Queman el cuarto de una niña por una posible venganza en Píllaro

INCENDIO. Las cosas quedaron destruidas tras este flagelo.
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Blanca Toapanta, de 56 años, seca sus lágrimas con sus manos mientras mira al cielo pidiendo a Dios que tenga compasión de su familia, ella cree que el incendio que ocurrió en la segunda planta de su casa solo es una pesadilla, pero uno de los cuartos quedó en cenizas.

Ventajosamente Blanca, sus hijas y nietos estaban en el bautizo de uno de sus familiares a dos cuadras del inmueble, según la mujer sería una persona cercana la que habría ingresado a su hogar para robar y quemar las cosas.

La voz se le quiebra al mencionar que dejó hasta de comer por varias ocasiones para reunir cerca de 500 dólares, con el fin de pagar una deuda del mismo hombre que hoy casi le deja en la calle, quien sería su yerno.

La mujer aseguró que fueron sus vecinos del barrio San Bartolomé del centro de Píllaro, los que le avisaron a sus hijas de este incendio, al que ventajosamente los bomberos del cantón lograron socorrer a tiempo.

“No sé cuántos ingresaron, pero lo hicieron por la parte de atrás de la casa, los delincuentes hicieron un hueco en la puerta para finalmente cometer sus más bajos instintos. Tuve que vender mi ‘carguita’ de frutas, para pagar la deuda, pero se llevaron toda la plata”, contó la dueña.

La afectada reveló que cuando llegó ya estaba la Policía Nacional y los integrantes del Cuerpo de Bomberos de Píllaro, quienes sofocaron las llamas.

Uno de los televisores quedó incinerado, al igual que la cama, los muebles y otros accesorios del cuarto. Mientras que del otro dormitorio, habrían rebuscado todos los cajones, con el fin de encontrar más dinero. Pero finalmente se sacaron ropa, zapatos, un DVD y varios electrodomésticos.

“Me quedé en estado de shock al ver el humo y también me desmayé, al momento que abrí mis ojos estaba sentada en el agua”, dijo Paulina Pujos, hija de la dueña de casa.

Posteriormente Pujos mencionó que para quemar el cuarto rociaron gasolina, con la que pretendieron quemar toda la casa, pero gracias al arribo de las unidades lograron evitar una desgracia mayor.
Tanto Blanca como Paulina coinciden que en este caso habría un sospechoso que ocasionó este incendio, “no es mucho tiempo que le capturamos con una boleta de apremio y en venganza a eso ocasionó este reprochable hecho como venganza, él nos dejó con 22.000 dólares de deuda, la que aún no hemos podido pagar”, aseguraron.

Los habitantes de esta casa denunciarán este hecho, hoy en la Fiscalía de Píllaro. (EV)

Blanca Toapanta, de 56 años, seca sus lágrimas con sus manos mientras mira al cielo pidiendo a Dios que tenga compasión de su familia, ella cree que el incendio que ocurrió en la segunda planta de su casa solo es una pesadilla, pero uno de los cuartos quedó en cenizas.

Ventajosamente Blanca, sus hijas y nietos estaban en el bautizo de uno de sus familiares a dos cuadras del inmueble, según la mujer sería una persona cercana la que habría ingresado a su hogar para robar y quemar las cosas.

La voz se le quiebra al mencionar que dejó hasta de comer por varias ocasiones para reunir cerca de 500 dólares, con el fin de pagar una deuda del mismo hombre que hoy casi le deja en la calle, quien sería su yerno.

La mujer aseguró que fueron sus vecinos del barrio San Bartolomé del centro de Píllaro, los que le avisaron a sus hijas de este incendio, al que ventajosamente los bomberos del cantón lograron socorrer a tiempo.

“No sé cuántos ingresaron, pero lo hicieron por la parte de atrás de la casa, los delincuentes hicieron un hueco en la puerta para finalmente cometer sus más bajos instintos. Tuve que vender mi ‘carguita’ de frutas, para pagar la deuda, pero se llevaron toda la plata”, contó la dueña.

La afectada reveló que cuando llegó ya estaba la Policía Nacional y los integrantes del Cuerpo de Bomberos de Píllaro, quienes sofocaron las llamas.

Uno de los televisores quedó incinerado, al igual que la cama, los muebles y otros accesorios del cuarto. Mientras que del otro dormitorio, habrían rebuscado todos los cajones, con el fin de encontrar más dinero. Pero finalmente se sacaron ropa, zapatos, un DVD y varios electrodomésticos.

“Me quedé en estado de shock al ver el humo y también me desmayé, al momento que abrí mis ojos estaba sentada en el agua”, dijo Paulina Pujos, hija de la dueña de casa.

Posteriormente Pujos mencionó que para quemar el cuarto rociaron gasolina, con la que pretendieron quemar toda la casa, pero gracias al arribo de las unidades lograron evitar una desgracia mayor.
Tanto Blanca como Paulina coinciden que en este caso habría un sospechoso que ocasionó este incendio, “no es mucho tiempo que le capturamos con una boleta de apremio y en venganza a eso ocasionó este reprochable hecho como venganza, él nos dejó con 22.000 dólares de deuda, la que aún no hemos podido pagar”, aseguraron.

