Llega la Navidad a Fundación Jóvenes Contra el Cáncer

ESPACIO. Los pequeños disfrutaron de momentos de felicidad.
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Como cada año, la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer festejó la Navidad junto a sus guerreros, que cada día luchan por ganarle la batalla a esta enfermedad.

El evento se realizó ayer en la sede social del barrio Bellavista. Hubo juegos, entrega de regalos, baile y música.

Para Patricia Robalino, voluntaria de la Fundación, compartir estos momentos se vuelve importante porque pueden intercambiar vivencias. “Lo que les pasa a unos y lo comunican es beneficioso para otros”, dijo Robalino.

La enfermedad

Vivir con cáncer suele ser una carga difícil de llevar. Pesa en el corazón, el cuerpo y la cabeza. El cáncer no solo ataca a quien lo padece, sino derrumba a su familia, que cuando se entera que la enfermedad está presente tiene que aprender a caminar distinto.

Así lo relató Jairo Jiménez, quien tiene 58 años y desde hace 10 lucha contra un cáncer de colon. “Cuando uno está enfermo todo alrededor cambia y la familia debe entender que desde ese momento las cosas pintan de otro color”, mencionó.

Es por eso que la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer, ayuda psicológica y emocionalmente a las personas que atraviesan esta enfermedad.

“Trabajar en la mente de una persona con cáncer es tan indispensable como atender la parte física y es ahí donde entramos nosotros, brindándoles apoyo integral a los pacientes y su familia”, dijo Robalino.

La Fundación

La Fundación Jóvenes Contra el Cáncer funciona desde hace 13 años, nació del corazón de un padre, Gustavo Dávila, que vivió la enfermedad con su hijo, Alex Dávila, quien a los 15 años tuvo cáncer a los huesos.

Resistió a la amputación de su hombro y a la cirugía de los dos pulmones. Y aún en esas condiciones, no dejaba de visitar a hospitales, se acercaba a otros chicos, les hablaba de la gratitud, la lucha y los derechos.

Alex murió en el 2006, pero su padre continuó con la labor. Dentro de los servicios que ofrece a nivel nacional la organización sin fines de lucro están: fortalecimiento psicológico, emocional y social; terapias de rehabilitación, capacitación y asistencia a cuidadores del paciente, redireccionamiento institucional con redes de apoyo, brigadas de esperanza, entrega de medicinas e inclusive transporte para realizarse los tratamientos.

María del Carmen Tarco, es la madre de Kevin Basurto de 19 años, quien padece de leucemia. “Esta enfermedad es muy dura, vivimos el día a día y la Fundación nos ha ayudado muchísimo en terapias psicológicas que son muy importantes porque es difícil enfrentar el cáncer”, dijo.

Además, la madre contó que cuando debe viajar a Quito la organización les da hospedaje y los pasajes.

Esta institución funciona en Ibarra, Quito, Santo Domingo, Latacunga, Guayaquil, Portoviejo, Manta, Cuenca, El Carmen, Patricia Pilar y Ambato.

Susana Grijalva, representante de la Fundación en Quito, informó que cualquier persona puede ser parte. “Solo deben comunicarse al 1-800 CÁNCER y nosotros estaremos gustosos de atenderles con mucho cariño y amor”, mencionó. (APQ)

Como cada año, la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer festejó la Navidad junto a sus guerreros, que cada día luchan por ganarle la batalla a esta enfermedad.

El evento se realizó ayer en la sede social del barrio Bellavista. Hubo juegos, entrega de regalos, baile y música.

Para Patricia Robalino, voluntaria de la Fundación, compartir estos momentos se vuelve importante porque pueden intercambiar vivencias. “Lo que les pasa a unos y lo comunican es beneficioso para otros”, dijo Robalino.

La enfermedad

Vivir con cáncer suele ser una carga difícil de llevar. Pesa en el corazón, el cuerpo y la cabeza. El cáncer no solo ataca a quien lo padece, sino derrumba a su familia, que cuando se entera que la enfermedad está presente tiene que aprender a caminar distinto.

Así lo relató Jairo Jiménez, quien tiene 58 años y desde hace 10 lucha contra un cáncer de colon. “Cuando uno está enfermo todo alrededor cambia y la familia debe entender que desde ese momento las cosas pintan de otro color”, mencionó.

