Nota actualizada: 13/05/2021 15:15
El abandono de los planes de manejo de páramos, el crecimiento de la frontera agrícola, la tala de árboles y la cacería indiscriminada son algunos de los inconvenientes que enfrenta la flora y fauna de los páramos de Tungurahua.
Una de las especies amenazadas constantemente es el lobo de páramo (Pseudalopex culpaeus), el mismo que ha sido visto más cerca de sectores poblados de la provincia.
Este problema se agudizó con el confinamiento establecido para contener la pandemia desatada por el Covid-19.
Conflicto
Para los moradores del sector Quindialó Chico en la zona alta de Quisapincha ya no es novedad la alerta de que desaparecieron sus gallinas, unos dicen que son ladrones, mientras que otros aseguran que son los lobos de páramo que deambulan por las cercanías de la comunidad.
Roberto Toaza mencionó que hace algunos meses ya se dio este problema y se trabajó con funcionarios de diferentes instituciones para capturar a estos animales y ubicarlos en una zona más alta.
Toaza reconoció que los ataques solo se han registrado a animales menores, pero que la preocupación es que puedan generar más pérdidas para los moradores de la zona.
Esta realidad es frecuente, lo cual ha generado un fuerte conflicto entre fauna y ser humano, así lo reconoce Ángel Yánez, coordinador de Comunicación de la Fundación Oso Andino, quienes vienen trabajando en el estudio de los lobos de páramo desde hace varios años.
Según el experto, los lobos son los que se acercan más a las comunidades, lo que ha provocado que los moradores consideren a estos animales como una plaga que ataca a los animales menores como gallinas y borregos, lo cual ha provocado que los habitantes empiecen a cazarlos o a su vez a capturarlos para cortarles el rabo para usarlo como amuleto.
Yánez explicó que el problema es que la gente desconoce que estos animales constituyen la primera línea de transición entre la zona rural y la vida silvestre.
“Actualmente el lobo de páramo vive en estado vulnerable”, dijo al asegurar que las personas no solo los caza, sino que el ganado al estar más arriba de la zona permitida, transmite enfermedades.
TOME NOTA En Ecuador este animal está presente en lugares templados y alto andinos entre los 2.600 y 4.500 metros sobre el nivel del mar.
Necesita un respiro
El miembro de la fundación comunicó que tanto el lobo de páramo, como el tapir y el oso andino son especies paraguas, es decir que cuidan los recursos naturales.
Además, aseguró que se requiere desarrollar muchas acciones a fin de ayudar a la conservación de estas especies y de los ecosistemas que tiene el páramo.
Una de las propuestas que viene trabajando la fundación y por iniciativa de las mismas comunidades es entregar datos reales para que se cumplan con los planes y manejos dentro de las áreas naturales, y así inicie la concientización sobre el cuidado de estos animales. (FCT)
En las redes sociales de LA HORA se publicó este arte sobre el tema de los lobos de páramo, que son considerados como plagas, por los moradores, puesto que atacan a gallinas y borregos. Aclaramos que dicho calificativo (plagas) no pertenece ni al Ministerio de Ambiente, ni a la Fundación Oso Andino.