Intentos de suicidio no disminuyen

Apoyo. Sandra y el sargento Édison Núñez están seguros de que el seguimiento es uno de los factores importantes para que las personas no recaigan y atenten contra su vida nuevamente.
Apoyo. Sandra y el sargento Édison Núñez están seguros de que el seguimiento es uno de los factores importantes para que las personas no recaigan y atenten contra su vida nuevamente.
Apoyo. Sandra y el sargento Édison Núñez están seguros de que el seguimiento es uno de los factores importantes para que las personas no recaigan y atenten contra su vida nuevamente.
Apoyo. Sandra y el sargento Édison Núñez están seguros de que el seguimiento es uno de los factores importantes para que las personas no recaigan y atenten contra su vida nuevamente.
Apoyo. Sandra y el sargento Édison Núñez están seguros de que el seguimiento es uno de los factores importantes para que las personas no recaigan y atenten contra su vida nuevamente.
Apoyo. Sandra y el sargento Édison Núñez están seguros de que el seguimiento es uno de los factores importantes para que las personas no recaigan y atenten contra su vida nuevamente.
Apoyo. Sandra y el sargento Édison Núñez están seguros de que el seguimiento es uno de los factores importantes para que las personas no recaigan y atenten contra su vida nuevamente.
Apoyo. Sandra y el sargento Édison Núñez están seguros de que el seguimiento es uno de los factores importantes para que las personas no recaigan y atenten contra su vida nuevamente.

Entre cinco y seis personas que atentaron contra su vida atiende mensualmente el Hospital General Docente Ambato.

Esta es una de las realidades más crudas que se viven en la provincia, pues a pesar de las acciones y trabajos de concientización que se realizan con la ciudadanía para prevenir los intentos autolíticos los datos estadísticos no cesan.

Testimonio

Sandra Patricia M., es una sobreviviente de su propia ira y descontrol, los que la llevaron al borde del suicidio.

La antioqueña de 37 años vive en Ambato hace más de ocho años, ella cuenta que hace seis se involucró sentimentalmente con un ecuatoriano con quien trabaja y vivía.

Sin embargo, a finales de octubre su relación se vio resquebrajada y luego de una discusión Sandra intentó quitarse la vida.

“Yo estaba llena de rabia, no pensé en nada, solo quería que todo acabara y entre todo eso estaba mi vida”, dijo la mujer.

Ella esta consciente de que aparte de los sentimientos que tenían en ese momento, su mente y voluntad se vieron afectadas por el alcohol y la droga que había consumido.

“Desde esa traumática experiencia no he querido saber nada de vicios, no puedo creer cómo en ese momento no pensé en mis hijas que están en Medellín, ahora quiero darle un cambio a mi vida”, puntualizó la mujer.

Luego se ser rescatada por el sargento segundo Édison Núñez, del Grupo de Operaciones Motorizadas de la Policía Nacional, fue trasladada hasta el Hospital General Docente Ambato donde recibió ayuda y sigue en el tratamiento psicológico, al que acude una vez a la semana para no dejar que la desesperanza la perturbe otra vez.

Ella se dedica a vender fundas para basura e inciensos de manera ambulante por las calles de la cuidad y con eso sobrevive.

“Ahora no voy a descuidarme, porque no quiero volver a eso, quiero seguir adelante con mi vida sin causarme daño y siéndole grata al esfuerzo que hizo mi súper héroe (Édison Núñez) para que pueda seguir de pie”, con una amplia sonrisa comentó Sandra.

Pedir ayuda

Por su parte el sargento segundo Édison Núñez, señaló que esta no sería la primera vez que lleva adelante uno de estos procedimientos, por lo que pide a la población buscar ayuda para evitar que atenten contra su vida.

“Este tipo de casos deben resaltarse para que la gente se dé cuenta que hay esperanzas, que se puede salir adelante y que pasado el episodio depresivo las cosas van a solucionarse”, dijo el gendarme.

Algo similar señaló el sociólogo Vicente Ordóñez, quien mencionó que los familiares deben estar atentos a los cambios de humor y comportamiento de sus familiares para evitar que se presenten suicidios en sus hogares.

Añadió que no solamente debe velarse por los intentos autolíticos, sino también acciones como el ‘cutting’ que son conductas dañinas que pueden llevar a una familia a desmoronarse.

Así mismo comentó que hay que tener mucha atención con los excesos de consumo de licor y estupefacientes, pues estos anulan la capacidad del ser humano de actuar de manera adecuada y pueden orillar a una persona a cometer alguna de estas acciones.

Para finalizar las tres personas señalaron que algo que es de vital importancia es que buscar ayuda a la primera señal de tristeza excesiva o depresión, dejando de lado cualquier tipo de recelo respecto a lo que implica tener una adecuada salud mental. (NVP)

Entre cinco y seis personas que atentaron contra su vida atiende mensualmente el Hospital General Docente Ambato.

