchas de las que están en el merado ni siquiera tienen registro sanitario.
La venta de este artículo proliferó tanto que en las calles se pueden encontrar mascarillas en fundas comunes que se venden en un dólar.
La compra de este insumo indispensable sin los cuidados respectivos puede poner en riesgo la salud de la población.
Esto debido a que no todas las mascarillas cuentan con registro sanitario, mientras que otras podrían ser falsificadas.
En abril de este año Arcsa emitió una alerta sobre mascarillas falsificadas.
Los cubrebocas que presenten defectos, como tiras ausentes o sueltas, válvulas bloqueadas, envases descoloridos o rugosos, o palabras mal escritas, seguramente no son auténticos.
Los productos falsificados se venden a menudo sin envase o que no reúnen las condiciones mínimas exigidas y que no son iguales a los de origen del fabricante, y no suelen incluir importantes instrucciones de uso.
La mayoría de fabricantes de productos originales tiene una red de distribuidores autorizados que se relacionan directamente con los clientes para proporcionarles productos legítimos.
EL DATO Hasta diciembre de 2020, 611 fabricantes de mascarillas tenían la autorización Arcsa.
Usos de los cubrebocas
La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) compartió un detalle para el uso de cada tipo de mascarilla.
La entidad señaló que las KN95 y N95, por su porcentaje de filtración muy eficiente, se recomiendan para ser usadas por trabajadores de salud, personal de servicio y adultos mayores.
La mascarilla quirúrgica tiene un buen porcentaje de filtrado y está indicada para el uso de la población en general, en especial para la protección de personas sanas.
A esta indicación, epidemiólogos añaden que, al usarlas solas, las mascarillas quirúrgicas pueden no ofrecer una protección completa, por lo que recomiendan complementar el cuidado con una segunda mascarilla, del mismo tipo u otro.
De igual manera se recuerda que este tipo de mascarillas son descartables y se pueden usar solamente durante alrededor de cuatro horas, luego de lo cual se deben desechar.
Las mascarillas FFP2 y FFP3 tienen un porcentaje de filtrado superior al 90%, por lo que están recomendadas para el personal sanitario de cuidado, así como para la población de riesgo como adultos mayores y niños.
Ciudadanía
Rocío Guevara, ambateña, mencionó que no conocía sobre la importancia del registro sanitario, por lo que compraba las mascarillas a conocidos o en las calles.
“La verdad no sabía la importancia de este requisito, pero desde que inició la emergencia sanitaria solo he comprado las mascarillas a mis amigos y en las últimas semanas en las calles”, dijo Guerra.
Situación similar es la de Ricardo López, quien hasta la fecha no ha comprado mascarillas con registro sanitario. “Después de conocer esto, solo buscaré cubrebocas con registro sanitario, pues también depende de nosotros cuidarnos”, comentó. (RMC)
Precauciones
Arcsa informó que la ciudadanía puede verificar que sus mascarillas tengan registro sanitario a través de la aplicación ‘Arcsa Móvil’.
Esta herramienta se puede descargar de forma gratuita para celulares con sistema Android e iOS.
El registro sanitario debe constar en el empaque de cada mascarilla. Las falsificaciones se pueden reportar en la misma aplicación.