Correa, “un Bucaram con PhD”

La frase fue de un ex colaborador de Rafael Correa, hoy prófugo de la justicia: el exdirector del IESS, Ramiro González, en la campaña electoral de 2006, como binomio de León Roldós, en la alianza de Izquierda Democrática y el Socialismo. Se sabe lo que pasó con los socialistas (algunos se hicieron “sociolistos” en la década del terror) y los naranjas de Rodrigo Borja acabaron “fundidos” con el correísmo.

Muchas similitudes entre “el loco que ama”, apodo de Abdalá, y el “loco del ático belga”, como se conoce a Correa. Ambos han hecho política desde el exilio. Bucaram insistió 20 años (hasta que prescribieron sus juicios) “que lo dejen volver”. Correa quiere regresar (“si le dejan”), pero debe lograr anular los juicios en su contra para ser candidato. En el caso de RC, los delitos que se le imputan no prescriben.

Ambos son políticos de tarima, canto, grito e insulto. Instalaron a sus panas en puestos claves del poder, para hacer y deshacer, de acuerdo con los intereses del caudillo. Los diferencia el lugar del exilio: la calurosa Panamá para Abdalá y la melancólica Lovaina para el inefable “caretuco”.

Bucaram duró seis meses en el poder, pero hubo mucha corrupción. Se recuerda su fuga con costales de dinero, los dislates de Adum en el ministerio de Energía, el millón de Jacobito en las aduanas, la tesis plagiada de Sandra Correa o los calzoncillos del ministro Estrada, entre otros episodios. Correa dejó diez años de corrupción, además de empobrecer al país con su tecno populismo.

Bucaram encarnaba “la cachetada del pueblo a la oligarquía” cuando derrotó a Nebot en 1996. Correa fue lo contrario a la “partidocracia”, como un clamor de la gente tras el colapso de la economía en 1999. Los dos fueron educados en colegios religiosos particulares de Guayaquil.

El gobierno de Bucaram fue catalogado como el “más corrupto de la historia”…hasta el correísmo. El roldosismo derivó en el “tecno roldosismo” de la “revolución” ciudadana. Ambos personajes y sus gobiernos encarnaron la miseria de la política y la corrupción: abuso de dineros públicos, negociados, peculados, robos, diezmos, sobornos, aviones presidenciales, avionetas en fuga y amigos cercanos influyentes. Actualmente tienen lazos en el “reparto de hospitales”.

Bucaram escapó en el 97. Correa no, porque mantiene poder en la justicia y en el legislativo, donde sus “camaradas de estómago agradecido” le rinden venias. Correa y Bucaram son casi lo mismo, la diferencia la hace un PhD, que obtuvo el “loco del ático” sin saber bien francés ni inglés…