La belleza ambateña captada por una familia

Legado. Luis Antonio Sánchez y Santiago Sánchez, su hijo, mantienen viva la tradición de fotografiar a las candidatas.
Legado. Luis Antonio Sánchez y Santiago Sánchez, su hijo, mantienen viva la tradición de fotografiar a las candidatas.

Existen momentos únicos en la Fiesta de la Fruta y de las Flores, momentos que para muchos pasan desapercibidos, pero que para pocos son instantes inolvidables que quieren que se plasme para el recuerdo, el deleite y la añoranza.

Es así que la fotografía forma parte importante de la Fiesta Mayor de los ambateños sobre todo para las candidatas y posteriores reinas de la ciudad.

Con más de 60 años de permanecer cerca de las candidatas al reinado y en todos los actos de la fiesta, la familia Sánchez se ha convertido en los artífices de la imagen de la belleza ambateña.

De la mano de don Luis Antonio Sánchez desde 1960 y ahora con su hijo Santiago Sánchez están encargados de realzar la imagen de las mujeres que se proponen obtener la corona.

Historia

Los ojos de Luis Antonio Sánchez, fotógrafo, brillan al recordar cómo nació para él esta pasión, pues antes de descubrirla era un empleado en una empresa en Quito.

“Yo me inicié en el año 1960, comenzó como algo inesperado”, aseguró al tiempo de relatar que frecuentaba un gabinete de belleza denominado ‘Gina’ de propiedad de su hermana, ahí evidenciaba el retoque que ella daba a sus clientas y la alegría que eso les provocaba.

Sánchez contó que ahí empezó a retratar a la gente, clientas de su hermana que le solicitaban que les ayude con las fotografías. “Ahí empecé colocando mi laboratorio fotográfico en un rincón del gabinete de belleza”, dijo.

Luis recuerda que al principio trabajaba con fotos instantáneas a blanco y negro, luego se enamoró de esta profesión y vio que el arte corría por sus venas, por lo que decidió invertir en especialización y equipos.

“Con el pasar del tiempo hemos ido superándonos, he asistido a cursos de fotografía en Panamá, Estados Unidos, Venezuela”, aseguró.

Para el fotógrafo anteriormente era necesario especializarse y tener pasión para esta labor.

Mostrando sus manos dijo que las tiene algo deterioradas ya que antiguamente se trabajaba con muchos químicos para revelar una fotografía, además, aseguró que se exigía mucha precisión, pues se requería de rollos en los cuales se tenía un límite de capturas. “Ahora es que las cosas son fáciles”, explicó.

Paso generacional

Con el paso del tiempo los años fueron tomando factura a don Luis por lo que su hijo, Santiago, tomó la posta, quien aseguró que siempre estuvo inmiscuido en la fotografía por influencia de su padre, sin embargo, tras buscar una carrera universitaria se inclinó por la Ingeniería en Sistemas en la que se graduó.

‘La pasión y la sangre llama’, dicen, es por ello que años más tarde se rencontró con esa pasión.

A decir de Santiago el conocimiento adquirido en cuanto a la ciencia informática en su carrera le sirvió de mucho para actualizar los procesos en el viejo oficio de la fotografía.

Para él la transición de lo análogo a lo digital fue un proceso que lo tomó con mucha naturalidad y aunque no le resultó muy difícil mencionó que son mundos bastante distintos.

“La gente me considera el fotógrafo de las reinas”, dijo con gran alegría, mientras explicaba que él también ha salido del país para especializase en este arte.

Pasión

Tanto para Luis como para Santiago lo más importante para captar una fotografía de las candidatas o de las reinas es la confianza, un sentimiento que debe fluir entre el fotógrafo y su cliente.

“En una fotografía se puede reflejar la personalidad de alguien”, comentó Luis, mientras que para Santiago “aunque hay chicas que no se sienten cómodas frente a una cámara somos nosotros quienes debemos generar ese ambiente”, comentó.

Para Santiago actualmente con el ‘boom’ de los celulares todos tienen una cámara y por lo mismo el trabajo fotográfico cada día es más exigente, ya que entra en juego todos los elementos.

Él contó como una anécdota que no le gusta que ingrese mucha gente al estudio fotográfico, ya que eso causa tención en su cliente. “A veces los padres, los novios o las mismas madres de las chicas empiezan a exigir cosas provocando la impaciencia”, afirmó. (FCT)

Retoque

Mostrando una de las fotografías de antaño, donde inició la fotografía grupal de las candidatas, Luis Antonio Sánchez recuerda que el trabajo de retoque era un verdadero arte que se lo desarrollaba en el revelado de las fotografías, en el famoso cuarto obscuro.

“Se realizaba un proceso de retoque en negativo, a través de la luz con un lápiz especial. Este lápiz tenía una punta como una aguja y a base de puntitos se le iba cubriendo la imperfecciones que no querían”, comentó.

Según Sánchez este trabajo llevaba muchas horas de trabajo y esfuerzo en el cuarto destinado para ello, razón por la cual surgieron los famosos ‘laboratorios fotográficos’. “Era un verdadero arte”, dijo.

Tradición de la FFF

Una de las fotos de Luis Antonio Sánchez refleja la participación de los barrios en la Fiesta de la Fruta y de las Flores.

Según relató no solo en cada una de las actividades y eventos sociales, sino también en la elección de la Reina de Ambato donde se evidenciaba una sana competencia entre las candidatas que eran precisamente las representantes de cada barrio.

“La alegría de las chicas permitía una competencia jovial, sana, de compañerismo”, aseguró al tiempo de rememorar que fue por ello que nació la idea de realizar una foto grupal de la candidatas.