A las 11:00 del viernes desesperada Sofía V., se comunicó con el ECU 911 para que le brinden auxilio, porque su exconviviente había perdido los estribos e ingresó a su casa a causar problemas.
Luego de escuchar a la víctima se envió al personal de la Policía Nacional para que le brinde su ayuda a la mujer, que a la llegada de los uniformados estaba sentada en la vereda frente a su vivienda ubicada en la Montalvo y García Moreno en Pelileo.
Adentro se encontraba Javier C., que con enojo habría roto los vidrios de las ventanas de la casa, así como las puertas al interior de esta. Pero no contento con el desastre que había causado también puñeteó a Sofía en la cara e hizo que su cabeza se golpeara.
Al ingresar al lugar los uniformados, el iracundo hombre, no veía nada y empezó gritar epítetos en contra de los gendarmes, que tuvieron que esquivar los golpes que lanzaba Javier en su contra.
Luego de doblegarlo lo aprehendieron y lo pusieron a órdenes de la autoridad competente; mientras su expareja aseguraba que no iba a dejar que este hecho pase, ya que teme que luego el hombre quiera volver a hacerle más daño. (NVP)
A las 11:00 del viernes desesperada Sofía V., se comunicó con el ECU 911 para que le brinden auxilio, porque su exconviviente había perdido los estribos e ingresó a su casa a causar problemas.
Luego de escuchar a la víctima se envió al personal de la Policía Nacional para que le brinde su ayuda a la mujer, que a la llegada de los uniformados estaba sentada en la vereda frente a su vivienda ubicada en la Montalvo y García Moreno en Pelileo.
Adentro se encontraba Javier C., que con enojo habría roto los vidrios de las ventanas de la casa, así como las puertas al interior de esta. Pero no contento con el desastre que había causado también puñeteó a Sofía en la cara e hizo que su cabeza se golpeara.
Al ingresar al lugar los uniformados, el iracundo hombre, no veía nada y empezó gritar epítetos en contra de los gendarmes, que tuvieron que esquivar los golpes que lanzaba Javier en su contra.
Luego de doblegarlo lo aprehendieron y lo pusieron a órdenes de la autoridad competente; mientras su expareja aseguraba que no iba a dejar que este hecho pase, ya que teme que luego el hombre quiera volver a hacerle más daño. (NVP)
A las 11:00 del viernes desesperada Sofía V., se comunicó con el ECU 911 para que le brinden auxilio, porque su exconviviente había perdido los estribos e ingresó a su casa a causar problemas.
Luego de escuchar a la víctima se envió al personal de la Policía Nacional para que le brinde su ayuda a la mujer, que a la llegada de los uniformados estaba sentada en la vereda frente a su vivienda ubicada en la Montalvo y García Moreno en Pelileo.
Adentro se encontraba Javier C., que con enojo habría roto los vidrios de las ventanas de la casa, así como las puertas al interior de esta. Pero no contento con el desastre que había causado también puñeteó a Sofía en la cara e hizo que su cabeza se golpeara.
Al ingresar al lugar los uniformados, el iracundo hombre, no veía nada y empezó gritar epítetos en contra de los gendarmes, que tuvieron que esquivar los golpes que lanzaba Javier en su contra.
Luego de doblegarlo lo aprehendieron y lo pusieron a órdenes de la autoridad competente; mientras su expareja aseguraba que no iba a dejar que este hecho pase, ya que teme que luego el hombre quiera volver a hacerle más daño. (NVP)
A las 11:00 del viernes desesperada Sofía V., se comunicó con el ECU 911 para que le brinden auxilio, porque su exconviviente había perdido los estribos e ingresó a su casa a causar problemas.
Luego de escuchar a la víctima se envió al personal de la Policía Nacional para que le brinde su ayuda a la mujer, que a la llegada de los uniformados estaba sentada en la vereda frente a su vivienda ubicada en la Montalvo y García Moreno en Pelileo.
Adentro se encontraba Javier C., que con enojo habría roto los vidrios de las ventanas de la casa, así como las puertas al interior de esta. Pero no contento con el desastre que había causado también puñeteó a Sofía en la cara e hizo que su cabeza se golpeara.
Al ingresar al lugar los uniformados, el iracundo hombre, no veía nada y empezó gritar epítetos en contra de los gendarmes, que tuvieron que esquivar los golpes que lanzaba Javier en su contra.
Luego de doblegarlo lo aprehendieron y lo pusieron a órdenes de la autoridad competente; mientras su expareja aseguraba que no iba a dejar que este hecho pase, ya que teme que luego el hombre quiera volver a hacerle más daño. (NVP)