El mecanismo II

Patricio Durán

En el artículo anterior manifesté que estaba siguiendo por Netflix la serie de televisión brasileña ‘El mecanismo’, en la que Marco Ruffo, protagonista principal, se ve involucrado en una de las mayores investigaciones de corrupcion, desvio y lavado de dinero de la historia de Brasil. En esta segunda parte continúo con las reflexiones de Ruffo:

“No existen partidos. No existe ideología. No existe la izquierda o la derecha. Quien gobierna tiene que mantener las cosas funcionando. Y fue lo que eligió a todos los presidentes hasta hoy. Quien se niega a ser parte de eso no tiene futuro. Todo es el mecanismo”. La pregunta del millón que hace Ruffo es: “¿Y qué hacemos con esto?” Y él mismo se responde: “Nada. Me quedaré con ustedes (su familia). Estoy cansado”, termina diciendo a su esposa.

En el Ecuador la corrupción funciona de la misma manera: desde el funcionario público que exige un “aletazo” para otorgar una plaza de trabajo. El policia que exige y luego “acepta” un soborno “para las colas”. De ahí vienen los grandes casos de corrupción que los ecuatorianos observamos absortos como cada día se develan nuevos casos.

‘El mecanismo’ que emplean los corruptos en el Ecuador es el mismo que en el Brasil y otros países: “el mecanismo” está en todo, desde lo micro a lo macro. En estos días hemos visto la forma irregular como han sido financiadas las campañas políticas del expresidente Rafael Correa y del actual Lenín Moreno, quienes dicen no saber nada. ¡Pobres! No han sabido que sus campañas recibieron aportes ilegales de empresarios y de organismos gubernamentales, y en el caso de Correa incluso del narcotráfico.

El que “no hayan sabido” de la forma como fue financiada su campaña no les exime de su responsabilidad. Los ecuatorianos exigimos que se investigue a fondo estos “aportes de campaña”.