Cosechamos lo sembrado

El caso ‘Sobornos’ comienza a inquietar a la opinión pública por la alta temperatura verbal y anímica que se respira en la sala de la Corte Nacional de Justicia donde se ventila. Aparecen nuevas maniobras para obstaculizar su desarrollo y “poner contra la pared” a la Fiscalía. Lo cierto es que ahora cosechamos lo que durante años se sembró en el sentido de judicializar la política y politizar la Justicia.

La relación entre los jueces y los abogados de la defensa se ha vuelto áspera y, al mismo tiempo, sembrada de inconsistencias. Se ha llegado al extremo de que los jueces han tenido que reclamar que se les respete. Vale recordar que los jueces deben actuar en el curso de un proceso, sobre la base de las garantías constitucionales que les amparan en su desempeño, garantías que para los litigantes constituyen líneas rojas inviolables.

A los jueces se les ve incómodos ante las maniobras de los abogados que se empeñan en colocar una y otra barrera legal, para impedir que el proceso devele de una vez lo que, a todas luces, es para la opinión pública un abultado e irrebatible caso de corrupción. Hemos pasado por suspensiones por ausencia de abogados o por enfermedad, recusación de jueces, impugnación de expertos y sorprendentes cambios de testimonios.

Precisar los hechos relevantes, el ordenamiento de las normas aplicables e interpretarlas de acuerdo con unos métodos preestablecidos es función del tribunal constituido. Juzgar no es hacer justicia según la voluntad del juez sino de conformidad con la Ley, lo que incluye el respeto por las partes a las reglas de comportamiento ya establecidas. El caso ‘Sobornos’ aún está “en pañales”, pero se percibe un empeño porque se quede en eso.


Para todo problema humano hay siempre una solución fácil, clara, plausible y equivocada”. Henry-Louis Mencken Periodista y escritor estadounidense (1880-1956)

El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad, altas como el cielo”. Alfred Victor de Vigny Escritor francés (1797-1863)