Soledad y pobreza extrema marcan la vida de adultos mayores

César es uno de los adultos mayores que vive en situación de soledad.
Situación. César es uno de los adultos mayores que vive en situación de soledad.

Muchos adultos mayores terminan sus días no solo sin tener qué comer, la soledad también es parte de su día a día.

Su personalidad amigable permitió que en su juventud sea una persona muy respetada, muchos vecinos lo recuerdan y cuando la gente pregunta por él, saben que se trató de una persona querida.

“Trató”, en pasado como si ya no existiera porque es justamente como dice sentirse, César Darío Machado Muñoz, un hombre de 96 años quien vive en la completa soledad.

Dos gatos y un perro, a los que no les ha puesto nombre, son su única familia, son quienes lo acompañan.

Su caminar se dificulta pues asegura que con los años las hasta las fuerzas le abandonan de a poco.

Trata de caminar con un bastón y se dirige a la cocina, un cuarto de 1,5 metros de ancho por 3 de largo. Apenas si entra él y sus gatos.

Angustia. A pesar de la situación en la que vive no deja de pedirle a Dios que no lo abandone y le de fuerzas para enfrentar lo que venga hasta que esté en esta tierra.

Allí prepara sus propios alimentos en un fogón de leña, de esos que ya desaparecieron incluso en el sector rural.

Su sonrisa es sincera, pide un poco de tiempo para respirar y seguir dialogando, su memoria aún es lúcida, aunque quisiera que no fuera así para no recordar que no tiene a nadie, que nunca encontró una compañera de vida y peor aún, que no tuvo hijos con quien compartir sus anécdotas.

 

Una persona que vive en situación de soledad tiene una probabilidad cinco 
veces más alta de presentar depresión.

 

“Solo ruego que Dios se compadezca y no me abandone”, comentó al tiempo de señalar la choza construida de paja y adobe en la que vivió hasta hace unos cuantos días.

“Ya pasaban las aguas de la lluvia. Antes unos sobrinos que viven en otra provincia dieron haciendo esta mediagüita”, dijo.

Realidad

Darío vive solo en una comunidad de Tisaleo y forma parte de las estadísticas de pobreza extrema en la que constan decenas de adultos mayores.

Actualmente en el Ecuador, cerca de 3 mil adultos mayores viven en condiciones de pobreza y descuido, según las estadísticas del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

De ellos más del 45% viven en extrema pobreza y el 14,6% de hogares en todo el país se compone de un adulto mayor viviendo solo.

El 14,9 % son víctimas de negligencia, maltrato y abandono mientras que el 74,3% no accede a la seguridad social. (FCT)

 

Casos de abandono

Con la pandemia provocada por el COVID–19 se registraron más casos de abandono de adultos mayores, a unos los olvidaron en sus propias casas y otros los dejaron en sitios de acogida.

Así se evidenció en el asilo Señor de Los Remedios de Píllaro donde se reportaron cinco casos de adultos mayores que sus familiares fueron a dejarlos y se olvidaron de ellos.

Según un estudio llevado a cabo por investigadores del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, la probabilidad de que una persona que vive en situación de soledad desarrolle una depresión es cinco veces más alta que la de una que no tiene este tipo de sentimiento.

 

TOME NOTA 
Si desea ayudar a don César Darío Machado Muñoz puede 
contactarse al teléfono 09 9 727 2364.

 

La soledad y su impacto

Para el psicólogo Marcelo Estrella, el estado mental que puede presentar un adulto mayor deviene del entorno en el que se encuentra, por ello cuando estas personas están rodeadas de un ambiente estable, lleno de comprensión se habla de un envejecimiento positivo.

Pero, al contrario, si está rodeado de un ambiente agresivo donde no existe la más mínima empatía o incluso la agresión es el factor común, el deterioro de su salud es precipitado.

“Con esta premisa, es lo mismo que sucede cuando el adulto mayor se encuentra solo, puesto que no cuenta con quien compartir y muchas veces tienden a entrar en depresión”, dijo.

A decir del experto si bien los comportamientos dependen de lo que antes vivieron, es importante el acompañamiento por ello el sinnúmero de programas y proyectos que se recomiendan para los adultos mayores.

“En el caso de no contar con familiares, el Estado es el que debería comprometerse con ellos”, comentó