Tenis, la motivación diaria de Daniel Espín Pérez

“Estar en la cancha me hace olvidar de todo, solo somos la raqueta, la pelota, mi rival y yo, y eso es simplemente sublime”, cuenta Daniel Espín Pérez, joven tenista de 15 años.

Hace 10 años empezó, y recuerda que fue Saúl Lara quien lo invitó por primera vez a ser parte del ‘deporte blanco’.

Como todo niño tomó este nuevo espacio para divertirse y entretenerse, sin pensar que encontraría en el tenis a la mayor de sus pasiones.

Deportista desde pequeño, en sus inicios no solo practicaba tenis sino que también fútbol. Tres días a la semana entrenaba balompié y dos tenis, pero eso sumado a sus actividades escolares lo llevaron a decidirse solo por uno y sin pensarlo decidió seguir empuñando su raqueta.

“Cuando ya no tenía más tiempo tuve que decidirme y la verdad no me arrepiento, el tenis para mi es vivir cada día una experiencia sublime», asegura el adolescente.

 

TOME NOTA
A los 8 años comenzó en competencias locales y a los 9 se abrió paso en 
las nacionales para posteriormente, a los 12 y 14 años, ya ser parte 
de la selección del Ecuador.

 

Experiencias

Daniel comenta, que como todo en la vida, dedicarse a hacer deporte no es fácil y requiere de grandes sacrificios.

“Sí se sacrifica el tiempo con la familia, con los amigos, en la escuela o el colegio, pero es algo que en lo personal lo hago con todo el placer del mundo, pues esto me gusta y por eso no lo veo como una carga”, explica el joven.

Esa determinación lo ha llevado a destacar dentro de su carrera deportiva, por eso en dos ocasiones ya vistió la camiseta de la selección del Ecuador.

Para Daniel esas experiencias han sido inigualables, pues el ser tomado en cuenta para representar al país ya se constituye en un logro importante, pues quiere decir que el trabajo que hace a diario está por buen camino.

“Todas estas cosas son importantísimas, pues saber que nuestro rendimiento va creciendo es bueno para seguir poniendo ganas y esfuerzo para seguir escalando”, comentó con entusiasmo, mientras recordaba sus participaciones con la tricolor.

 

Los deportistas necesitamos apoyo para seguir alcanzando nuestras metas y mí familia ha sido indispensable para mí, pero jamás podría dejar de lado a la Universidad Indoamérica que creyó en mí desde que empecé en esto y siempre me han impulsado”.

Daniel Espín Pérez

Tenista tungurahuense

 

Apoyo incondicional

Para Daniel el que su padre y su madre estén ahí siempre apoyándolo en cada momento de su vida es de gran valía, pues asegura que con ese sustento puede concentrarse más en sus actividades diarias y como deportista.

Cada desvelo, viaje, abrazo, palabra de aliento y todos los recursos invertidos por la familia de Daniel le han permitido subir por cada peldaño de su vida.

“Sin ellos las cosas no serían como son. Siempre su apoyo ha sido indispensable en cada una de mis competencias. Por ellos he logrado ser mejor cada día”, resalta el deportista.

Añade que, además, ha encontrado un valioso soporte en la Universidad Indoamérica cuyo auspicio es parte de todos los esfuerzos que se hacen para que pueda tomar al tenis como una alternativa de profesionalización.

 

Ser parte de la selección del Ecuador es una inmensa alegría, pero también de una gran responsabilidad, pues representar al país es algo que me motiva y motiva a otros a querer practicar un deporte».

Daniel Espín Pérez

Tenista tungurahuense

 

Enseñanza 

Daniel tiene claras las metas de su vida y entre ellas está el llegar a ser parte de la élite del tenis a escala mundial.

Por eso está seguro que debe seguir puliendo no solo las habilidades físicas, sino las que han formado su carácter hasta el momento.

“El tenis me ha enseñado a ser más responsable, respetuoso, dedicado y a jamás darme por vencido, eso es algo primordial. Muchas veces he sentido que los brazos o las piernas ya no me dan para más, pero recuerdo que tengo que tener el partido y seguir dando mi mejor esfuerzo sin importar el resultado, porque sé que estoy dando todo de mí”, recalcó con gran entusiasmo.

Daniel tiene dos momentos especiales en las competencias, el primero es recordar que su mamá lo tranquiliza y le dice que no se olvide que el que camina llega lejos y luego celebrar con euforia cada punto. Esto último lo hace para él, para darse fuerza y recordar que todavía puede más, jamás con ningún atisbo de burla o desplante hacia su rival.

“Aquí es cuando digo que es importante el respeto, pues quien está frente a nosotros en la cancha también se ha formado y por eso merece todo mi respeto«, esto lo comenta con firmeza el tenista.

 

Hacer deporte no solo permite que tengamos un buen estado de salud, sino que fortalece habilidades emocionales y conductuales que nos permiten crecer adecuadamente en todos los aspectos de nuestra vida».

Daniel Espín Pérez

Tenista tungurahuense

 

Mejorar las cosas

Para el adolescente es una responsabilidad social de las instituciones públicas y privadas el apoyar a más deportistas. “Si yo no contase con el apoyo de la Universidad Indoamérica sería más difícil el poder desarrollarme como deportista, esto requiere de recursos y no siempre todas las personas cuentan con ellos», manifiesta.

Está seguro de que en Tungurahua hay grandes potenciales deportistas de élite, no solo en el tenis sino en varias disciplinas deportivas, pero les hace falta alguien que respalde su talento y que les permita pulirlo para representar al país.

“Lo ocurrido en Tokio 2021 es una buena puerta para que se deje de ver a la inversión en el deporte como algún desperdicio y se la considere como algo valioso para potencializar las capacidades de miles de niños y jóvenes que ven en la actividad deportiva una forma de vida y de ser felices», finalizó.