El gran naturalista

Andrés Pachano

El mundo ha llamado al 2019 el año del “…polímata: geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador…”: Alexander von Humbolt (Berlín 1769 – 1859); son 250 años de su nacimiento.

Tras un viaje en la corbeta Pizarro desde La Coruña española, junto al médico y botánico francés Aimé Bomplant, al español Nicolás Soto -esa suerte de comisario político de la corona española- y su perro ‘Turco’ un dogo alemán (devorado por un jaguar en las selvas del Orinoco), desembarca en Cumaná e inicia su periplo siguiendo las huellas de la fascinación por lo desconocido. Recorre la actual Venezuela, sus selvas, para comprobar la integración de los sistemas fluviales del Orinoco y el Amazonas; recorre Colombia para llegar a lo que hoy es nuestra patria “…Durante su periplo subieron al volcán Pichincha e intentaron escalar el Chimborazo, que con sus 6.310 metros de altitud se consideraba entonces la montaña más alta del mundo. Se quedaron en 5.610 metros, la máxima altitud conseguida hasta entonces. Humboldt observó la gradación de la temperatura y la estratificación de la vegetación a lo largo de la ladera, lo que sentaría las bases de la biogeografía moderna…”. (“National Geographic”-España). Hizo el primer relieve de los Andes.

Más de cinco años de exploración de esta América mestiza, legendaria y mítica; más de 10.000 kilómetros fue su recorrido que concluyó en 1804; regresaron a París luego de documentar extensamente la fauna, la flora, la geografía, le etnografía, en la expedición científica más ambiciosa realizada hasta la época. Solo entonces el mundo vio a la verdadera América, conquistada por España y descubierta por Humbolt.

En Francia publica su: Viaje a las regiones equinocciales del nuevo Continente’, en treinta y tres volúmenes; en Berlín y hasta su muerte, se dedicaría a la escritura y publicación de su obra inacabada: ‘Cosmos’s, compendio de todas las ciencias naturales. Ahí la naturaleza rediviva: un todo en permanente interacción, sin exclusiones, ahí el hombre como parte de ella (lección fundamental para los ecologistas); su estudio es la juntura entre la ciencia y las artes, entre el sentimiento y la fascinación con lo natural.