LA TRANSPARENCIA Y EL MIEDO

La insistencia de confinarnos en absoluto aislamiento social ha cambiado la vida cotidiana de casi todos los ecuatorianos.

Comercios cerrados en calles vacías, niños guardados en casa, la vida privada volcada a las redes sociales y el WhatsApp; en el lapso de una semana, constituyen la nueva realidad del país.

Existe un flujo abrumador de información, mucha de la cual está plagada de mitos y mentiras. La población entra en un estado de ansiedad propio de la circunstancia, pero los números de contagiados y muertes continúan al alza.

No existe consenso sobre la efectividad del aislamiento social en detener la propagación del Covid-19; en el mejor de los casos, la medida servirá para demorar las tasas de contagio y no colapsar el sistema de salud. El Gobierno anunció ayer la ampliación del toque de queda: nadie podrá salir de sus casas a partir 14:00, pero la paralización del sistema productivo durará mientras aguante la economía.

Circulan por internet mensajes de alerta sobre el abastecimiento, sobre el equipamiento disponible para la protección de trabajadores en hospitales, centros de salud, fuerza pública, incluso trabajadores de empresas privadas que contribuyen a la cadena productiva. Todo parece indicar que no llegaremos a un desabastecimiento de alimentos básicos; agricultores y empresas de la cadena alimentaria continúan trabajando.

¿Hasta dónde podemos usar el miedo como medida preventiva y desde cuando nos empieza a desarticular?

Como sociedad, debemos continuar buscando caminos para mantener la cohesión. Este es el reto.

“Cuando deseas con firmeza alguna cosa es porque nació en el alma del Universo: es tu misión en la Tierra”.

Paulo Coelho

Escritor brasileño (1947)

“Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama”.

Miguel de Cervantes

Escritor español, (1547-1616)