Una sola renuncia por la tragedia

La ministra libanesa de Información, Manal Abdel Samad, dimitió ayer al considerar que sigue habiendo «resistencia» a aceptar los cambios que exige la población.

La ministra pidió perdón en la nota “a los libaneses que no han podido alcanzar su aspiraciones”.

Adbel Samad fue nombrada para el cargo en enero, como parte del Gobierno del primer ministro Hassan Diab, que asumió el poder tras la renuncia de Saad Hariri como consecuencia de las masivas protestas de octubre contra el régimen por la grave crisis que atraviesa el país.

La organización política de Líbano debía dividirse el poder entre cristianos, musulmanes sunitas y musulmanes chiitas; en la práctica hoy pugnan dos partidos políticos, el uno con respaldo y financiamiento de Arabia Saudita y EE.UU., el otro de Hizbulá, Irán y Siria. El sistema religioso tripartito quedó en el olvido.