Ya no hay centros de atención para controlar el trabajo infantil

Situación. Niños en compañía de sus padres continúan en las calles.

Con el cierre de los centros de atención temporal que existían en Ambato es más difícil controlar el trabajo infantil.

Estos espacios se ubicaban en el centro del cantón y en Huachi Chico, donde se atendían a alrededor de 70 menores.

Los centros estuvieron habilitados desde el inicio de la emergencia sanitaria y cerraron en diciembre de 2020.

 

Problema

“Ahora el Estado no tiene que darles a los niños”, explicó Klever Peñaherrera, secretario ejecutivo del Consejo Cantonal para la Protección de Derechos de Ambato.

El funcionario dijo que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) terminó los convenios existentes para conservar los espacios.

“La municipalidad no tiene la capacidad económica para mantener estos dos centros como tal”, aclaró Peñaherrera.

Con los espacios de atención activos se contaba con un lugar para referir a los niños en condición de calle y así hacer seguimiento de los casos.

Sin estas infraestructuras las acciones para contener el trabajo infantil se complicó.

El funcionario municipal contó que la mayoría de niños que acudían a los centros actualmente se encuentran estudiando.

Salvo dos cuyos padres no pueden ofrecerles lo necesario por sus bajos ingresos económicos.

Peñaherrera indicó que el Municipio desarrolla una campaña para la erradicación del trabajo infantil junto con la Dinapen.

 

EL DATO
Los centros se ubicaban en la Unidad Educativa Liceo Cevallos 
y en el centro de atención El Peral de Huachi Chico.

 

 

Realidad

Las avenidas Bolivariana, Atahualpa, Cevallos y Manuela Sáenz son solo algunos de los espacios usados para el trabajo infantil.

Rodrigo, extranjero de 28 años vende, junto a su pequeño hijo de dos años, varios productos en el centro de Ambato.

“No tengo con quien dejarlo y me siento más seguro llevándolo conmigo a todos lados”, mencionó.

Fernando Castillo, migrante venezolano, lleva aproximadamente dos meses recorriendo las calles de Ambato pidiendo ayuda para él y su hijo de apenas cuatro años.

“Todo en Venezuela está mal, la gente se muere de hambre porque las cosas para comer están caras y el Gobierno no hace nada”, contó.

 

MIES

Mónica Echeverría, funcionaria del Ministerio de Inclusión Económica y Social, dijo que los responsables de implementar albergues o centros de atención para niños son los municipios.

“En lo que respecta a los albergues como MIES se apoyó con equipo técnico, trabajadores sociales y otros temas puntuales”, aclaró.

Echeverría aseguró además que también se entregaron alimentos para las personas que acudían a estos espacios.

Así mismo aseguró que no hubo convenios entre ambas instituciones para la asignación de recursos.

Sobre el particular el alcalde Javier Altamirano, reconoció que los centros se cerraron porque el MIES no contaba con los recursos para sostenerlos y al ser un trabajo interinstitucional, no podía mantenerse solo.

“Debo indicar que como Municipio hemos generado otros espacios diferentes, adicionales a los señalados, en donde están los niños en lo que nosotros podemos hacer”, explicó Altamirano.

Sin embargo, no especificó los lugares en donde se está trabajando y se comprometió a dar toda la información para que la ciudadanía pueda beneficiarse de estos espacios.  (RMC)