Desapego, una clave para la tranquilidad

Deshacerse de las cosas o los sentimientos, desprenderse, no siempre es tan sencillo como se quisiera. Es mucho más fácil decirlo que realmente hacerlo.

Los seres humanos están llenos de memorias y recuerdos, están acostumbrados a aferrarse a eso que en algún momento les hizo sentir bien, completos y felices.

“Supeditar su bienestar, seguridad emocional o felicidad a otras personas o de lo que estas hagan, digan o piensen de usted, o a las cosas que le traigan algún tipo de recuerdo muestra claros síntomas de dependencia emocional”, comentó la psicoterapeuta Gabriela Maldonado.

Ella comenta que es importante entender que hay que dejar ir las cosas, “es mucho más fácil decir que hacer, pero eso es indispensable”.

La experta asegura que estos comportamientos de dependencia se originan desde el mismo nacimiento, pues los seres humanos nacen dependiendo de su madre para sobrevivir.

“A partir de ello, creamos ciertas necesidades, por los objetos, la tecnología, los recuerdos y hasta las personas”, comentó Maldonado.

Explica que el apego per se no es malo, pero se vuelve negativo cuando esta necesidad se transforma en dependencia y ansiedad.

“Las cosas se vuelven negativas cuando sentimos que al perder algo o a alguien nos quedamos indefensos y se nos dificulta el enfrentar los problemas de manera adecuada”, explicó.

Ante ello mencionó que el desapego se convierte en una clave para alcanzar la felicidad.

Desapegarse significa ser libres, dejar de depender, de necesitar y dejar de vivir con miedo.

 

Cómo lograrlo 

Oscar Pérez, psicoterapeuta, resaltó que esto implica dejar ir todo aquello que no permita avanzar, lo que impida dar espacio a que nuevas cosas lleguen a la vida.

Practicar el desapego es el primer paso para que las personas se liberen de los excesos que los amarran.

Pérez menciona que lo primero que hay que hacer para empezar un proceso de desapego es, aceptar que hay cosas que atan a las personas y buscar ayudar.

“Como en todos los casos de dependencia, el primer paso siempre es aceptar que debemos y queremos desapegarnos de alguien o de algo”, dijo Pérez.

Señaló que es importante no confundir aceptar con resignarse o conformarse con esa dependencia. Pues aceptar es darse cuenta y es hacerse responsable de que ya no hace falta algo o alguien y ni tampoco se requiere para ser feliz. Al hacer esto se inicia con el cambio.

Otro aspecto dentro del proceso es aprender a ser responsable de cada aspecto personal, la responsabilidad es un principio fundamental del desapego.

Cada ser humano es responsable de su propia existencia, lo que no haga por usted mismo nadie más lo hará, por eso hay que dejar de depositar en otros la felicidad. Esta no depende de una pareja o de un trabajo, o cosas nuevas.

“Debemos cultivar nuestro bienestar, no debemos dejar nunca que nuestro bienestar dependa de opiniones o consejos ajenos. La única persona que debe cumplir nuestras expectativas somos nosotros mismos”, añadió Pérez.

Además, menciona que es esencial aprender a dar y no a recibir. “El dar es una muy buena forma de aprender a desapegarse de las cosas y las personas, pocas cosas hay tan satisfactorias como compartir lo que uno tiene y practicarlo es increíble; cuando uno encuentra la felicidad en dar con amor y generosidad, se perderá el miedo a que eso tal vez no regrese», añadió el experto.

Hay que vivir el presente, entender que el pasado no se puede cambiar es importante, porque eso permitirá sanar los problemas y traumas generados en otra época.

Además, nadie sabe lo que va a pasar en el futuro, por eso, aunque es bueno planificar y proyectarse, nada del futuro va a ser como se aspira si el presente no se vive adecuadamente.

Para finalizar el psicoterapeuta señala que para lograr un real desapego no es necesario tirar todo lo que se tenga, tanto físico como emocional, o aislarse y buscar la soledad sin querer estar con nadie, si no se sacar de la vida todo aquello que lastima y trabajar en fortalecer aquello que permita sentirse tranquilo y bien consigo mismo.

 

 

Todo termina tarde o temprano

 

Marjorie tiene 35 años, tiene dos hijos y un par de meses antes de iniciar la pandemia empezó los trámites de su divorcio, y a finales de 2020 perdió su empleo.

Eso la sumió en una tristeza que le impedía buscar las formas de salir adelante y mantener a sus hijos.

Con la ayuda de su madre entró a terapia y lo primero que le dijo la psicóloga es que tenía que asumir que tarde o temprano las cosas terminan.

Con la ayuda de su psicóloga entendió que en la vida nada perdura, que nada puede contenerse eternamente. Las relaciones e incluso las cosas materiales cambian, maduran, y a menudo hasta terminan desvaneciéndose.

“Debemos asumir la idea del cambio, la ausencia e incluso la pérdida como una ley vital a la que no podemos cerrar los ojos”, dijo Mónica Jurado, psicóloga.

Señaló que cuando los seres humanos asumen que algunas personas se irán para siempre, los niños crecerán, algunos amigos dejarán de serlo y algunos amores se irán se podrá estar preparado.

Añadió que algo que hay que entender es que, si bien unas cosas y personas se pierden, llegarán otras.

 

Cómo soltar las cosas materiales  

 

1.- Hacer una lista de posesiones y poner en un lado las que necesita para vivir y en el otro las que no. De las que no se necesitan, hacer de nuevo dos listas: las que te dan felicidad o satisfacción y las que no, las que no se desechan.

2.- Si algo no sirve, pero tiene un valor sentimental, puede hacerle una foto y guardarlo en una carpeta en la computadora para verla cuando desee.

3.- Vuelva a revisar las otras listas y piense en las cosas de las que realmente podría prescindir. Si tiene muchas dudas, puede ponerlas en una caja durante pocos meses. Si no las ha necesitado en ese tiempo quiere decir que no hacen falta.

4.- Ponga alguna norma estricta para comprar cosas nuevas. Por ejemplo, para comprar alguna prenda nueva de ropa puede deshacerse de dos viejas. Lo importante es no acumular.

5.- Y aparte de todo este trabajo por eliminar, trabaje en el deseo de volver a adquirir cosas. Antes de comprar algo nuevo, califique del 1 al 10 cuanto lo necesita.

6.- No llene su vida de objetos inútiles ni base su seguridad en ellos. Permítase vivir más ligero y a la vez más libre.

7.- Lo más importante es dejar ese espacio para que su verdadera esencia pueda manifestarse en todo momento.

 

Efectos colaterales

  • Genera ansiedad
  • Procura estrés
  • Intensifica los miedos
  • Se exacerban la ira y la violencia
  • La frustración, la decepción o la depresión se hacen presentes