Los habitantes de esta casa denunciarán este hecho, hoy en la Fiscalía de Píllaro. (EV)

Blanca Toapanta, de 56 años, seca sus lágrimas con sus manos mientras mira al cielo pidiendo a Dios que tenga compasión de su familia, ella cree que el incendio que ocurrió en la segunda planta de su casa solo es una pesadilla, pero uno de los cuartos quedó en cenizas.

Ventajosamente Blanca, sus hijas y nietos estaban en el bautizo de uno de sus familiares a dos cuadras del inmueble, según la mujer sería una persona cercana la que habría ingresado a su hogar para robar y quemar las cosas.

La voz se le quiebra al mencionar que dejó hasta de comer por varias ocasiones para reunir cerca de 500 dólares, con el fin de pagar una deuda del mismo hombre que hoy casi le deja en la calle, quien sería su yerno.

La mujer aseguró que fueron sus vecinos del barrio San Bartolomé del centro de Píllaro, los que le avisaron a sus hijas de este incendio, al que ventajosamente los bomberos del cantón lograron socorrer a tiempo.

“No sé cuántos ingresaron, pero lo hicieron por la parte de atrás de la casa, los delincuentes hicieron un hueco en la puerta para finalmente cometer sus más bajos instintos. Tuve que vender mi ‘carguita’ de frutas, para pagar la deuda, pero se llevaron toda la plata”, contó la dueña.

La afectada reveló que cuando llegó ya estaba la Policía Nacional y los integrantes del Cuerpo de Bomberos de Píllaro, quienes sofocaron las llamas.

Uno de los televisores quedó incinerado, al igual que la cama, los muebles y otros accesorios del cuarto. Mientras que del otro dormitorio, habrían rebuscado todos los cajones, con el fin de encontrar más dinero. Pero finalmente se sacaron ropa, zapatos, un DVD y varios electrodomésticos.

“Me quedé en estado de shock al ver el humo y también me desmayé, al momento que abrí mis ojos estaba sentada en el agua”, dijo Paulina Pujos, hija de la dueña de casa.

Posteriormente Pujos mencionó que para quemar el cuarto rociaron gasolina, con la que pretendieron quemar toda la casa, pero gracias al arribo de las unidades lograron evitar una desgracia mayor.
Tanto Blanca como Paulina coinciden que en este caso habría un sospechoso que ocasionó este incendio, “no es mucho tiempo que le capturamos con una boleta de apremio y en venganza a eso ocasionó este reprochable hecho como venganza, él nos dejó con 22.000 dólares de deuda, la que aún no hemos podido pagar”, aseguraron.

Los habitantes de esta casa denunciarán este hecho, hoy en la Fiscalía de Píllaro. (EV)

Blanca Toapanta, de 56 años, seca sus lágrimas con sus manos mientras mira al cielo pidiendo a Dios que tenga compasión de su familia, ella cree que el incendio que ocurrió en la segunda planta de su casa solo es una pesadilla, pero uno de los cuartos quedó en cenizas.

Ventajosamente Blanca, sus hijas y nietos estaban en el bautizo de uno de sus familiares a dos cuadras del inmueble, según la mujer sería una persona cercana la que habría ingresado a su hogar para robar y quemar las cosas.

La voz se le quiebra al mencionar que dejó hasta de comer por varias ocasiones para reunir cerca de 500 dólares, con el fin de pagar una deuda del mismo hombre que hoy casi le deja en la calle, quien sería su yerno.

La mujer aseguró que fueron sus vecinos del barrio San Bartolomé del centro de Píllaro, los que le avisaron a sus hijas de este incendio, al que ventajosamente los bomberos del cantón lograron socorrer a tiempo.

“No sé cuántos ingresaron, pero lo hicieron por la parte de atrás de la casa, los delincuentes hicieron un hueco en la puerta para finalmente cometer sus más bajos instintos. Tuve que vender mi ‘carguita’ de frutas, para pagar la deuda, pero se llevaron toda la plata”, contó la dueña.

La afectada reveló que cuando llegó ya estaba la Policía Nacional y los integrantes del Cuerpo de Bomberos de Píllaro, quienes sofocaron las llamas.

Uno de los televisores quedó incinerado, al igual que la cama, los muebles y otros accesorios del cuarto. Mientras que del otro dormitorio, habrían rebuscado todos los cajones, con el fin de encontrar más dinero. Pero finalmente se sacaron ropa, zapatos, un DVD y varios electrodomésticos.

“Me quedé en estado de shock al ver el humo y también me desmayé, al momento que abrí mis ojos estaba sentada en el agua”, dijo Paulina Pujos, hija de la dueña de casa.

Posteriormente Pujos mencionó que para quemar el cuarto rociaron gasolina, con la que pretendieron quemar toda la casa, pero gracias al arribo de las unidades lograron evitar una desgracia mayor.
Tanto Blanca como Paulina coinciden que en este caso habría un sospechoso que ocasionó este incendio, “no es mucho tiempo que le capturamos con una boleta de apremio y en venganza a eso ocasionó este reprochable hecho como venganza, él nos dejó con 22.000 dólares de deuda, la que aún no hemos podido pagar”, aseguraron.

Los habitantes de esta casa denunciarán este hecho, hoy en la Fiscalía de Píllaro. (EV)