Españoles destruyen y saquean Ambato

Así como la independencia fue un proceso largo, tampoco terminó el 12 de noviembre, pues a la siguiente semana la ciudad estuvo cerrada, los españoles regresaron y saquearon, destruyeron e incendiaron Ambato, lo que se tradujo en dos años de conflicto y de mano dura de la corona española.

Urdaneta llegaba desde Guayaquil ‘liberando’ los territorios que se encontraban a su paso, de ahí que las fechas de independencia de las provincias del centro del país son a día seguido, pero de manera inmediata los españoles rehacen sus filas y retoman el control de ciudades como Riobamba y saquean Ambato.

Enfrentamientos

Luego del 12 de noviembre Ambato sufrió duros golpes de los españoles que cortaron el paso de suministros, lo que provocó que la ciudad pase hambrunas y escasez de ciertos productos que llegaban desde otras provincias, situaciones que duraron hasta abril de 1822 cuando los españoles desalojaron varios territorios.

Un punto en el que coinciden historiadores, es que la independencia no es solo de Ambato, pues hay que recordar que hasta ese tiempo todo el territorio de Tungurahua eran parroquias de Ambato.

Luego de la independencia, el Coronel García del ejército libertario marchó hacía Quito con el apoyo de soldados de Ambato y de Píllaro, al llegar a Mulaló se enteró de que un ejército real compuesto por mil hombres venía con dirección a Ambato, y decidió regresar a dar la alerta a Urdaneta y prepararse para la defensa.

Con esta alerta la ciudad quedó desierta debido a que los hombres pasaron a engrosar las filas del ejército defensor, mientras que las mujeres, niños y ancianos evacuaron Ambato y fueron puestos a buen recaudo.

Derrota

Urdaneta con su ejército que alcanzaba los mil 800 hombres tomó posesión de un sector de Huachi, encontrándose con el ejército español que luego de atravesar Izamba y escalar las pendientes se confrontaron el 22 de noviembre de 1820.

Este ejército que se enfrentó a los españoles estaba compuesto por ambateños y pillareños, comandados por Cipriano Delgado, luego de una hora de feroz combate, el ejército libertario tuvo más de 500 bajas, mientras que el de los españoles no pasaron de las 60 entre muertos y heridos.

Este ejército español es el que bajó hasta Ambato, quemó casas, violó mujeres, mató a niños y ancianos, además, de iniciar una feroz persecución de quienes vivían en esta tierra. Se fusilaron también a 180 prisioneros entre ellos el Cacique de Píllaro Manuel Cañar.

Un grupo de lanceros españoles fue hasta Píllaro en persecución de los patriotas, un grupo de mujeres de la localidad los recibió e invitó a que pasen a una de las casa para alimentarlos y agradecerles, aquí se repartieron panecillos y aguado de Píllaro hasta que estos quedaron ebrios, lo que fue aprovechado por los pillareños que esperaban escondidos para desarmarlos y robar sus caballos.

Heroína

Aquí aparece un nombre muy poco conocido, pero con un tremendo significado, Gertrudis Esparza, quien salvó a las mujeres que embriagaron a los soldados españoles que iban en persecución de los pillareños del ejército libertario.

Gertrudis reunió a perseguidos, parientes y vecinos, destruyó los puentes de Quillán, Guapante y Culapachán, fabricó un puente falso en Patsucul. Confeccionaron un grupo de muñecos a los que vistieron de hombres y ordenaron como si fueran cuadros de guerrillas, recogieron caballos y mulas, montaron sobre ellos los muñecos que simulaban un grupo de lanceros.

Al llegar el ejército desde Ambato cayeron en el puente falso, además, de disparar contra los muñecos que simulaban lanceros, fueron derrotados gracias a la iniciativa de esta heroína, de la cual se ha escrito muy poco o casi nada en la historia de la independencia.