Mujeres ambateñas: innovación, independencia y empoderamiento

Ambato está representado por mujeres fuertes que han sobresalido en diferentes campos. Algunas se dedicaron a construir sus sueños desde sus pasiones y habilidades creando sus emprendimientos para poner en práctica sus aprendizajes y vivir de lo que aman.

Cada una tiene distintos motivos que las llevaron a materializar sus saberes, pero a las cuatro les une las ganas de innovar, la independencia económica y el empoderamiento. (APQ)

Nadia Mosquera, diseñadora de modas

Prendas locas, ocurridas y con mucho estilo nacen de las manos y la cabeza de Nadia Mosquera o ‘Nacha’ como la conoce la mayoría.

Después de vivir seis años en Buenos Aires, donde estudió Diseño de Modas, volvió al Ecuador a imponer tendencia. En 2016 creó su marca ‘Frutha’ que es una línea de lencería deportiva donde diseña y vende: ternos de baño, shorts y leggins.

‘Nacha’ desarrolló un proyecto cultural dentro de la cárcel, ‘Made in Jail’. Un grupo de presos y presas del Centro de Rehabilitación Social de Ambato fueron capacitados en costura y confeccionaron distintas prendas.

Ambato está representado por mujeres fuertes que han sobresalido en diferentes campos. Algunas se dedicaron a construir sus sueños desde sus pasiones y habilidades creando sus emprendimientos para poner en práctica sus aprendizajes y vivir de lo que aman.

Cada una tiene distintos motivos que las llevaron a materializar sus saberes, pero a las cuatro les une las ganas de innovar, la independencia económica y el empoderamiento. (APQ)

Nadia Mosquera, diseñadora de modas

Prendas locas, ocurridas y con mucho estilo nacen de las manos y la cabeza de Nadia Mosquera o ‘Nacha’ como la conoce la mayoría.

Después de vivir seis años en Buenos Aires, donde estudió Diseño de Modas, volvió al Ecuador a imponer tendencia. En 2016 creó su marca ‘Frutha’ que es una línea de lencería deportiva donde diseña y vende: ternos de baño, shorts y leggins.

‘Nacha’ desarrolló un proyecto cultural dentro de la cárcel, ‘Made in Jail’. Un grupo de presos y presas del Centro de Rehabilitación Social de Ambato fueron capacitados en costura y confeccionaron distintas prendas.

Ambato está representado por mujeres fuertes que han sobresalido en diferentes campos. Algunas se dedicaron a construir sus sueños desde sus pasiones y habilidades creando sus emprendimientos para poner en práctica sus aprendizajes y vivir de lo que aman.

Cada una tiene distintos motivos que las llevaron a materializar sus saberes, pero a las cuatro les une las ganas de innovar, la independencia económica y el empoderamiento. (APQ)

Nadia Mosquera, diseñadora de modas

Prendas locas, ocurridas y con mucho estilo nacen de las manos y la cabeza de Nadia Mosquera o ‘Nacha’ como la conoce la mayoría.

Después de vivir seis años en Buenos Aires, donde estudió Diseño de Modas, volvió al Ecuador a imponer tendencia. En 2016 creó su marca ‘Frutha’ que es una línea de lencería deportiva donde diseña y vende: ternos de baño, shorts y leggins.

‘Nacha’ desarrolló un proyecto cultural dentro de la cárcel, ‘Made in Jail’. Un grupo de presos y presas del Centro de Rehabilitación Social de Ambato fueron capacitados en costura y confeccionaron distintas prendas.

Ambato está representado por mujeres fuertes que han sobresalido en diferentes campos. Algunas se dedicaron a construir sus sueños desde sus pasiones y habilidades creando sus emprendimientos para poner en práctica sus aprendizajes y vivir de lo que aman.

Cada una tiene distintos motivos que las llevaron a materializar sus saberes, pero a las cuatro les une las ganas de innovar, la independencia económica y el empoderamiento. (APQ)

Nadia Mosquera, diseñadora de modas

Prendas locas, ocurridas y con mucho estilo nacen de las manos y la cabeza de Nadia Mosquera o ‘Nacha’ como la conoce la mayoría.

Después de vivir seis años en Buenos Aires, donde estudió Diseño de Modas, volvió al Ecuador a imponer tendencia. En 2016 creó su marca ‘Frutha’ que es una línea de lencería deportiva donde diseña y vende: ternos de baño, shorts y leggins.

‘Nacha’ desarrolló un proyecto cultural dentro de la cárcel, ‘Made in Jail’. Un grupo de presos y presas del Centro de Rehabilitación Social de Ambato fueron capacitados en costura y confeccionaron distintas prendas.

Jenny Ainaguano
Jenny Ainaguano
Jenny Ainaguano
Jenny Ainaguano
Jenny Ainaguano
Jenny Ainaguano
Jenny Ainaguano
Jenny Ainaguano

Jenny Ainaguano, diseñadora y activista

Una de las luchas de Jenny Ainaguano es mantener la identidad de su comunidad a través de la vestimenta.

Hace 14 años junto a su familia montaron una tienda donde se diseñan y comercializan los trajes autóctonos de los pueblos indígenas.

