Nuevas formas de aprendizaje e interacción

Cambio. A pesar de la poca conectividad los niños interactúan en línea.

Desde el 13 de marzo de 2020 y con el inicio de la emergencia sanitaria, los niños y adolescentes ya no asisten a una institución educativa y ahora se han volcado a la educación desde sus hogares, tratando de acceder a los contenidos y tareas a través de internet y materiales impresos que facilita el sistema educativo.

Los pequeños explican y muestran que esto no ha sido nada fácil, sin embargo, de a poco han tenido que adaptarse a la nueva realidad.

Daniela, de 8 años, recuerda que antes tenía que madrugar para ir a clases, se levantaba temprano, tomaba un bus, en medio del ‘corre, corre’ disfrutaba del viaje hasta su escuela y sobre todo de los amigos que conoció en las aulas, así como de las maestras.

Recién iba acostumbrándose a este trajín hasta que llegó el coronavirus. El cambio brusco dificultó no solo el aprendizaje, sino también la interacción de los niños.

Daniela asegura que extraña salir y disfrutar con sus amigas, pero de a poco va adaptándose a las nuevas exigencias. “Me gusta conectarme a la clase de educación física y saltar la cuerda, ver a mis amigos saltando me gusta”, dijo.

Según los padres de Daniela, el cambio ocasionó incluso depresión, por lo que tuvieron que ver nuevas alternativas con la utilización de la tecnología. Hoy la pequeña asiste a cursos virtuales de canto, baile e incluso teatro. “Si bien es complicado estar pendiente de la niña todo el día por toda la basura que hay en internet, pero es necesario que se adapte a esta nueva forma de aprender”, comentó su madre. (FCT)