Hace dos meses, María Guangasig recorre las calles, quebradas y terrenos de Izamba, al norte de Ambato buscando a su primogénito: Patricio Maizanche.
La madre no pierde la esperanza de encontrarlo vivo, pero sabe también que hay una amplia probabilidad de que aparezca muerto.
“Algunos me dicen que está muerto. Las ‘fritaderas’ de Santa Clara me dicen: el ‘Chiguilo’ ya se murió. Yo quisiera encontrar por lo menos los ‘huesitos’ para quedarme en paz”, dice María y llora sin consuelo.
La madre no conoce la fecha exacta de la desaparición. La última vez que lo vio fue en mayo de 2021. Puso la denuncia en la Policía Nacional el 7 de julio.
EL DATO: La mañana de hoy, martes 27 de julio, los agentes de la Dinased armaron una búsqueda en una quebrada de Izamba. No se encontró a Patricio.
Problemas
Patricio, de 35 años, era alcohólico. Su padre le heredó su apodo: ‘Chiguilo’, pero eso no fue lo único, ni lo más importante.
Patricio cargaba con la herencia del vicio: “así se acabó mi padre y así me he de acabar yo. No han de saber cuándo me muera. Cuando me muera, ahí me han de estar buscando. Así me decía y así estoy ahora”, cuenta María.
El padre de Patricio murió a los 37 años por causas relacionadas a su alcoholismo.
María recuerda que su hijo empezó a tomar hace más o menos 20 años, cuando era apenas un adolescente.
Se casó a los 17, tuvo cinco hijos con su primera esposa y luego tuvo cuatro “con una amiga”, dice la madre.
Antes de dedicarse a la copa, Patricio trabajaba como maestro albañil.
Esfuerzo
Muchas veces su madre intentó que él se recuperara. Con el poco dinero como agricultura, metió a su hijo a una clínica de rehabilitación. Pagó 400 dólares.
Patricio salió de la clínica mintiendo, dijo que su madre estaba enferma, prometió que volvería a las terapias pero no lo hizo.
“Una vez sí mejoró, ya estaba bien, pero un día salió diciendo que se iba a trabajar y no regresó”, recuerda la madre.
TOME NOTA: Si alguien tiene información de su paradero puede llamar al ECU 911.
Patricio vivía en situación de calle, a veces iba donde algún hermano, pero por lo general pasaba bebiendo, durmiendo en las veredas. “Quiero que me ayuden a encontrar a mi hijo para sentir tranquilidad. Yo estoy sufriendo por mi hijo, ayúdenme a encontrarlo”, suplicó María. (APQ)