Abrumadora abundancia de cinismo

Es temprano para hacer un balance equilibrado de lo que nos dejaron los días de crisis política y social que vivimos. El desprestigio de los no pocos políticos, y de partidos y movimientos que dicen representar, se hizo evidente. El desgaste de las instituciones públicas también. La pobre, por ineficaz, dirección y la desmoralización de policías y soldados, desde luego.

Quedó en el desamparo la mayoría de la sociedad. Se palpó una evidente carestía de un verdadero ideal cívico de quienes decían ser sus abanderados. Sufrimos, en definitiva, los problemas propios de una democracia deficitaria por ser esencialmente mediocre. Nos quedan como saldo una abundancia abrumadora de tendencias escépticas y cínicas.

La complejidad de los intereses bastardos en juego se hizo presente en estos días y aún ahora mismo. Los ideales de generaciones que sacrificaron sus vidas en aras del bien común fueron echados a la basura. Los escombros en los que quedaron zonas otrora reverenciadas de algunas de nuestras ciudades más importantes y hasta las más pequeñas, así lo pusieron de manifiesto.

Nuestra política es como el mercado: uno no sabe lo que adquiere, elige a ciegas y nos venden la mugre. Los ciudadanos por lo regular tenemos limitadas capacidades cognitivas y memoria endeble. La verdad no importa. Lo importante es ganar la mano y seguir jugando con la existencia de los otros. La vida cívica agoniza encanallada. Solo se escucha lo que se quiere escuchamos, para que ignore todo lo demás.


Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”. Michel de Montaigne Escritor y filósofo francés (1533-1592)Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. Martin Luther King Religioso estadounidense (1929-1968)

Es temprano para hacer un balance equilibrado de lo que nos dejaron los días de crisis política y social que vivimos. El desprestigio de los no pocos políticos, y de partidos y movimientos que dicen representar, se hizo evidente. El desgaste de las instituciones públicas también. La pobre, por ineficaz, dirección y la desmoralización de policías y soldados, desde luego.

Quedó en el desamparo la mayoría de la sociedad. Se palpó una evidente carestía de un verdadero ideal cívico de quienes decían ser sus abanderados. Sufrimos, en definitiva, los problemas propios de una democracia deficitaria por ser esencialmente mediocre. Nos quedan como saldo una abundancia abrumadora de tendencias escépticas y cínicas.

La complejidad de los intereses bastardos en juego se hizo presente en estos días y aún ahora mismo. Los ideales de generaciones que sacrificaron sus vidas en aras del bien común fueron echados a la basura. Los escombros en los que quedaron zonas otrora reverenciadas de algunas de nuestras ciudades más importantes y hasta las más pequeñas, así lo pusieron de manifiesto.

Nuestra política es como el mercado: uno no sabe lo que adquiere, elige a ciegas y nos venden la mugre. Los ciudadanos por lo regular tenemos limitadas capacidades cognitivas y memoria endeble. La verdad no importa. Lo importante es ganar la mano y seguir jugando con la existencia de los otros. La vida cívica agoniza encanallada. Solo se escucha lo que se quiere escuchamos, para que ignore todo lo demás.


Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”. Michel de Montaigne Escritor y filósofo francés (1533-1592)Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. Martin Luther King Religioso estadounidense (1929-1968)

Es temprano para hacer un balance equilibrado de lo que nos dejaron los días de crisis política y social que vivimos. El desprestigio de los no pocos políticos, y de partidos y movimientos que dicen representar, se hizo evidente. El desgaste de las instituciones públicas también. La pobre, por ineficaz, dirección y la desmoralización de policías y soldados, desde luego.

Quedó en el desamparo la mayoría de la sociedad. Se palpó una evidente carestía de un verdadero ideal cívico de quienes decían ser sus abanderados. Sufrimos, en definitiva, los problemas propios de una democracia deficitaria por ser esencialmente mediocre. Nos quedan como saldo una abundancia abrumadora de tendencias escépticas y cínicas.

La complejidad de los intereses bastardos en juego se hizo presente en estos días y aún ahora mismo. Los ideales de generaciones que sacrificaron sus vidas en aras del bien común fueron echados a la basura. Los escombros en los que quedaron zonas otrora reverenciadas de algunas de nuestras ciudades más importantes y hasta las más pequeñas, así lo pusieron de manifiesto.

Nuestra política es como el mercado: uno no sabe lo que adquiere, elige a ciegas y nos venden la mugre. Los ciudadanos por lo regular tenemos limitadas capacidades cognitivas y memoria endeble. La verdad no importa. Lo importante es ganar la mano y seguir jugando con la existencia de los otros. La vida cívica agoniza encanallada. Solo se escucha lo que se quiere escuchamos, para que ignore todo lo demás.


Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”. Michel de Montaigne Escritor y filósofo francés (1533-1592)Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. Martin Luther King Religioso estadounidense (1929-1968)

Es temprano para hacer un balance equilibrado de lo que nos dejaron los días de crisis política y social que vivimos. El desprestigio de los no pocos políticos, y de partidos y movimientos que dicen representar, se hizo evidente. El desgaste de las instituciones públicas también. La pobre, por ineficaz, dirección y la desmoralización de policías y soldados, desde luego.

Quedó en el desamparo la mayoría de la sociedad. Se palpó una evidente carestía de un verdadero ideal cívico de quienes decían ser sus abanderados. Sufrimos, en definitiva, los problemas propios de una democracia deficitaria por ser esencialmente mediocre. Nos quedan como saldo una abundancia abrumadora de tendencias escépticas y cínicas.

La complejidad de los intereses bastardos en juego se hizo presente en estos días y aún ahora mismo. Los ideales de generaciones que sacrificaron sus vidas en aras del bien común fueron echados a la basura. Los escombros en los que quedaron zonas otrora reverenciadas de algunas de nuestras ciudades más importantes y hasta las más pequeñas, así lo pusieron de manifiesto.

Nuestra política es como el mercado: uno no sabe lo que adquiere, elige a ciegas y nos venden la mugre. Los ciudadanos por lo regular tenemos limitadas capacidades cognitivas y memoria endeble. La verdad no importa. Lo importante es ganar la mano y seguir jugando con la existencia de los otros. La vida cívica agoniza encanallada. Solo se escucha lo que se quiere escuchamos, para que ignore todo lo demás.


Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”. Michel de Montaigne Escritor y filósofo francés (1533-1592)Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. Martin Luther King Religioso estadounidense (1929-1968)