Salud mental en tiempos de pandemia

El estrés en los niños es un problema recurrente.
ESTADO. El estrés en los niños es un problema recurrente.

La salud mental está relacionada con el bienestar emocional, psicológico y social, y afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos, determina nuestra capacidad para manejar el estrés, relacionarnos con los demás y es clave para que los niños, niñas, adolescentes y sus familias puedan salir adelante, afirma Joaquín González, representante de Unicef en Ecuador.

La crisis por el Covid-19, ocasionó graves daños en niños y adolescentes del mundo, y en nuestro país en particular, muchos irreversibles. Se cerraron las instituciones educativas, ha dejado a miles de menores sin ningún apoyo para atender la salud mental y ayuda emocional, que eran determinantes en esos momentos.

El confinamiento y restricciones de movilidad dificultaron la rutina de desarrollo social de los niños y adolescentes. Privarles de sus juegos, reuniones, deportes, actividades escolares y familiares, diversiones; fueron causas de estrés para padres, madres y cuidadores.

Dejar el trabajo y buscar la forma de cuidar y proteger a los niños era la prioridad, aunque sea una tarea complicada y muchas veces dolorosas por no contar con los recursos económicos ni las facilidades para una sana convivencia.

La angustia de los niños y su familia causada por el miedo a la enfermedad, la muerte o separación de un ser querido, detonó o agravó  los problemas preexistentes de salud mental.

Según las últimas estimaciones disponibles, se calcula que uno de cada siete adolescentes de 10 a 19 años sufre un trastorno mental diagnosticado en todo el mundo. Casi 46 mil adolescentes se suicidan cada año, una de las cinco principales causas de muerte para este grupo de edad, según Unicef y concluye que solamente alrededor del 2% de los presupuestos de salud de los gobiernos se destinan a la salud mental en todo el mundo.

EL DATO
La pandemia ha afectado el bienestar de niñas, niños, adolescentes
y sus familias de distintas maneras.

Depresión

Los primeros resultados de una encuesta internacional realizada por Unicef y Gallup, entre niños y adultos de 21 países, reflejan que uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 24 años encuestados dijo que a menudo se siente deprimido o tiene poco interés en realizar algún tipo de actividad.

Los trastornos mentales como déficit de atención, hiperactividad, ansiedad, autismo, trastorno de la conducta, depresión, perjudican considerablemente la salud, el aprendizaje, y las condiciones de vida futura de niños y jóvenes.

El Estado Mundial de la Infancia 2021 pide a los gobiernos y a los asociados de los sectores público y privado que se comprometan, comuniquen y actúen para promover la salud mental de todos los niños, adolescentes y cuidadores, proteger a los que necesitan ayuda y cuidar a los más vulnerables.

Cuando los niños pasan por dificultades frecuentes sin la ayuda adecuada, las consecuencias pueden afectar no solo al bienestar emocional, sino a su desarrollo cognitivo y capacidad de aprendizaje a corto y largo plazo.

Normalidad

Retomar las actividades cotidianas es urgente por el bien de la salud mental de niños y  adolescentes. Implementar lo antes posible, planes de reactivación de las actividades educativas  que garanticen el desarrollo y bienestar emocional de la infancia, especialmente para los más vulnerables, como familias con bajo nivel socioeconómico, aquellos con trastornos de salud mental preexistente o con problemas o dificultades en los procesos de aprendizaje o comportamiento.

Mejorar los servicios de salud mental es imprescindible si queremos dar una respuesta integral a la crisis y sus consecuencias de gran impacto psicosocial debido al miedo, la incertidumbre y la estigmatización que conlleva y que pueden ser barreras para intervenciones médicas y de salud mental apropiadas. Ser conscientes de este hecho es fundamental para evitar el aumento de las desigualdades e inequidad de salud ya existentes.

Los docentes son la clave para proteger la salud mental de los estudiantes.

Manifestaciones del estrés en niños

Los comportamientos y reacciones más comunes al estrés en los niños pueden ser temporales, pero si persisten, necesitan  ayuda del especialista. Estas manifestaciones pueden ser:

  • Necesidad de estar cerca de los adultos.
  • Retroceso del comportamiento.
  • Cambios en los hábitos alimenticios o del sueño.
  • Aumento de la irritabilidad.
  • Dificultades para concentrarse.
  • Disminución o exceso de la actividad.
  • Pérdida de interés por el juego.
  • Temores exagerados.
  • Ansiedad o aumento de la ansiedad
  • Agresividad y agitación.
  • Deterioro de la memoria y la concentración.
  • Sentimiento de culpa vergüenza.
  • Comportamiento autodestructivo.
  • Sensación de desesperanza.