Es por eso que la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer, ayuda psicológica y emocionalmente a las personas que atraviesan esta enfermedad.

“Trabajar en la mente de una persona con cáncer es tan indispensable como atender la parte física y es ahí donde entramos nosotros, brindándoles apoyo integral a los pacientes y su familia”, dijo Robalino.

La Fundación

La Fundación Jóvenes Contra el Cáncer funciona desde hace 13 años, nació del corazón de un padre, Gustavo Dávila, que vivió la enfermedad con su hijo, Alex Dávila, quien a los 15 años tuvo cáncer a los huesos.

Resistió a la amputación de su hombro y a la cirugía de los dos pulmones. Y aún en esas condiciones, no dejaba de visitar a hospitales, se acercaba a otros chicos, les hablaba de la gratitud, la lucha y los derechos.

Alex murió en el 2006, pero su padre continuó con la labor. Dentro de los servicios que ofrece a nivel nacional la organización sin fines de lucro están: fortalecimiento psicológico, emocional y social; terapias de rehabilitación, capacitación y asistencia a cuidadores del paciente, redireccionamiento institucional con redes de apoyo, brigadas de esperanza, entrega de medicinas e inclusive transporte para realizarse los tratamientos.

María del Carmen Tarco, es la madre de Kevin Basurto de 19 años, quien padece de leucemia. “Esta enfermedad es muy dura, vivimos el día a día y la Fundación nos ha ayudado muchísimo en terapias psicológicas que son muy importantes porque es difícil enfrentar el cáncer”, dijo.

Además, la madre contó que cuando debe viajar a Quito la organización les da hospedaje y los pasajes.

Esta institución funciona en Ibarra, Quito, Santo Domingo, Latacunga, Guayaquil, Portoviejo, Manta, Cuenca, El Carmen, Patricia Pilar y Ambato.

Susana Grijalva, representante de la Fundación en Quito, informó que cualquier persona puede ser parte. “Solo deben comunicarse al 1-800 CÁNCER y nosotros estaremos gustosos de atenderles con mucho cariño y amor”, mencionó. (APQ)

Como cada año, la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer festejó la Navidad junto a sus guerreros, que cada día luchan por ganarle la batalla a esta enfermedad.

El evento se realizó ayer en la sede social del barrio Bellavista. Hubo juegos, entrega de regalos, baile y música.

Para Patricia Robalino, voluntaria de la Fundación, compartir estos momentos se vuelve importante porque pueden intercambiar vivencias. “Lo que les pasa a unos y lo comunican es beneficioso para otros”, dijo Robalino.

La enfermedad

Vivir con cáncer suele ser una carga difícil de llevar. Pesa en el corazón, el cuerpo y la cabeza. El cáncer no solo ataca a quien lo padece, sino derrumba a su familia, que cuando se entera que la enfermedad está presente tiene que aprender a caminar distinto.

Así lo relató Jairo Jiménez, quien tiene 58 años y desde hace 10 lucha contra un cáncer de colon. “Cuando uno está enfermo todo alrededor cambia y la familia debe entender que desde ese momento las cosas pintan de otro color”, mencionó.

Es por eso que la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer, ayuda psicológica y emocionalmente a las personas que atraviesan esta enfermedad.

“Trabajar en la mente de una persona con cáncer es tan indispensable como atender la parte física y es ahí donde entramos nosotros, brindándoles apoyo integral a los pacientes y su familia”, dijo Robalino.

La Fundación

La Fundación Jóvenes Contra el Cáncer funciona desde hace 13 años, nació del corazón de un padre, Gustavo Dávila, que vivió la enfermedad con su hijo, Alex Dávila, quien a los 15 años tuvo cáncer a los huesos.

Resistió a la amputación de su hombro y a la cirugía de los dos pulmones. Y aún en esas condiciones, no dejaba de visitar a hospitales, se acercaba a otros chicos, les hablaba de la gratitud, la lucha y los derechos.

