Austeridad

Esta reciente visita a Brasil, donde me encuentro, en la zona de Manaos, en el estado de Amazonas, me ha puesto nuevamente en contacto con la sociedad que siente en carne propia lo que está pasando con su enorme país, sumergido en una crisis y sintiendo que la recesión está a las puertas.


Un país y una economía tan grande como la del Brasil, afectada por crisis internas y externas, nos debería dar la medida a los ecuatorianos de lo que significa enfrentar problemas y hacerlo con responsabilidad.


Me ha llamado la atención dentro de los procesos de austeridad a los que el Gobierno se siente obligado, la disminución anunciada del número de ministerios en el país, lo que significará, por supuesto, recortes en la abultada burocracia, a la que este tipo de gobiernos ha sido tan propenso.


De los 39 ministerios que tiene Brasil, el anuncio es de recorte de 10, con lo que bajarían a 29 las carteras de estado. En el caso ecuatoriano tenemos 21 ministerios, seis ministerios coordinadores y 11 secretarías de estado, lo que da una sumatoria de 38 entre ministerios y secretarías. Algunos han tenido duras críticas, como por el del Buen Vivir, que no puede justificar su accionar y sus ejecutorias.


En la práctica se ha demostrado que los estados obesos no son más eficientes, que no por tener más secretarías y ministerios, las cosas marchan mejor, que no por establecer tantos niveles de coordinación, los sectores están mejor coordinados.


Lo que sí sabemos es que la época de las vacas gordas petroleras y de los altos precios de las materias primas, ya pasó, al menos por el momento, lo que debe llamar a la reflexión a los gobernantes y a la ejecución de verdaderas políticas de austeridad y de redireccionamiento de los escasos recursos con los que cuenta el Estado.


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