Negligencia es violencia. Esto frente al reciente caso de dos menores de edad quienes fueron encontrados en precarias condiciones y viviendo en medio de heces fecales, insalubridad y descuido.
Los pequeños fueron encontrados la noche del viernes 12 de noviembre de 2021, en el barrio Ingahurco y que generó reacciones sociales.
Desde la Consejo Cantonal de Protección Derechos, Kléver Peñaherrera, sostuvo que este es un hecho aislado, pues no son frecuentes los casos de abandono a este nivel.
Su función
Los menores se encuentran en una casa de acogida. Procedimiento que, como entidad garantista de derechos, procuran con todos aquellos infantes que se encuentren en situación de riesgo.
“Luego de que la Policía nos dio a conocer el acontecimiento, de inmediato iniciamos con la institucionalización de los pequeños. Aseguramos la integridad de los menores y se inició la localización de su madre o familia extendida. Posteriormente y mediante una audiencia el Juez determina si el cuidado se entrega nuevamente a la madre, la misma que debe aceptar someterse al seguimiento de su caso”, dijo el funcionario.
Cárcel para quien incumpla
El delito se configura como incumplimiento a orden de autoridad competente, esto en caso de que, pese a las recomendaciones y los informes, quienes estén a cuidado de menores previamente vulnerados, no acaten las disposiciones de la autoridad competente.
Si esto pasa estarían incurriendo en una infracción penal de hasta tres años de cárcel.
Con estos antecedentes, Peñaherrera sostiene que, se trata de consolidar a la familia.
Hay casos extremos en los que es el Estado quien toma potestad sobre los niños, niñas y adolescentes, tras haberse determinado grave riesgo para ellos.
Estos menores, pasan a ser parte del grupo de infantes que pudieran ser adoptados.
“En estos casos no siempre es sano satanizar a la madre. Es posible que se trate de una persona que ha sido víctima de violencia, quizá se encuentra huyendo y su único sustento es ella y necesita salir a trabajar, en realidad hay muchas cosas que se analizan antes de tomar cualquier decisión. Sin embargo, mientras el proceso se desarrolla, los menores se mantienen a buen recaudo en los centros de acogida”, aseguró.
Análisis
Para Luis Villacís, psicólogo especialista en niños, el riesgo es inminente en los menores que se desarrollan en soledad y sin supervisión adulta.
Asegura que en la niñez y adolescencia es una etapa en la que la curiosidad puede resultar peligrosa.
Explica que aquellos que tienen acceso a la tecnología sin supervisión, pueden llegar a desencadenar una serie de episodios y comportamientos peligrosos.
“En el encierro se pueden desarrollar fobias o depresión, que posteriormente se reflejan en el miedo a socializar, timidez, y otros comportamientos que podrían generar que, en un momento, ese niño o niña desarrolle pensamientos suicidas”, manifestó.
Recordó que si bien es cierto no siempre se cuenta con los recursos para dejar a los pequeños al cuidado de alguien o en una guardería particular, se debe prestar atención a las necesidades de los menores.
Hay que evitar dejarlos a su suerte en medio del encierro y el descuido, pues eso puede generar desgracias con pérdidas irreparables.
Villacís hizo énfasis que se necesario estar pendientes y limitar el acceso a internet y la televisión para evitar que los niños asuman ideas ‘mágicas’ que los impulsen a atentar contra su bienestar como ya ocurrió el 27 de septiembre de 2021, un niño de 10 años se suicidó, cuando observaba una serie. (MAG)
DATO En caso de observar o conocer casos de niños en situación de riesgo, las denuncias pueden hacerse de manera anónima al ECU 911.
No hay sustento estatal
El trabajo, la necesidad y la falta de recursos, en muchos casos han obligado a padres y familiares a dejar solos a sus infantes.
Algo que, para el representante del Consejo Cantonal, Kléver Peñaherrera no se debería hacer, sin embargo, al momento tampoco existen Centros de Atención Infantil regentados por el Municipio o el Ministerio de Inclusión Económica y Social. Desde diciembre del 2020 todos están cerrados.