Un clásico en la víspera de la Navidad es el armado del pesebre, representación religiosa en la que se suelen utilizarse varios recursos naturales que actualmente están prohibidos.
El Ministerio del Ambiente y Agua del Ecuador tiene como objetivo regular la extracción ilegal de las especies de musgos que son fundamentales para el ecosistema, razón por la cual llevan a cabo la campaña denominada ‘Navidad Sin Musgo’.
La remoción de esta especie afecta la dinámica poblacional del ecosistema y desequilibra el ciclo hidrológico en su asentamiento. Además, disminuye los recursos de agua y la desprotección, desertificación y erosión de los suelos.
Las ‘barbas de viejo’ captan los minerales de lluvia, del agua de neblina y proveen de nutrientes al suelo, así como a los animales que viven o se abastecen de estas plantas. Por ejemplo, los colibríes lo usan para hacer sus nidos.
En Ecuador se sanciona el comercio de musgo extraído directamente de los páramos y bosques con una pena privativa de libertad de uno a tres años.
Actualmente las autoridades encargadas de la regulación realizan controles en plazas, mercados y almacenes para evitar el comercio ilegal de estas especies. (RMC)