Negocios en vacaciones bajan su rentabilidad

NEGOCIOS. La economía de varios negocios disminuyen considerablemente en vacaciones.
NEGOCIOS. La economía de varios negocios disminuyen considerablemente en vacaciones.

“Vivimos con las ganancias diarias y no nos alcanza”, es una expresión popular con la que muchos ciudadanos residentes en Ambato se identifican, pues en vacaciones los negocios bajan su rentabilidad.

Propietarios de tiendas, librerías, restaurantes, panaderías, venta de periódicos, comerciantes de los mercados, transportistas, entre otros, aseguran que la demanda de sus productos y servicios disminuyen debido a la falta de clientes.

Según Edith Paredes, dueña de una tienda cercana a la unidad educativa La Salle, las ventas bajan a mediados de junio en un 50% y en agosto hasta un 80%, porque la gente se dedica a los cursos vacacionales o quienes tienen dinero ahorrado salen de paseo. En su caso, desde hace diez años que abrió el local, no ha salido de vacaciones largas porque tiene la responsabilidad de cancelar del arriendo, servicios básicos y pedidos de sus proveedores.

Marcelo Tixicuro, panadero de La Pradera, considera que las ventas de pan y lácteos se mantienen igual de lunes a viernes, no obstante, los fines de semana decrecen hasta un 50%.

Madres de familia

La situación no es diferente para las madres de familia que comercializan afuera de los colegios, en época de clases ofertan alimentos preparados, postres, snacks y golosinas con una buena demanda.

María Puentes ha tenido que reducir la cantidad de postres de 30 a la mitad, porque pocos estudiantes se han quedado a los exámenes supletorios. Luego de dos semanas se quedará en sus casas porque no hay ventas y para el sustento diario se ayuda con lo que gana su esposo como chofer profesional.

Fanny Vaca y Maritza Aguilar ofertan diferentes golosinas, jugos y bebidas. Aunque están acostumbradas a trabajar desde las 06:30 hasta las 17:00 en dos horarios, una vez que terminen los supletorios en la Unidad Educativa Mario Cobo Barona se dedicarán a los quehaceres domésticos y el cuidado de sus dos nietos y dos hijos.

Transporte público

Los choferes de buses y taxis también se preocupan porque no hay usuarios en la cantidad esperada. Este fenómeno no es nuevo para William Álvarez, transportista hace 26 años, quien se mantiene como chofer porque a su edad no conseguiría trabajo en otra empresa.

El número de personas que suben al bus disminuye dependiendo de las rutas y los horarios, pero en general es así en vacaciones porque no hay clases. “Este negocio no es tan rentable como cree la gente porque empezamos nuestras labores a las 06:00 hasta cerca de las 22:00, pero los dueños del bus invierten también en gasolina y mantenimiento para operar bien”, aseguró Álvarez, quien gana un estimado de 400 a 500 dólares mensuales. (SAE)