Un padre fue sentenciado por violencia sicológica

INVESTIGACIÓN. En una de las salas de la Unidad Penal de Ambato se llevó a cabo la audiencia.
INVESTIGACIÓN. En una de las salas de la Unidad Penal de Ambato se llevó a cabo la audiencia.

Paúl (nombre protegido), de 32 años, de profesión abogado contó la mañana de ayer los constantes maltratos que recibía por parte de su padre desde que era niño.

Sus hermanas de 28 y 23 años también fueron agredidas por su papá, quien lo único que les dejó fue malos recuerdos de su niñez y juventud.

El afectado mencionó que el sueño de su mamá era que sea abogado, para que alguna día pueda defenderse de su papá, quien por reiteradas ocasiones también agredió a su madre.

Con su mirada triste Paúl también dijo que su mamá falleció hace dos años y medio, y a la semana, su papá intentó llevar a otra mujer a la casa, por lo que él y sus hermanas se oposuieron, por lo que el agresor en total estado etílico quiso agredir a Paúl con un palo y un machete, ventajosamente él se escondió en un dormitorio y llamó al ECU 911.

Detención

La Policía Nacional al llegar al domicilio ubicado al sur oriente de Ambato, logró aprehender al infractor en pleno delito flagrante.

Ese día en la audiencia de flagrancia, el Juez le dictó medidas alternativas a la prisión preventiva y desde ese instante comenzó una investigación contra el victimario.

Audiencia

Hace pocos días en una de las salas del Tribunal de Garantías Penales de Ambato, se llevó a cabo la audiencia por el delito de violencia sicológica.

Alexandra Sánchez, fiscal de Tungurahua, presentó varias pruebas acusatorias contra el hombre de 57 años, entre ellas los exámenes practicados a los tres hijos.

El Tribunal por unanimidad sentenció al padre de Paúl, con 30 días de prisión preventiva, sanción que fue apelada por el agresor la que no fue aceptada por las autoridades, por lo que ratificaron esta pena.

Desde ese día de la audiencia, el agresor desapareció. Existe una boleta de detención en su contra, pero pese a esto su hijo aseguró que le sigue haciendo daño. “Ya rayó mi carro y me dejó un mensaje aclarándome que por mi culpa no irá preso”, finalizó Paúl. (EV)