Garantía del voto

Iván Paredes

La democracia se sustenta en la libertad que tiene la población para elegir a sus representantes, para ello, el mismo sistema ha creado una entidad pública que garantice la elección, la misma que tiene el deber de asegurar un procedimiento eficaz y efectivo como base indiscutible de la forma de gobierno que se ha decidido y que, en la actualidad es el mejor método que la humanidad ha podido encontrar para asegurar la paz, la libertad y el respeto. Si lo dicho falla, estamos frente a una falsa democracia, o por lo menos, endeble que influye en el abuso y atropello de quienes buscan el poder político, generando la corrupción, es decir, el fin justifica los medios; es más, esto nos induce a la viveza representativa y, por supuesto, al desorden social con gobiernos faltos de liderazgo y carácter político, demostrando imposición y autoritarismo porque de lo dicho, carecen totalmente.

Al encargar tan delicada responsabilidad a un ciudadano, lo menos que se puede esperar es que todo el aparato electoral esté enmarcado en transparencia y honradez, pero eso no sucede, contratar asesores o incluir servidores públicos que no han adquirido estudios relacionados al cargo con demandadas judiciales mucho más de lo que podemos imaginarnos, defendiéndoles a primera vista, para luego explicar que no sabían de su pasado laboral y personal, resulta vergonzoso.

Quienes están al frente de la delicada labor de la administración y control gubernativo, porque siempre ingresan al espacio público personas con antecedentes oscuros, sin referirnos únicamente en asuntos penales, esto hace que la ciudadanía pierda su capacidad de reacción frente a los abusos y corrupción, sabemos que está mal, pero soportamos al sentirnos impotentes frente a la falsa estructura que han generado y si esto no cambia la corrupción campeará en la débil democracia.

Iván Paredes

La democracia se sustenta en la libertad que tiene la población para elegir a sus representantes, para ello, el mismo sistema ha creado una entidad pública que garantice la elección, la misma que tiene el deber de asegurar un procedimiento eficaz y efectivo como base indiscutible de la forma de gobierno que se ha decidido y que, en la actualidad es el mejor método que la humanidad ha podido encontrar para asegurar la paz, la libertad y el respeto. Si lo dicho falla, estamos frente a una falsa democracia, o por lo menos, endeble que influye en el abuso y atropello de quienes buscan el poder político, generando la corrupción, es decir, el fin justifica los medios; es más, esto nos induce a la viveza representativa y, por supuesto, al desorden social con gobiernos faltos de liderazgo y carácter político, demostrando imposición y autoritarismo porque de lo dicho, carecen totalmente.

Al encargar tan delicada responsabilidad a un ciudadano, lo menos que se puede esperar es que todo el aparato electoral esté enmarcado en transparencia y honradez, pero eso no sucede, contratar asesores o incluir servidores públicos que no han adquirido estudios relacionados al cargo con demandadas judiciales mucho más de lo que podemos imaginarnos, defendiéndoles a primera vista, para luego explicar que no sabían de su pasado laboral y personal, resulta vergonzoso.

Quienes están al frente de la delicada labor de la administración y control gubernativo, porque siempre ingresan al espacio público personas con antecedentes oscuros, sin referirnos únicamente en asuntos penales, esto hace que la ciudadanía pierda su capacidad de reacción frente a los abusos y corrupción, sabemos que está mal, pero soportamos al sentirnos impotentes frente a la falsa estructura que han generado y si esto no cambia la corrupción campeará en la débil democracia.

Iván Paredes

La democracia se sustenta en la libertad que tiene la población para elegir a sus representantes, para ello, el mismo sistema ha creado una entidad pública que garantice la elección, la misma que tiene el deber de asegurar un procedimiento eficaz y efectivo como base indiscutible de la forma de gobierno que se ha decidido y que, en la actualidad es el mejor método que la humanidad ha podido encontrar para asegurar la paz, la libertad y el respeto. Si lo dicho falla, estamos frente a una falsa democracia, o por lo menos, endeble que influye en el abuso y atropello de quienes buscan el poder político, generando la corrupción, es decir, el fin justifica los medios; es más, esto nos induce a la viveza representativa y, por supuesto, al desorden social con gobiernos faltos de liderazgo y carácter político, demostrando imposición y autoritarismo porque de lo dicho, carecen totalmente.

Al encargar tan delicada responsabilidad a un ciudadano, lo menos que se puede esperar es que todo el aparato electoral esté enmarcado en transparencia y honradez, pero eso no sucede, contratar asesores o incluir servidores públicos que no han adquirido estudios relacionados al cargo con demandadas judiciales mucho más de lo que podemos imaginarnos, defendiéndoles a primera vista, para luego explicar que no sabían de su pasado laboral y personal, resulta vergonzoso.

Quienes están al frente de la delicada labor de la administración y control gubernativo, porque siempre ingresan al espacio público personas con antecedentes oscuros, sin referirnos únicamente en asuntos penales, esto hace que la ciudadanía pierda su capacidad de reacción frente a los abusos y corrupción, sabemos que está mal, pero soportamos al sentirnos impotentes frente a la falsa estructura que han generado y si esto no cambia la corrupción campeará en la débil democracia.

Iván Paredes

La democracia se sustenta en la libertad que tiene la población para elegir a sus representantes, para ello, el mismo sistema ha creado una entidad pública que garantice la elección, la misma que tiene el deber de asegurar un procedimiento eficaz y efectivo como base indiscutible de la forma de gobierno que se ha decidido y que, en la actualidad es el mejor método que la humanidad ha podido encontrar para asegurar la paz, la libertad y el respeto. Si lo dicho falla, estamos frente a una falsa democracia, o por lo menos, endeble que influye en el abuso y atropello de quienes buscan el poder político, generando la corrupción, es decir, el fin justifica los medios; es más, esto nos induce a la viveza representativa y, por supuesto, al desorden social con gobiernos faltos de liderazgo y carácter político, demostrando imposición y autoritarismo porque de lo dicho, carecen totalmente.

Al encargar tan delicada responsabilidad a un ciudadano, lo menos que se puede esperar es que todo el aparato electoral esté enmarcado en transparencia y honradez, pero eso no sucede, contratar asesores o incluir servidores públicos que no han adquirido estudios relacionados al cargo con demandadas judiciales mucho más de lo que podemos imaginarnos, defendiéndoles a primera vista, para luego explicar que no sabían de su pasado laboral y personal, resulta vergonzoso.

Quienes están al frente de la delicada labor de la administración y control gubernativo, porque siempre ingresan al espacio público personas con antecedentes oscuros, sin referirnos únicamente en asuntos penales, esto hace que la ciudadanía pierda su capacidad de reacción frente a los abusos y corrupción, sabemos que está mal, pero soportamos al sentirnos impotentes frente a la falsa estructura que han generado y si esto no cambia la corrupción campeará en la débil democracia.