Alex murió en el 2006, pero su padre continuó con la labor. Dentro de los servicios que ofrece a nivel nacional la organización sin fines de lucro están: fortalecimiento psicológico, emocional y social; terapias de rehabilitación, capacitación y asistencia a cuidadores del paciente, redireccionamiento institucional con redes de apoyo, brigadas de esperanza, entrega de medicinas e inclusive transporte para realizarse los tratamientos.

María del Carmen Tarco, es la madre de Kevin Basurto de 19 años, quien padece de leucemia. “Esta enfermedad es muy dura, vivimos el día a día y la Fundación nos ha ayudado muchísimo en terapias psicológicas que son muy importantes porque es difícil enfrentar el cáncer”, dijo.

Además, la madre contó que cuando debe viajar a Quito la organización les da hospedaje y los pasajes.

Esta institución funciona en Ibarra, Quito, Santo Domingo, Latacunga, Guayaquil, Portoviejo, Manta, Cuenca, El Carmen, Patricia Pilar y Ambato.

Susana Grijalva, representante de la Fundación en Quito, informó que cualquier persona puede ser parte. “Solo deben comunicarse al 1-800 CÁNCER y nosotros estaremos gustosos de atenderles con mucho cariño y amor”, mencionó. (APQ)

Como cada año, la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer festejó la Navidad junto a sus guerreros, que cada día luchan por ganarle la batalla a esta enfermedad.

El evento se realizó ayer en la sede social del barrio Bellavista. Hubo juegos, entrega de regalos, baile y música.

Para Patricia Robalino, voluntaria de la Fundación, compartir estos momentos se vuelve importante porque pueden intercambiar vivencias. “Lo que les pasa a unos y lo comunican es beneficioso para otros”, dijo Robalino.

La enfermedad

Vivir con cáncer suele ser una carga difícil de llevar. Pesa en el corazón, el cuerpo y la cabeza. El cáncer no solo ataca a quien lo padece, sino derrumba a su familia, que cuando se entera que la enfermedad está presente tiene que aprender a caminar distinto.

Así lo relató Jairo Jiménez, quien tiene 58 años y desde hace 10 lucha contra un cáncer de colon. “Cuando uno está enfermo todo alrededor cambia y la familia debe entender que desde ese momento las cosas pintan de otro color”, mencionó.

Es por eso que la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer, ayuda psicológica y emocionalmente a las personas que atraviesan esta enfermedad.

“Trabajar en la mente de una persona con cáncer es tan indispensable como atender la parte física y es ahí donde entramos nosotros, brindándoles apoyo integral a los pacientes y su familia”, dijo Robalino.

La Fundación

La Fundación Jóvenes Contra el Cáncer funciona desde hace 13 años, nació del corazón de un padre, Gustavo Dávila, que vivió la enfermedad con su hijo, Alex Dávila, quien a los 15 años tuvo cáncer a los huesos.

Resistió a la amputación de su hombro y a la cirugía de los dos pulmones. Y aún en esas condiciones, no dejaba de visitar a hospitales, se acercaba a otros chicos, les hablaba de la gratitud, la lucha y los derechos.

Alex murió en el 2006, pero su padre continuó con la labor. Dentro de los servicios que ofrece a nivel nacional la organización sin fines de lucro están: fortalecimiento psicológico, emocional y social; terapias de rehabilitación, capacitación y asistencia a cuidadores del paciente, redireccionamiento institucional con redes de apoyo, brigadas de esperanza, entrega de medicinas e inclusive transporte para realizarse los tratamientos.

María del Carmen Tarco, es la madre de Kevin Basurto de 19 años, quien padece de leucemia. “Esta enfermedad es muy dura, vivimos el día a día y la Fundación nos ha ayudado muchísimo en terapias psicológicas que son muy importantes porque es difícil enfrentar el cáncer”, dijo.

Además, la madre contó que cuando debe viajar a Quito la organización les da hospedaje y los pasajes.

Esta institución funciona en Ibarra, Quito, Santo Domingo, Latacunga, Guayaquil, Portoviejo, Manta, Cuenca, El Carmen, Patricia Pilar y Ambato.

Susana Grijalva, representante de la Fundación en Quito, informó que cualquier persona puede ser parte. “Solo deben comunicarse al 1-800 CÁNCER y nosotros estaremos gustosos de atenderles con mucho cariño y amor”, mencionó. (APQ)