La educación fue una de las tareas más laboriosas dentro de Ambato y de la nueva república que intentaba consolidarse, pues hasta 1842 no se encontraba una escuela de acceso público para quienes habitaban Tungurahua, incluso después de la fundación del Colegio Nacional Bolívar no se tenía el libre acceso y se tuvo que esperar varios años para que este pueda funcionar de forma normal.
Antes de que la primera escuela fuera fundada solo las personas que pertenecían a la clase alta podían aprender a leer y escribir, pues eran los únicos con la capacidad económica para contratar maestros particulares, no existían maestros de oficio en la ciudad y cualquier persona que supiera leer o escribir trataba de enseñar a los niños, en muchos casos eran militares o cualquier persona que tuviera noción de las letras.
Simón Bolívar proclamó varios discursos llenos de progresismo e intenciones de que la educación pudiera llegar a todos los ciudadanos, esto se vio reflejado en lo que hoy es Colombia, pero muy poco se hizo en lo que se conocía como el Departamento del Sur al cual pertenecía Ambato.
Mientras tanto en ciertos sectores de lo que hoy es Ecuador la educación se mantenía aún en manos de los religiosos como los Franciscanos y Dominicos.
El 20 de febrero de 1836 Vicente Rocafuerte dictó el decreto mediante el cual se organizaba la educación pública y se creó la Dirección General de Estudios, sin embargo, ninguna de estas acciones fueron efectivas en Ambato que seguía manteniendo una sola escuela que no tenía el carácter de pública.
Esta escuela era la del maestro Romero que funcionaba en una tienda ubicada en la calle Bolívar entre Martínez y Lalama, donde aprendió sus primeras letras Juan Montalvo y que fue conocidas por Vicente Rocafuerte sin que este hiciera nada por mejorar el espacio.
Primera escuela fiscal de Ambato
El 15 de diciembre de 1842 se reunieron en la Casa Municipal el corregidor del cantón, Don Javier Villagómez, los alcaldes municipales, quien iba a ser el director de la escuela Ignacio Holguín, padres de familia y 60 niños que iban a integrarla.
Todo quedó registrado en una acta que reza lo siguiente: “En la villa de San Juan de Ambato a los quince días del mes de diciembre de mil ochocientos cuarenta y dos: Reunidos en la Casa Municipal donde existe el local de escuela elemental”.
Para 1846 también ya funcionó una escuela de niños y se instauró los horarios de clases que en la mañana iban desde las 06:00 hasta las 08:00 había un receso para que los estudiantes salgan a comer y regresaban de 09:00 a 11:00, por la tarde las clases se realizaban de 14:00 a 17:00.
Debido al aumento de alumnos en 1848 se creó una nueva escuela en el barrio San Francisco en donde hoy se encuentra la iglesia de la Medalla Milagrosa. En aquella época el Consejo Municipal de Ambato tenía que atender las necesidades de todo lo que es Tungurahua, para el 27 de noviembre de 1847 se crea la primera escuela en Baños de agua Santa que en aquel tiempo era parroquia de Ambato.
El primer colegio fiscal
Dentro de todo este intento para que la educación llegue a la ciudad y sea accesible para todos aparece el Colegio Nacional Bolívar que marca una pauta, pues antes quienes querían continuar con sus estudios en la secundaria debían trasladarse a Quito, Riobamba o Latacunga.
Francisco Joaquín Lalama Constante es quien reúne a varias personas en su casa y les habla de la idea de crear un colegio al cual puedan asistir sus hijos, además, ofrece donar un pedazo de terreno en lo que hoy es el parque Cevallos, así y luego de llegar al acuerdo de cada uno de los asistentes donaría tres pesos y nace en 1859 el Colegio Nacional Bolívar.
En la Asamblea Constituyente de 1860 a más de la creación de la provincia de Ambato se logró concebir un informe favorable para que se creará el Colegio Nacional Bolívar, esto no fue bien visto por el presidente García Moreno, pues no le agradó la idea de crear un colegio laico.
Después del golpe de estado de 1870 García clausuró el Colegio Nacional Bolívar con el pretexto de que carecía de fondos y teniendo como antecedente que a él nunca le pareció que Ambato tenga un centro educativo fiscal.
En 1874 se estableció una junta directiva que se hizo cargo del colegio desde la autogestión y el plantel comenzó a funcionar el 27 de septiembre de 1874, gracias a la iniciativa de Don Pío López, quien se hizo cargo de dictar todas la clases de manera gratuita. Fue él quien también gestionó los bienes del clérigo Juan Chiriboga para que pasaran al colegio, entre estas propiedades Ficoa.
En 1878 reabrió sus puertas en su propio local y desde ahí se constituyó en un espacio dedicado a la educación.
Una universidad pública para la ciudad
En la construcción de una provincia que tenga los servicios ideales para su desarrollo la educación superior se había convertido en una necesidad que crecía cada día, pues los bachilleres debían ir hasta Quito para poder acceder a la universidad.
Es así que el 18 de abril de 1969 nace la Universidad Técnica de Ambato, que tiene sus inicios en lo que fue el Instituto Superior de Contabilidad Gerencia y Técnica Industrial.
Carlos Toro Navas fue quien presidio el primer Consejo Universitario y luego de la primera asamblea universitaria se nombró a Víctor Cabrera Guzmán como vicerrector.
Para el historiador Gerardo Nicola Garcés la fundación de la Universidad Técnica es uno de los hitos más grandes en estos 200 años de independencia, que aportó al desarrollo social, cultural y educativo, no solo de Tungurahua, sino de todo el centro del país y del Ecuador.
Antes de que la Universidad Técnica sea fundada ya existieron propuestas para tener una institución de educación superior en la ciudad, para esto se reunieron varios pensadores y propusieron que inicie los trámites para la instauración de la ‘Universidad Bolivariana’, y fue en 1952 cuando se llevó un cabildo abierto donde se propuso que se tome en cuenta este proyecto.