Derrumbe del hombre

Pablo Balarezo Duque

“Los ecuatorianos son seres raros y únicos: duermen tranquilos en medio de crujientes volcanes, viven pobres en medio de incomparables riquezas y se alegran con música triste”. Alexander von Humboldt. Políticamente se derrumba el hombre. La mujer sigue sus pasos, sus malas acciones, sin tomar en cuenta las consecuencias, que vienen a futuro, o sea, el derrumbe político de la mujer. Hace pocos días nos recordaba nuestro lector Washington Freire: “Si no se trabaja en crear conciencia social para todos, cuidar esta nuestra casa global llamada planeta tierra, el ser humano camina muy de prisa hacia su propia autodestrucción. Lo dijo hace varios siglos Jean-Jacques Rousseau. Su teoría, hoy más que nunca está confirmada; el hombre es el lobo del hombre». Acertada reflexión, va junto al pensamiento vigente del doctor José María Velasco Ibarra: “Derrumbe dentro del hombre: En todas partes están amontonados escombros. Escombros en lo político y lo social, escombros económicos y diplomáticos. Lo mismo en África que en América; lo mismo en Argelia que en Cuba. Por todas partes, pasiones devastadoras, trastornos de instituciones y conceptos. Hay que limpiar los escombros, hay que reorganizar la humanidad, y esta tarea no puede ser cumplida sino por el hombre. El hombre-individuo tiene que elevarse a un plano superior, a un plano adecuado a la tarea que le encomienda la historia. Necesitamos una nueva especie de hombres. Fracasaron el «homo sapiens» y «el homo economicus». No es el «homo atomicus» el que hoy se necesita. Debe aparecer urgentemente una nueva especie de hombre histórico, un superhombre”. Frugalmente la Madre naturaleza cambia, pero, la naturaleza humana no muda sus hábitos. Acertaron diciendo: Justicia y dignidad se hallan podridas hasta los huesos.