Rescate de perros deja endeudados a animalistas

Macarena Freire, fundadora del albergue Patitas Nobles, requiere pagar una serie de deudas que tiene por rescatar a perritos de la calle.
Situación. Macarena Freire, fundadora del albergue Patitas Nobles, requiere pagar una serie de deudas que tiene por rescatar a perritos de la calle.

Sansón es uno de las mascotas que fue rescatada en las calles de Ambato, él junto a 80 perros conviven en el albergue Patitas Nobles, ubicado al este de la ciudad.

Allí los rescatistas trabajan a diario por brindarles una opción de vida a los perritos que son rescatados en diferentes vías donde los abandonan a su suerte.

Pero esta labor altruista no es fácil, incluso ahora las deudas y contratiempos son los que agobian a los rescatistas.

Cuentas pendientes con veterinarios, pagos atrasados de los arriendos de los espacios donde permanecen los animales, facturas vencidas de insumos y más, es lo que  tienen que solventar.

A decir de los voluntarios, la falta de recursos es el mayor obstáculo con el que tienen que sortear los colectivos y rescatistas de los perros de la calle.

 

 

EL Dato
Para ayudar pude comunicarse a los contactos de Patitas Nobles al 09 69 01 58 85, 
Refugio Animal Kodah 09 60 48 57 49 y Fundación Paquito 09 39 51 60 28.

 

 

Realidad

Macarena Freire, fundadora del albergue Patitas Nobles, explicó que hasta hace pocos meses trabajaban con cuatro veterinarios quienes colaboraban con el albergue, puesto que muchos de los animales rescatados tienen serios problemas de salud.

Sin embargo, ahora solo uno continúa, ya que el monto de dudas con los insumos y medicamentos son altos por lo que se suspendió la atención hasta conseguir recursos para ponerse al día con las deudas.

“Es una situación muy difícil porque no se trata solamente de la alimentación, sino también de medicamentos, insumos de aseo, arriendo del predio donde se encuentran los animales, personal y más”, dijo.

Según la rescatista, todo lo hacen con autogestión a través de venta de garaje, postres, artículos para las mascotas, pero no es suficiente.

 


Tome nota
En diferentes lugares de la ciudad continúan siendo abandonados los animales.

 

Otros espacios con la misma situación

Caso similar se vive en la Fundación Paquito, en Ambato donde la falta de recursos económicos ha limitado la actividad altruista y los responsables de esta organización aseguran que no recibirán más animales hasta solventar su situación.

Gioconda Gómez, responsable del refugio animal Kodah, donde existe un promedio de 120 animales, todos rescatados a los que se les ha desarrollado cuidados médicos e incluso esterilización para que estén aptos para la adopción, indicó que la falta de recursos es un obstáculo para el rescate de los animales.

Aseguró que también mantiene deudas con veterinarios y proveedores de insumos, la más fuerte es con un veterinario de Quito a quien debe cerca de mil dólares.

 

 

Pedido

“Nosotros sobrevivimos de autogestión, hice un curso de peluquería canina, salimos a ferias a tratar de vender artículos, es decir improvisamos actividades para tener recursos”, comentó Gómez.

Además, mencionó que si bien es una responsabilidad del Estado y de las instituciones competentes el controlar la fauna urbana y generar políticas públicas que permitan tener presupuesto y atención a las mascotas, estas no existen en Tungurahua.

“Es un problema social, nosotros lo hacemos por voluntad, pero cada municipio debería crear una partida presupuestaria para apoyar esta labor y si no lo hacen por lo menos se debería generar sanciones más drásticas para los dueños de los animales que los maltratan y abandonan, así como para aquellos que no los esterilizan”, comentó.

Los rescatistas concuerdan en que las autoridades deben tomar las riendas del control de la fauna urbana y desarrollar más campañas de esterilización, tenencia responsable de mascotas y generar sanciones a quienes no cumplan. (FCT)

 

Fauna desprotegida

Un proyecto de ordenanza que regula la tenencia y maltrato de animales domésticos en Ambato lleva más de tres años a la espera de ser resuelto y puesto en ejecución.

Vanesa Suárez, representante del Colectivo Animalista Tungurahua, asegura que las reuniones y los debates para analizar varios artículos en la ordenanza de protección no terminan de concretarse en un esfuerzo real.

Suárez manifestó que la lucha por plantear sanciones al maltrato animal lleva años, mientras las comisiones del Concejo Municipal de Ambato debaten si esto puede ser factible o no.

Además, manifestó que mientras esto se debate en tantas reuniones, afuera el problema es más serio sin que haya siquiera medidas preventivas para evitar perros callejeros.