Esta es una de las realidades más crudas que se viven en la provincia, pues a pesar de las acciones y trabajos de concientización que se realizan con la ciudadanía para prevenir los intentos autolíticos los datos estadísticos no cesan.

Testimonio

Sandra Patricia M., es una sobreviviente de su propia ira y descontrol, los que la llevaron al borde del suicidio.

La antioqueña de 37 años vive en Ambato hace más de ocho años, ella cuenta que hace seis se involucró sentimentalmente con un ecuatoriano con quien trabaja y vivía.

Sin embargo, a finales de octubre su relación se vio resquebrajada y luego de una discusión Sandra intentó quitarse la vida.

“Yo estaba llena de rabia, no pensé en nada, solo quería que todo acabara y entre todo eso estaba mi vida”, dijo la mujer.

Ella esta consciente de que aparte de los sentimientos que tenían en ese momento, su mente y voluntad se vieron afectadas por el alcohol y la droga que había consumido.

“Desde esa traumática experiencia no he querido saber nada de vicios, no puedo creer cómo en ese momento no pensé en mis hijas que están en Medellín, ahora quiero darle un cambio a mi vida”, puntualizó la mujer.

Luego se ser rescatada por el sargento segundo Édison Núñez, del Grupo de Operaciones Motorizadas de la Policía Nacional, fue trasladada hasta el Hospital General Docente Ambato donde recibió ayuda y sigue en el tratamiento psicológico, al que acude una vez a la semana para no dejar que la desesperanza la perturbe otra vez.

Ella se dedica a vender fundas para basura e inciensos de manera ambulante por las calles de la cuidad y con eso sobrevive.

“Ahora no voy a descuidarme, porque no quiero volver a eso, quiero seguir adelante con mi vida sin causarme daño y siéndole grata al esfuerzo que hizo mi súper héroe (Édison Núñez) para que pueda seguir de pie”, con una amplia sonrisa comentó Sandra.

Pedir ayuda

Por su parte el sargento segundo Édison Núñez, señaló que esta no sería la primera vez que lleva adelante uno de estos procedimientos, por lo que pide a la población buscar ayuda para evitar que atenten contra su vida.

“Este tipo de casos deben resaltarse para que la gente se dé cuenta que hay esperanzas, que se puede salir adelante y que pasado el episodio depresivo las cosas van a solucionarse”, dijo el gendarme.

Algo similar señaló el sociólogo Vicente Ordóñez, quien mencionó que los familiares deben estar atentos a los cambios de humor y comportamiento de sus familiares para evitar que se presenten suicidios en sus hogares.

Añadió que no solamente debe velarse por los intentos autolíticos, sino también acciones como el ‘cutting’ que son conductas dañinas que pueden llevar a una familia a desmoronarse.

Así mismo comentó que hay que tener mucha atención con los excesos de consumo de licor y estupefacientes, pues estos anulan la capacidad del ser humano de actuar de manera adecuada y pueden orillar a una persona a cometer alguna de estas acciones.

Para finalizar las tres personas señalaron que algo que es de vital importancia es que buscar ayuda a la primera señal de tristeza excesiva o depresión, dejando de lado cualquier tipo de recelo respecto a lo que implica tener una adecuada salud mental. (NVP)

Entre cinco y seis personas que atentaron contra su vida atiende mensualmente el Hospital General Docente Ambato.

Esta es una de las realidades más crudas que se viven en la provincia, pues a pesar de las acciones y trabajos de concientización que se realizan con la ciudadanía para prevenir los intentos autolíticos los datos estadísticos no cesan.

Testimonio

Sandra Patricia M., es una sobreviviente de su propia ira y descontrol, los que la llevaron al borde del suicidio.

La antioqueña de 37 años vive en Ambato hace más de ocho años, ella cuenta que hace seis se involucró sentimentalmente con un ecuatoriano con quien trabaja y vivía.

Sin embargo, a finales de octubre su relación se vio resquebrajada y luego de una discusión Sandra intentó quitarse la vida.

“Yo estaba llena de rabia, no pensé en nada, solo quería que todo acabara y entre todo eso estaba mi vida”, dijo la mujer.

Ella esta consciente de que aparte de los sentimientos que tenían en ese momento, su mente y voluntad se vieron afectadas por el alcohol y la droga que había consumido.

“Desde esa traumática experiencia no he querido saber nada de vicios, no puedo creer cómo en ese momento no pensé en mis hijas que están en Medellín, ahora quiero darle un cambio a mi vida”, puntualizó la mujer.

Luego se ser rescatada por el sargento segundo Édison Núñez, del Grupo de Operaciones Motorizadas de la Policía Nacional, fue trasladada hasta el Hospital General Docente Ambato donde recibió ayuda y sigue en el tratamiento psicológico, al que acude una vez a la semana para no dejar que la desesperanza la perturbe otra vez.

Ella se dedica a vender fundas para basura e inciensos de manera ambulante por las calles de la cuidad y con eso sobrevive.