Para Jenny era importante que las personas tengan un lugar donde encuentren su vestimenta. No habían almacenes que la ofrecieran y ‘Jenny Boutique Moda Andina’ fue el primero. Con el tiempo nacieron negocios similares, pero eso solo empujó a la familia a ser mejores y más competitivos.

Mientras diseñan hacen también un estudio antropológico de la vestimenta: de dónde, el por qué y para qué. Así a pesar de la innovación y el estilismo mantiene sus rasgos específicos y característicos.

En este emprendimiento trabajan con mujeres de la comunidad, con artistas y artesanos. “No nos interesa que la vestimenta lleve nuestro nombre porque son creaciones colectivas, son de nuestros pueblos”, dijo Ainaguano.

Jenny Ainaguano, diseñadora y activista

Una de las luchas de Jenny Ainaguano es mantener la identidad de su comunidad a través de la vestimenta.

Hace 14 años junto a su familia montaron una tienda donde se diseñan y comercializan los trajes autóctonos de los pueblos indígenas.

Para Jenny era importante que las personas tengan un lugar donde encuentren su vestimenta. No habían almacenes que la ofrecieran y ‘Jenny Boutique Moda Andina’ fue el primero. Con el tiempo nacieron negocios similares, pero eso solo empujó a la familia a ser mejores y más competitivos.

Mientras diseñan hacen también un estudio antropológico de la vestimenta: de dónde, el por qué y para qué. Así a pesar de la innovación y el estilismo mantiene sus rasgos específicos y característicos.

En este emprendimiento trabajan con mujeres de la comunidad, con artistas y artesanos. “No nos interesa que la vestimenta lleve nuestro nombre porque son creaciones colectivas, son de nuestros pueblos”, dijo Ainaguano.

Jenny Ainaguano, diseñadora y activista

Una de las luchas de Jenny Ainaguano es mantener la identidad de su comunidad a través de la vestimenta.

Hace 14 años junto a su familia montaron una tienda donde se diseñan y comercializan los trajes autóctonos de los pueblos indígenas.

Para Jenny era importante que las personas tengan un lugar donde encuentren su vestimenta. No habían almacenes que la ofrecieran y ‘Jenny Boutique Moda Andina’ fue el primero. Con el tiempo nacieron negocios similares, pero eso solo empujó a la familia a ser mejores y más competitivos.

Mientras diseñan hacen también un estudio antropológico de la vestimenta: de dónde, el por qué y para qué. Así a pesar de la innovación y el estilismo mantiene sus rasgos específicos y característicos.

En este emprendimiento trabajan con mujeres de la comunidad, con artistas y artesanos. “No nos interesa que la vestimenta lleve nuestro nombre porque son creaciones colectivas, son de nuestros pueblos”, dijo Ainaguano.

Jenny Ainaguano, diseñadora y activista

Una de las luchas de Jenny Ainaguano es mantener la identidad de su comunidad a través de la vestimenta.

Hace 14 años junto a su familia montaron una tienda donde se diseñan y comercializan los trajes autóctonos de los pueblos indígenas.

Para Jenny era importante que las personas tengan un lugar donde encuentren su vestimenta. No habían almacenes que la ofrecieran y ‘Jenny Boutique Moda Andina’ fue el primero. Con el tiempo nacieron negocios similares, pero eso solo empujó a la familia a ser mejores y más competitivos.

Mientras diseñan hacen también un estudio antropológico de la vestimenta: de dónde, el por qué y para qué. Así a pesar de la innovación y el estilismo mantiene sus rasgos específicos y característicos.

En este emprendimiento trabajan con mujeres de la comunidad, con artistas y artesanos. “No nos interesa que la vestimenta lleve nuestro nombre porque son creaciones colectivas, son de nuestros pueblos”, dijo Ainaguano.

Paola Santamaría, chef

Paola recuerda perfectamente el olor a cebolla blanca, ajo y achote que rondaba todos los días en la casa de su abuela, desde ahí nació su pasión por la cocina.

Tenía 6 años cuando iba a recoger el perejil, el cilantro y el apio para las sopas que cocinaban en casa.

Con el tiempo fue perfeccionando y abrazando su amor por la cocina y descubriendo que lo que más le gustaba preparar son cangrejos.

El nombre de su emprendimiento ´Mangle´, es en honor al lugar donde viven los cangrejos. Paola prepara mariscos, comida típica, bocaditos y cualquier plato que el cliente sueñe.

Para la mujer, ‘Mangle’ es la demostración de que todo lo que se proponga lo puede lograr. Todo empezó con los comentarios de sus amigos que le decían que cocina muy rico, ahora tiene un proyecto donde alimenta con su sabor, su sazón y amor a la gente.

‘Pao’ combina su emprendimiento con su trabajo en el sector público, además, pronto será abogada.

Paola Santamaría, chef

Paola recuerda perfectamente el olor a cebolla blanca, ajo y achote que rondaba todos los días en la casa de su abuela, desde ahí nació su pasión por la cocina.

Tenía 6 años cuando iba a recoger el perejil, el cilantro y el apio para las sopas que cocinaban en casa.

