Pandemia deja más mujeres sin empleo

Decenas de mujeres buscan una oferta laboral, aunque sea por horas en el centro de Ambato.
Realidad. Decenas de mujeres buscan una oferta laboral, aunque sea por horas en el centro de Ambato.

Históricamente las mujeres han sido quienes menos participación presentan en las cifras de empleo pleno, situación que se agudizó por la pandemia provocada por el Covid-19 desde el primer trimestre de 2020.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) seis de cada 10 personas que están en el desempleo, son mujeres.

Esta realidad obedece a que las mujeres han perdido su empleo porque se desempeñan en sectores afectados por la pandemia, como servicios, alimentación, confección y comercio.

En el tercer trimestre de este 2021, según las estadísticas del INEC, 924 mil 551 mujeres tienen un empleo adecuado frente al 1,8 millones de hombres que cuentan con un trabajo formal.

Así, se menciona que la tasa de desempleo en las mujeres es del 6,5 %, mientras que el de los hombres del 4%.

En lo referente al empleo adecuado únicamente el 24.4% de las mujeres tienen uno, sin embargo, esta cifra sube al 35.6% en los hombres.

Aunque las cifras son a escala nacional, en Tungurahua la situación no es diferente.

Esto se evidencia cuando son más mujeres las buscan empleos ocasionales en puntos específicos como los alrededores del mercado Modelo, en el centro de Ambato.

EL DATO
4,8 millones de personas dentro de la Población Económicamente 
Activa son hombres, mientras que 3,5 millones son mujeres.

 

Realidad

Con una maleta donde guarda guantes, papel periódico, e incluso algunas herramientas que pueda utilizar en su jornada, Delia Chamba, de 31 años llega a la calle Cevallos y Tomás Sevilla aproximadamente a las 06:30.

“Hay que madrugar para poder conseguir algún trabajo”, comenta al tiempo de acercarse a un vehículo que para en el sector ofreciendo labores de jardinería a la que Delia quiere ingresar.

En torno al vehículo varios hombres y mujeres ofrecen su mano de obra, pero solo requieren dos personas, por lo que Delia no es seleccionada.

Ella no pierde la esperanza y mientras espera otra oportunidad asegura que hasta abril de 2020 trabajaba en una empresa de confección, la misma que tuvo que cerrar por la pandemia.

“En junio volvió a abrir la fábrica, pero ya no nos llamaron a trabajar cogieron a otras chicas más jóvenes y sé que les están pagando menos del básico”, dijo.

Caso similar es el que vive Silvia Martínez, de 29 años de edad, quien trabajaba en un local de comida, pero por la pandemia se quedó sin esta fuente de empleo y ahora trabaja por horas limpiando viviendas o lavando ropa.

“Hay días que se trabaja, hay otros días que no y que regreso a casa sin nada, no me queda más que esperar que a mi esposo no le falte el trabajo”, dijo.

TOME NOTA
El INEC sitúa a Ambato como la cuarta ciudad con el 
índice más alto de desempleo alcanzando el 6.3%.

 

Preocupación

Para la economista Cristina Verdesoto esta brecha de desempleo que afecta en mayor medida a la mujer trae consigo varias consecuencias entre ellas y la más preocupante es la dependencia económica de las mujeres con sus parejas y por ende el riesgo de violencia de género.

A decir de la experta estos índices se demostraron ya en el estudio ‘Data For Equality’, desarrollado por la Organización y Promoción de la Economía Violeta (OPEV), donde se indica que durante la pandemia el 66% de mujeres se quedó sin empleo.

De ellas el 73% actualmente estaría dependiendo económicamente de sus parejas.

Así el 26% de las mujeres que se ha quedado sin empleo, en la actual crisis, se ha dedicado exclusivamente a las tareas del hogar.

 

CIFRA: 6.5% es la tasa de desempleo en las mujeres en el Ecuador.

 

Adicionalmente, se anota la brecha salarial como otro de los inconvenientes dentro del ámbito laboral de las mujeres.

Desde el INEC se dio a conocer que, hasta septiembre de este año, el ingreso promedio de un hombre con empleo fue de alrededor de 327 dólares y el de una mujer fue de más o menos 279 dólares.

Para la psicóloga Edith Villegas, estas cifras son preocupantes, ya que con la dependencia económica se abren espacios para que se generen otro tipo de problemas como la violencia, la que en muchos casos se calla pues es el hombre el proveedor del sustento de los hogares.  (FCT)