“Ahora no voy a descuidarme, porque no quiero volver a eso, quiero seguir adelante con mi vida sin causarme daño y siéndole grata al esfuerzo que hizo mi súper héroe (Édison Núñez) para que pueda seguir de pie”, con una amplia sonrisa comentó Sandra.

Pedir ayuda

Por su parte el sargento segundo Édison Núñez, señaló que esta no sería la primera vez que lleva adelante uno de estos procedimientos, por lo que pide a la población buscar ayuda para evitar que atenten contra su vida.

“Este tipo de casos deben resaltarse para que la gente se dé cuenta que hay esperanzas, que se puede salir adelante y que pasado el episodio depresivo las cosas van a solucionarse”, dijo el gendarme.

Algo similar señaló el sociólogo Vicente Ordóñez, quien mencionó que los familiares deben estar atentos a los cambios de humor y comportamiento de sus familiares para evitar que se presenten suicidios en sus hogares.

Añadió que no solamente debe velarse por los intentos autolíticos, sino también acciones como el ‘cutting’ que son conductas dañinas que pueden llevar a una familia a desmoronarse.

Así mismo comentó que hay que tener mucha atención con los excesos de consumo de licor y estupefacientes, pues estos anulan la capacidad del ser humano de actuar de manera adecuada y pueden orillar a una persona a cometer alguna de estas acciones.

Para finalizar las tres personas señalaron que algo que es de vital importancia es que buscar ayuda a la primera señal de tristeza excesiva o depresión, dejando de lado cualquier tipo de recelo respecto a lo que implica tener una adecuada salud mental. (NVP)

Entre cinco y seis personas que atentaron contra su vida atiende mensualmente el Hospital General Docente Ambato.

Esta es una de las realidades más crudas que se viven en la provincia, pues a pesar de las acciones y trabajos de concientización que se realizan con la ciudadanía para prevenir los intentos autolíticos los datos estadísticos no cesan.

Testimonio

Sandra Patricia M., es una sobreviviente de su propia ira y descontrol, los que la llevaron al borde del suicidio.

La antioqueña de 37 años vive en Ambato hace más de ocho años, ella cuenta que hace seis se involucró sentimentalmente con un ecuatoriano con quien trabaja y vivía.

Sin embargo, a finales de octubre su relación se vio resquebrajada y luego de una discusión Sandra intentó quitarse la vida.

“Yo estaba llena de rabia, no pensé en nada, solo quería que todo acabara y entre todo eso estaba mi vida”, dijo la mujer.

Ella esta consciente de que aparte de los sentimientos que tenían en ese momento, su mente y voluntad se vieron afectadas por el alcohol y la droga que había consumido.

“Desde esa traumática experiencia no he querido saber nada de vicios, no puedo creer cómo en ese momento no pensé en mis hijas que están en Medellín, ahora quiero darle un cambio a mi vida”, puntualizó la mujer.

Luego se ser rescatada por el sargento segundo Édison Núñez, del Grupo de Operaciones Motorizadas de la Policía Nacional, fue trasladada hasta el Hospital General Docente Ambato donde recibió ayuda y sigue en el tratamiento psicológico, al que acude una vez a la semana para no dejar que la desesperanza la perturbe otra vez.

Ella se dedica a vender fundas para basura e inciensos de manera ambulante por las calles de la cuidad y con eso sobrevive.

“Ahora no voy a descuidarme, porque no quiero volver a eso, quiero seguir adelante con mi vida sin causarme daño y siéndole grata al esfuerzo que hizo mi súper héroe (Édison Núñez) para que pueda seguir de pie”, con una amplia sonrisa comentó Sandra.

Pedir ayuda

Por su parte el sargento segundo Édison Núñez, señaló que esta no sería la primera vez que lleva adelante uno de estos procedimientos, por lo que pide a la población buscar ayuda para evitar que atenten contra su vida.

“Este tipo de casos deben resaltarse para que la gente se dé cuenta que hay esperanzas, que se puede salir adelante y que pasado el episodio depresivo las cosas van a solucionarse”, dijo el gendarme.

Algo similar señaló el sociólogo Vicente Ordóñez, quien mencionó que los familiares deben estar atentos a los cambios de humor y comportamiento de sus familiares para evitar que se presenten suicidios en sus hogares.

Añadió que no solamente debe velarse por los intentos autolíticos, sino también acciones como el ‘cutting’ que son conductas dañinas que pueden llevar a una familia a desmoronarse.

Así mismo comentó que hay que tener mucha atención con los excesos de consumo de licor y estupefacientes, pues estos anulan la capacidad del ser humano de actuar de manera adecuada y pueden orillar a una persona a cometer alguna de estas acciones.

Para finalizar las tres personas señalaron que algo que es de vital importancia es que buscar ayuda a la primera señal de tristeza excesiva o depresión, dejando de lado cualquier tipo de recelo respecto a lo que implica tener una adecuada salud mental. (NVP)