La piloto ambateña Amy Arcos logró el triunfo en el duelo de cabezales en Riobamba

Amy Arcos lleva manejando su cabezal alrededor de cuatro años y logró el primer lugar en el duelo de cabezales que se realizó en Riobamba.
Talento. Amy Arcos lleva manejando su cabezal alrededor de cuatro años y logró el primer lugar en el duelo de cabezales que se realizó en Riobamba.

La piloto ambateña Amy Arcos, con apenas 18 años, alcanzó el triunfo en su debut profesional en el duelo de piques de cabezales.

La piloto ambateña Amy Arcos se consagró campeona de la categoría damas en el campeonato de duelos de cabezales, que se realizó en Riobamba y concentró a los mejores exponentes del transporte pesado.

La deportista tungurahuense, con apenas 18 años, tuvo su debut profesional en este tipo de competencias que albergó a 50 pilotos de todo el Ecuador y demostró ser la más hábil al volante de su Kenworth T800 de color gris, que fue el más rápido ante los  seis rivales que enfrentó.

 

EL DATO 
A pesar de competir en la categoría de damas, Amy tuvo que superar en el primer pique a un contrincante hombre, porque así lo determinó la organización del evento.

 

Inicios 

La ambateña aprendió a manejar a los 14 años gracias a su padre Edsson Arcos, quien es el actual campeón nacional de cabezales y es la persona que ha motivado a que su hija se convierta en una piloto profesional a pesar de su corta edad.

“Yo nací en una familia de corredores. A los 14 años mi papi me enseñó, aprendí a manejar por el negocio de mi papá (juegos mecánicos). Al inicio me costó mucho aprender en el carro pequeño y me llevó poco a poco a manejar el cabezal, porque ahí no se me apagaba el automóvil. Desde chiquita siempre me dio curiosidad por aprender los cambios y aplastar el acelerador. Es impresionante manejar estas máquinas”, comentó Amy.

 

Amy Arcos junto a su padre Edsson Arcos en la competencia de cabezales.
Grupo. Amy Arcos junto a su padre Edsson Arcos en la competencia de cabezales.

Además, añadió que la gran diferencia entre manejar un automóvil normal con un cabezal son los cambios que debe meter en la caja, pero a ella desde que intentó por primera vez se le hizo más fácil.

“Como es más fuerte el motor no se me apagaba el carro, así que en dos meses ya logré manejar de la mejor manera. Con práctica todo es posible en la vida y cuando me inscribieron para la competencia empecé a practicar para los piques y la reversa. Solo un día entrené y obtuve el primer lugar”, contó Amy.

 

“Desde chiquita siempre me dio curiosidad por aprender los cambios y aplastar el acelerador. Es impresionante manejar estas máquinas”.

Amy Paredes, piloto ambateña de cabezales.

 

Rompiendo esquemas 

Por lo general el mundo del transporte pesado ha estado ligado a los hombres, pero la ambateña desde temprana edad ha sido la ‘copiloto’ de su papá en los viajes de trabajo. A pesar de esto en su familia nunca se imaginaron que podía gustarle manejar un cabezal.

“Ella siempre ha sido apegada bastante a mí y me preguntaba cómo funciona tal o cual botón, ahí es cuando me dio por enseñarle todo, pero nunca me imaginé que participaríamos en una carrera hasta que se dio. El mayor sueño es que Dios me dé salud y vida para disfrutar con ella estos momentos en los camiones. Ella sabe que debe hacer las cosas bien en su vida universitaria y me siento muy feliz de compartir esta pasión que tenemos”, manifestó Edsson Arcos.

 

LA CIFRA
18  CAMBIOS Tiene la caja de cambios de estos cabezales.

 

De la misma manera, Gabriela Oñate, mamá de Amy, se siente muy orgullosa de lo que consiguió su hija, ya que siempre le veía manejar el vehículo pesado con gran destreza y naturalidad mientras disfrutaba de la adrenalina subida en el cabezal.

“Siempre ha tenido esta afinidad a los deportes fuertes, porque también le encanta la moto. Nosotros le apoyaremos incondicionalmente en todo, me acuerdo que en sus inicios estaba súper nerviosa, pero me siento orgulloso de que Amy rompa los estereotipos que están ligados a los hombres y las mujeres se sienten identificadas con ella. Me hace sentir la mejor mamá del mundo”, comentó emocionada la mamá de Amy.

También, añadió que la deportista tungurahuense comenzará su carrera universitaria en medicina veterinaria y alternará sus competencias en los duelos de cabezales a medida del tiempo libre que tenga.

 

LA CIFRA
100.000 DÓLARES Es el costo estimado de un cabezal para competencias.

 

Futuro 

La piloto ambateña tiene varios objetivos en su vida, uno de ellos es lograr su título universitario, pero sueña con seguir ligada al mundo del transporte pesado y continuar compitiendo en las carreras nacionales de cabezales para en un futuro competir fuera del país.

“Con la fe de Dios espero cumplir todas mis metas.  Quiero seguir mi carrera y mis estudios, pero me encantaría seguir en estas competencias del transporte pesado para continuar compartiendo la cabina con mi papá. Este primer campeonato fue muy emocionante y espero volver a sentir así en próximas carreras”, finalizó Amy. (JR)