Espacio cuántico

La física moderna se compone de dos ramas características y meramente complejas, que elaboran conjuntamente la fábrica de la realidad en la que vivimos. La primera es la ‘teoría de la relatividad’ de Einstein, que explica fenómenos gigantescos como la aparición de estrellas o el funcionamiento de sistemas solares cósmicos. La segunda es conocida como ‘mecánica cuántica’, separada de la mecánica clásica (o newtoniana) por el físico John Stewart Bell gracias a su teorema que confirmó el incomprensible mundo de lo infinitamente pequeño.

A niveles subatómicos, más allá de los átomos, la realidad se transforma en algo que escapa del sentido común y la comprensión predictiva de lo rutinario. Entramos al espacio cuántico, un reino en donde nada es lo que parece, y en donde las ideas menos convencionales tienen cabida… siendo tan reales como el papel que el lector sostiene entre sus manos en este momento.

Para demostrar lo enrevesado de esta rama de la física, exploremos algunas de sus propiedades: como la ‘Superposición Cuántica’, que expresa que “todo es todo” a la vez, pero adquiere forma específica una vez nuestros ojos observan a las partículas… esto bien puede significar que lo que está detrás nuestra deja de tener forma específica (“no es”, “no está”) hasta que giramos nuestra cabeza para comprobarlo, ya que las partículas solo toman forma al ser observadas.

Otra propiedad es el ‘Entrelazamiento Cuántico’ que sugiere que un electrón en la tierra está conectado a otro electrón que se encuentra al otro lado del universo, así al alterarse el estado de uno de ellos, el otro cambia y se altera de manera instantánea sin importar la distancia de espacio-tiempo.

Estas propiedades insólitas, son un gran recordatorio de lo insignificantes que somos ante ésta profunda conexión con todo lo que nos rodea: una relación íntima entre el hombre y la estrella, entre la posibilidad y lo que vemos como realidad, entre lo que siento y su efecto; no solo en China, pero en la acción de hacer que la luna se materialice ante mis ojos.