Paquetazo sin lógica

“El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que, el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes”.

Robespierre. Insensibilidad, insuficiencia, envidia, egoísmo son entuertos facilitando el chantaje. Miserables actitudes conculcando derechos, golpeando a la pobreza, multiplicando hambre, en definitiva, haciendo del dólar, y, su poder adquisitivo, un minúsculo elemento para la adquisición de alimentos, que se agravan, aún más, con los altos precios de la transportación ciudadana, y, a su vez, el costoso galón de los combustibles.

Si a todo lo mencionado se hace una pequeña reflexión sobre el retiro de utilidades; restar vacaciones y remuneraciones; y si se habla de inflación, la pregunta inmediata sería: ¿A dónde vamos? El pensamiento político, de la justicia, de la honorabilidad se está derrumbado ha largos trancos. Con un disimulado sentido del Derecho se pretende “regular”, lo que, realmente es verdad sine qua non, que quiere decir: No es posible poner condiciones apremiantes a un pueblo, que ha sufrido el paquetazo más irreparable como es la corrupción: Farsa, malversación, rapacería de su patrimonio monetario, y, lo que es inverosímil: impunidad para toda la deshonesta década pasada. Programas de austeridad burocrática y financiera, necesita el gobierno.

Piponazgo, viajes para paseos en el país y fuera; pagar consultorías millonarias superfluas; derrochando dinero en jugosos sueldos mensuales a tantos incapaces, en todos los ministerios. Solamente delirios insensatos alejados de la razón, pretenden también regular la naturaleza física del ser humano. El espíritu de la ley no puede prohibir ni gordura ni flacura. “Ser enjuto de carnes, o entrado en libras, o flojo de contextura, no son materia de tratamiento legal”.

“El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que, el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes”.

Robespierre. Insensibilidad, insuficiencia, envidia, egoísmo son entuertos facilitando el chantaje. Miserables actitudes conculcando derechos, golpeando a la pobreza, multiplicando hambre, en definitiva, haciendo del dólar, y, su poder adquisitivo, un minúsculo elemento para la adquisición de alimentos, que se agravan, aún más, con los altos precios de la transportación ciudadana, y, a su vez, el costoso galón de los combustibles.

Si a todo lo mencionado se hace una pequeña reflexión sobre el retiro de utilidades; restar vacaciones y remuneraciones; y si se habla de inflación, la pregunta inmediata sería: ¿A dónde vamos? El pensamiento político, de la justicia, de la honorabilidad se está derrumbado ha largos trancos. Con un disimulado sentido del Derecho se pretende “regular”, lo que, realmente es verdad sine qua non, que quiere decir: No es posible poner condiciones apremiantes a un pueblo, que ha sufrido el paquetazo más irreparable como es la corrupción: Farsa, malversación, rapacería de su patrimonio monetario, y, lo que es inverosímil: impunidad para toda la deshonesta década pasada. Programas de austeridad burocrática y financiera, necesita el gobierno.

Piponazgo, viajes para paseos en el país y fuera; pagar consultorías millonarias superfluas; derrochando dinero en jugosos sueldos mensuales a tantos incapaces, en todos los ministerios. Solamente delirios insensatos alejados de la razón, pretenden también regular la naturaleza física del ser humano. El espíritu de la ley no puede prohibir ni gordura ni flacura. “Ser enjuto de carnes, o entrado en libras, o flojo de contextura, no son materia de tratamiento legal”.

“El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que, el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes”.

Robespierre. Insensibilidad, insuficiencia, envidia, egoísmo son entuertos facilitando el chantaje. Miserables actitudes conculcando derechos, golpeando a la pobreza, multiplicando hambre, en definitiva, haciendo del dólar, y, su poder adquisitivo, un minúsculo elemento para la adquisición de alimentos, que se agravan, aún más, con los altos precios de la transportación ciudadana, y, a su vez, el costoso galón de los combustibles.

Si a todo lo mencionado se hace una pequeña reflexión sobre el retiro de utilidades; restar vacaciones y remuneraciones; y si se habla de inflación, la pregunta inmediata sería: ¿A dónde vamos? El pensamiento político, de la justicia, de la honorabilidad se está derrumbado ha largos trancos. Con un disimulado sentido del Derecho se pretende “regular”, lo que, realmente es verdad sine qua non, que quiere decir: No es posible poner condiciones apremiantes a un pueblo, que ha sufrido el paquetazo más irreparable como es la corrupción: Farsa, malversación, rapacería de su patrimonio monetario, y, lo que es inverosímil: impunidad para toda la deshonesta década pasada. Programas de austeridad burocrática y financiera, necesita el gobierno.

Piponazgo, viajes para paseos en el país y fuera; pagar consultorías millonarias superfluas; derrochando dinero en jugosos sueldos mensuales a tantos incapaces, en todos los ministerios. Solamente delirios insensatos alejados de la razón, pretenden también regular la naturaleza física del ser humano. El espíritu de la ley no puede prohibir ni gordura ni flacura. “Ser enjuto de carnes, o entrado en libras, o flojo de contextura, no son materia de tratamiento legal”.

“El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que, el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes”.

Robespierre. Insensibilidad, insuficiencia, envidia, egoísmo son entuertos facilitando el chantaje. Miserables actitudes conculcando derechos, golpeando a la pobreza, multiplicando hambre, en definitiva, haciendo del dólar, y, su poder adquisitivo, un minúsculo elemento para la adquisición de alimentos, que se agravan, aún más, con los altos precios de la transportación ciudadana, y, a su vez, el costoso galón de los combustibles.

Si a todo lo mencionado se hace una pequeña reflexión sobre el retiro de utilidades; restar vacaciones y remuneraciones; y si se habla de inflación, la pregunta inmediata sería: ¿A dónde vamos? El pensamiento político, de la justicia, de la honorabilidad se está derrumbado ha largos trancos. Con un disimulado sentido del Derecho se pretende “regular”, lo que, realmente es verdad sine qua non, que quiere decir: No es posible poner condiciones apremiantes a un pueblo, que ha sufrido el paquetazo más irreparable como es la corrupción: Farsa, malversación, rapacería de su patrimonio monetario, y, lo que es inverosímil: impunidad para toda la deshonesta década pasada. Programas de austeridad burocrática y financiera, necesita el gobierno.

Piponazgo, viajes para paseos en el país y fuera; pagar consultorías millonarias superfluas; derrochando dinero en jugosos sueldos mensuales a tantos incapaces, en todos los ministerios. Solamente delirios insensatos alejados de la razón, pretenden también regular la naturaleza física del ser humano. El espíritu de la ley no puede prohibir ni gordura ni flacura. “Ser enjuto de carnes, o entrado en libras, o flojo de contextura, no son materia de tratamiento legal”.