Jaime Israel T., es el asesino de una niña que tenía apenas 3 años cuando la mataron. El Tribunal de Garantías Penales lo condenó a 22 años de prisión.
El criminal, era el padrastro de la menor, en el delito también estaba involucrada Wendy C., la madre, sin embargo, el Tribunal consideró que las pruebas en su contra fueron insuficientes y confirmó su inocencia. Fiscalía apelará a esta decisión.
Muerte
La noche del miércoles 22 de abril de 2020, la pequeña fue llevada hasta el Hospital General Docente Ambato. La niña habría llegado muerte y cubierta de golpes. Tenía varios hematomas en su cuerpo y su labio lastimado.
El padrastro y la madre aseguraron que las heridas fueron provocadas durante una caída que la menor tuvo en días pasados, dijeron también que se había ahogado comiendo una sandía.
Todo este cuento, fue una invención para salir librados de lo que se después se comprobó. La autopsia médico-legal determinó que la menor murió por un trauma craneoencefálico, hemorragia interna y contusión cerebral ocasionadas por sacudidas repetidas.
La víctima presentaba el síndrome de niño maltratado es decir tenía varios signos de que era golpeada con frecuencia y también tenía desnutrición.
Proceso
En la audiencia de evaluación y preparatoria de juicio se determinó la investigación para el padrastro y la madre, sin embargo, en la audiencia de juicio solo se declaró culpable a Jaime Israel T.
Dentro de las averiguaciones se descubrió que la niña de 3 años apenas articulaba palabras, que era obligada a doblar la ropa, a barrer y cuando no lo hacía recibía golpes en su cabeza.
En la audiencia, la fiscal Lorena Cárdenas presentó certificaciones de los antecedentes de violencia intrafamiliar del sentenciado, el informe psicológico que determinó una mala relación entre la niña y su padrastro, y testimonios que ratificaron una muerte violenta.
Datos
Según la Encuesta de la Situación de la Niñez y Adolescencia, realizada por Unicef y el Observatorio Social del Ecuador en 2019 el 47% de los niños, niñas y adolescentes que viven en el Ecuador recibieron algún tipo de maltrato por parte de sus padres.
Cuatro de cada 10 sufre de insultos, burlas, encierros o alguna vez sus padres los dejaron sin comer, para impartirles “obediencia y disciplina”. (APQ)