Ocho beneficios de consumir ajo

El ajo sirve no solo para condimentar las comidas sino que es un antibiótico natural.
IMPORTANTE. El ajo sirve no solo para condimentar las comidas sino que es un antibiótico natural.

De sabor fuerte y olor intenso, el ajo es uno de esos alimentos que casi podría considerarse tanto un condimento como una medicina.

Y es que sus cualidades nutricionales y sus efectos positivos son muchos y conocidos sobre todo en la medicina ancestral.

El uso y origen

El ajo es uno de una de esos ingredientes que no pueden faltar en la cocina y se remonta miles de años atrás.

Ya sea en crudo o cocinado en salsas, refritos, o cremas, el ajo es parte del recetario universal por méritos propios.

Su sabor único transforma cualquier plato aportándole un extra de sabor, una excepcional calidad nutricional e importantes beneficios para el organismo.

El secreto está en sus compuestos azufrados (como la alicina) y otras sustancias que, al combinarse, protegen la salud de varias maneras.

Incidencia en la salud

La mejor manera de aprovechar las virtudes medicinales del ajo es consumirlo en crudo pues algunos beneficiosos compuestos volátiles desaparecen cuando lo cocinan.

Para suavizar su sabor debe cortárselo por la mitad y retirar el germen verde de su interior.

También dejarlos en remojo, pelados, un par de horas.

Para evitar el mal aliento que puede provocar en crudo masticando unas hojas de perejil o de menta. También puedes tomar un poco de miel con zumo de limón cuando hay afecciones respiratorias.

Debe tomar en cuenta

Aunque sus beneficios son muchos, el ajo también tiene algunas contraindicaciones que pueden afectar la salud si no lo consume de manera prudente y bajo prescripción médica.

Si tiene tendencia a sufrir hemorragias  no debe consumirlo porque debido a su efecto vasodilatador hace que la sangre fluya con mayor rapidez.

En casos en los que haya deficiencia de ácidos gástricos puede que no se digiera bien y provoque flatulenci y provoca ardores de boca, esófago y estómago.

En cuanto a las posibles interacciones con fármacos, puede elevar el riesgo de sangrado si se administra junto a anticoagulantes como el ácido acetilsalicílico u otros.

Tampoco es recomendable si se sigue un tratamiento con hipoglucemiantes, dado que el ajo acentuaría la hipoglucemia.

Durante el embarazo y la lactancia se aconseja evitar el consumo de grandes cantidades de ajo, ya que puede estimular el útero o provocar incluso un aborto. (CNS)