Con el tiempo fue perfeccionando y abrazando su amor por la cocina y descubriendo que lo que más le gustaba preparar son cangrejos.

El nombre de su emprendimiento ´Mangle´, es en honor al lugar donde viven los cangrejos. Paola prepara mariscos, comida típica, bocaditos y cualquier plato que el cliente sueñe.

Para la mujer, ‘Mangle’ es la demostración de que todo lo que se proponga lo puede lograr. Todo empezó con los comentarios de sus amigos que le decían que cocina muy rico, ahora tiene un proyecto donde alimenta con su sabor, su sazón y amor a la gente.

‘Pao’ combina su emprendimiento con su trabajo en el sector público, además, pronto será abogada.

Paola Santamaría, chef

Paola recuerda perfectamente el olor a cebolla blanca, ajo y achote que rondaba todos los días en la casa de su abuela, desde ahí nació su pasión por la cocina.

Tenía 6 años cuando iba a recoger el perejil, el cilantro y el apio para las sopas que cocinaban en casa.

Con el tiempo fue perfeccionando y abrazando su amor por la cocina y descubriendo que lo que más le gustaba preparar son cangrejos.

El nombre de su emprendimiento ´Mangle´, es en honor al lugar donde viven los cangrejos. Paola prepara mariscos, comida típica, bocaditos y cualquier plato que el cliente sueñe.

Para la mujer, ‘Mangle’ es la demostración de que todo lo que se proponga lo puede lograr. Todo empezó con los comentarios de sus amigos que le decían que cocina muy rico, ahora tiene un proyecto donde alimenta con su sabor, su sazón y amor a la gente.

‘Pao’ combina su emprendimiento con su trabajo en el sector público, además, pronto será abogada.

Paola Santamaría, chef

Paola recuerda perfectamente el olor a cebolla blanca, ajo y achote que rondaba todos los días en la casa de su abuela, desde ahí nació su pasión por la cocina.

Tenía 6 años cuando iba a recoger el perejil, el cilantro y el apio para las sopas que cocinaban en casa.

Con el tiempo fue perfeccionando y abrazando su amor por la cocina y descubriendo que lo que más le gustaba preparar son cangrejos.

El nombre de su emprendimiento ´Mangle´, es en honor al lugar donde viven los cangrejos. Paola prepara mariscos, comida típica, bocaditos y cualquier plato que el cliente sueñe.

Para la mujer, ‘Mangle’ es la demostración de que todo lo que se proponga lo puede lograr. Todo empezó con los comentarios de sus amigos que le decían que cocina muy rico, ahora tiene un proyecto donde alimenta con su sabor, su sazón y amor a la gente.

‘Pao’ combina su emprendimiento con su trabajo en el sector público, además, pronto será abogada.

Valeria Muñoz, futura empresaria

Tiene 23 años y sueña con ser empresaria. Valeria desde pequeña estuvo vinculada en el negocio de la familia, la confección de calzado de cuero para niños.

Su padre Enrique Muñoz fundó Buscapies hace 28 años y ahora la joven se puso al frente para darle vida al emprendimiento.

Valeria estudia Administración de Empresas, pero a la vez se encarga de manejar el negocio, está pendiente de las ventas en línea, la atención al cliente, de ofrecer un producto de calidad. Lo que más le gusta de este trabajo es relacionarse y conocer gente.

Valeria Muñoz, futura empresaria

Tiene 23 años y sueña con ser empresaria. Valeria desde pequeña estuvo vinculada en el negocio de la familia, la confección de calzado de cuero para niños.

Su padre Enrique Muñoz fundó Buscapies hace 28 años y ahora la joven se puso al frente para darle vida al emprendimiento.

Valeria estudia Administración de Empresas, pero a la vez se encarga de manejar el negocio, está pendiente de las ventas en línea, la atención al cliente, de ofrecer un producto de calidad. Lo que más le gusta de este trabajo es relacionarse y conocer gente.

Valeria Muñoz, futura empresaria

Tiene 23 años y sueña con ser empresaria. Valeria desde pequeña estuvo vinculada en el negocio de la familia, la confección de calzado de cuero para niños.

Su padre Enrique Muñoz fundó Buscapies hace 28 años y ahora la joven se puso al frente para darle vida al emprendimiento.

Valeria estudia Administración de Empresas, pero a la vez se encarga de manejar el negocio, está pendiente de las ventas en línea, la atención al cliente, de ofrecer un producto de calidad. Lo que más le gusta de este trabajo es relacionarse y conocer gente.

Valeria Muñoz, futura empresaria

Tiene 23 años y sueña con ser empresaria. Valeria desde pequeña estuvo vinculada en el negocio de la familia, la confección de calzado de cuero para niños.

Su padre Enrique Muñoz fundó Buscapies hace 28 años y ahora la joven se puso al frente para darle vida al emprendimiento.

Valeria estudia Administración de Empresas, pero a la vez se encarga de manejar el negocio, está pendiente de las ventas en línea, la atención al cliente, de ofrecer un producto de calidad. Lo que más le gusta de este trabajo es relacionarse y conocer gente.