Reflujo, conozca sus causas y cómo prevenirlo

Las comidas con exceso de grasa pueden generar reflujos, sobre todo en horas de la noche.
Cuidado. Las comidas con exceso de grasa pueden generar reflujos, sobre todo en horas de la noche.

Arturo, tiene 67 años y por más de 20 años padeció de reflujos en las noches.

Nunca acudió al médico porque creía que todo se debí a la ingesta de ciertos alimentos o bebidas lo que le generaban este problema, sin embargo, hace menos de un año le detectaron una hernia hiatal que es la que le había causado este malestar tanto tiempo.

“Para mí comer pan era terrible, leche o algo con almidón en la noche, porque no podía dormir y me la pasaba en el baño”, comentó.

Una vez que lo operaron las cosas mejoraron, pero los médicos le dijeron que debía abstenerse de ciertos alimentos o comer en exceso en las noches para evitar el reflujo.

 

 

 

Pero, qué es el reflujo

El reflujo gastroesofágico es una afección que produce malestar caracterizado por una sensación en la zona del pecho producida por la subida de los ácidos del estómago hacia el esófago.

En ocasiones, este problema puede empeorar en las horas de sueño, lo que genera un efecto negativo en el descanso.

De ahí que sea muy importante saber cómo combatir el reflujo en las noches y cuáles son las recomendaciones para prevenirlo.

 

TOME NOTA
Entre los factores que pueden favorecer la aparición 
de reflujo gastroesofágico están el sobrepeso, el embarazo, 
sufrir de una hernia de hiato o la ingesta de algunos medicamentos.

 

 

Sus causas

Existen factores alimenticios o formas de vida que pueden contribuir al reflujo gastroesofágico.

El chocolate, la pimienta o especias, la menta, las grasas, el café y las bebidas alcohólicas favorecen la relajación del esfínter esofágico inferior y, por lo tanto, el reflujo. También el tabaco produce relajación del esfínter.

La existencia de una hernia de hiato favorece el reflujo gastroesofágico, aunque no es su única causa.

Todas aquellas situaciones que supongan un aumento de la presión intraabdominal como la obesidad, embarazo, determinados tipos de ejercicio físico, también favorecen también el reflujo.

 

 

 

Complicaciones

Existen diversas complicaciones derivadas del reflujo, aunque éstas no ocurren en la mayoría de los casos. Dependen de la severidad del reflujo en cada persona.

La más frecuente es la esofagitis, que es la inflamación de la mucosa del esófago que está expuesta al ácido. Existen distintos grados. Las esofagitis graves pueden: ulcerarse y sangrar; cicatrizar de forma irregular, reduciendo el diámetro de la luz esofágica y dificultando el paso de los alimentos.

En algunos casos se puede producir un cambio de la mucosa normal esofágica, que es sustituida por una mucosa más parecida a la del estómago o a la del intestino delgado, más resistente al ácido.

Esta situación se conoce como «esófago de Barrett» y su principal importancia radica en que se considera un factor de riesgo para desarrollar cáncer de esófago.

¿Por qué tenemos reflujo en las noches?

Durante la digestión, el estómago segrega algunas sustancias para facilitar la descomposición de los alimentos ingeridos.

En condiciones normales, el esfínter esofágico inferior, un anillo muscular situado en la porción del esófago que se une con el estómago, impide el paso del contenido estomacal hacia el esófago. Sin embargo, cuando este esfínter no cierra adecuadamente o se relaja demasiado, el ácido escapa y vuelve al esófago.

Cuando esto ocurre, pueden aparecer los síntomas del reflujo tales como:

  • Sensación de ardor en el pecho que puede subir hasta la garganta.
  • Subida del contenido estomacal hacia el esófago, también conocida como regurgitación, lo que puede causar un sabor agrio en la garganta y la boca.

Por ello los expertos aseguran que tener una dieta balanceada y evitar comer en exceso por las noches, beber o fumar, ayudarán a prevenir esta molestia nocturna.

 

Consejos para combatir el reflujo en las noches

  • Evita comer justo antes de irte a dormir. Es aconsejable cenar dos o tres horas antes de acostarse y mantener una posición erguida tras las comidas para facilitar la digestión, por ello, evita acostarte mientras tu estómago se encuentra digiriendo la comida.
  • Cuida lo que cenas. Evita los alimentos grasos, el alcohol, la cafeína, los alimentos cítricos o los ingredientes que favorecen la aparición de reflujo en las noches.
  • Vigila las raciones. Las cenas abundantes son uno de los principales detonantes del reflujo gástrico en las noches, por ello es conveniente cuidar las raciones que ingerimos a última hora del día.
  • Eleva la cabecera de la cama para reducir el riesgo de reflujo. Elevar el cabecero de la cama 10 centímetros es una buena opción pues en esta postura es más difícil que los ácidos estomacales suban hacia el esófago. También puedes dormir con varias almohadas antes de forma que parte de tu torso esté más elevado que el resto del cuerpo.
  • Evita el uso de ropa ajustada en la cintura para dormir.
  • Duerme sobre el lado izquierdo. De esta forma, se favorece que el esfínter esofágico inferior se mantenga sellado, reduciendo la posibilidad de que los ácidos estomacales suban hacia el esófago.
  • Cuida tu bienestar mental y emocional. El estrés puede agravar el reflujo y favorecer su aparición.
  • Especial atención si padeces obesidad o hernia de hiato. Estos factores pueden incrementar aún más la posibilidad de sufrir de reflujo.
  • Las embarazadas también son más propensas a sufrir de reflujo, por lo que es conveniente que pongan también en práctica estos consejos.

 

 

Algunos de los factores que aumentan la posibilidad de reflujo en la noche:

  • Cenar de forma abundante.
  • Comer alimentos que favorecen la aparición de reflujo como comida rica en grasa o frituras, frutas o vegetales ácidos o ingredientes como el tomate, el chocolate, el ajo, la cebolla o la menta.
  • Beber alcohol o bebidas con cafeína, como los refrescos o el café.
  • Cenar y acostarse al poco tiempo, pues la posición horizontal cuando tenemos el estómago lleno puede facilitar la subida del ácido estomacal hacia el esófago.
  • La combinación de una cena abundante y alimentos irritantes con la posición que se adopta al dormir aumenta la posibilidad de sufrir reflujo gastroesofágico nocturno, por esa razón muchas personas manifiestan molestias durante este período del día.