Un joven sin vida fue encontrado la mañana del domingo 18 de julio de 2021, en el sector este de Ambato, en la parroquia Picaihua, vía a El Rosario de Pelileo.
Al parecer el hombre habría sido abandonado en el sector en horas de la madrugada con una herida de bala en la cabeza.
La alerta se dio aproximadamente a las 07:15 de la mañana a través del Servicio Integrado de Seguridad ECU 911.
Hallazgo
La mañana era lúgubre, la llovizna impedía que las labores de los moradores del sector inicien temprano.
Aún así, varias personas ya madrugaban en el sector, pues en el centro parroquial se desarrolla una feria de productos de primera necesidad.
Los moradores del sector contaban que sería una mañana tranquila, sin imaginar el macabro hallazgo que estarían por presenciar, pues se toparon con un extraño bulto.
“Parecía una persona que estaba durmiendo con la cara tapada con una especie de franelas o trapos”, comentaban los moradores al relatar que la curiosidad hizo que uno de ellos se acerque.
La impresión fue grande cuando observaron que se trataba de una persona muerta llena de sangre.
Aterrorizados los vecinos corrieron al centro poblado para llamar al ECU 911.
Según información del ECU 911, la alarma ingresó aproximadamente a las 07:15 donde el alertante indicaba que cerca del río había una persona muerta. Enseguida se coordinó con la Policía Nacional.
Los uniformados llegaron al lugar y constataron la escena indicando que se trataba de una persona con un tiro en la cabeza, por lo que se requería la presencia de unidades especializadas, mientras tanto la vía se cerró al tráfico e incluso a la circulación de personas.
Esto ante el asombro de los moradores, quienes aseguraban que el hombre era desconocido y que no lo habían visto antes por el sector.
Procedimiento
Al lugar acudió personal de Criminalística y de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased) a fin de tomar procedimiento.
Los peritos de las unidades de investigación recabaron varias evidencias e indicios preliminares, pues todo hacía presumir que se trataba de una muerte violenta y que al hombre solo lo fueron a botar en el lugar.
El procedimiento fue hermético y poca fue la información que se brindó en el lugar.
Posteriormente se realizó el levantamiento del cadáver conjuntamente con el Fiscal de Flagrancia de Ambato para luego trasladarlo hasta el Centro Forense para la autopsia respectiva.
Según se indicó, el caso se encontraba en una exhaustiva investigación para dar con los responsables de esta muerte violenta. (FCT)
Supuesto lugar del crimen
Una vez que se levantó el cadáver en Picaihua, los uniformados realizaron simultáneamente un allanamiento en un ‘night club’ de Ambato, ubicado en el Paso Lateral.
Las unidades de investigación ingresaron al lugar a fin de tomar más indicios dentro de la investigación de esta muerte violenta.
Marco Salazar, jefe de la Unidad de Investigación de Muertes Violentas de Tungurahua, manifestó que a través de los indicios encontrados en la escena donde apareció el cuerpo del fallecido se pudo establecer que habría estado al interior del centro de tolerancia.
“Es por ello que se actuó en flagrancia”, dijo al tiempo de asegurar que el vehículo de la víctima fue encontrado al interior del ‘night club’.
Según explicó el uniformado, se trata de un joven de aproximadamente 27 años de edad que presentaba una herida de bala a la altura de la frente.
Al momento de la llegada de los uniformados al centro de tolerancia no existía ninguna persona.
Los uniformados recabaron una serie de indicios que aportarán en la investigación.
Era un joven ambateño
La consternación y el dolor se apoderaron de los familiares de la víctima, quien fue identificado como Joel C., de 27 años.
Ellos acudieron hasta las instalaciones de la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de la Policía Nacional, solo con la noticia de que el joven había fallecido.
Según explicó su madre, el joven era un muchacho tranquilo que salió la noche del sábado a disfrutar del vóley en el barrio, sin imaginarse que esa sería la última vez que lo vería con vida.
Él era el último de tres hermanos y según sus familiares trabajaba como empleado en una empresa ensambladora de vehículos.
“Él estaba siempre pendiente de nosotros”, dijo la madre.
La indignación por la pérdida era evidente, por lo que aseguraron que colaborarían con la Policía Nacional para que se dé con los responsables de esta muerte violenta.
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