El buril de la memoria

Ángel Polibio Chaves

El buril es una herramienta usada para grabar en piedra o en metales; por ello, el buril de la memoria es una graciosa figura, propia de alguien de enorme sensibilidad: Susana Alvarez Galarza, esa distinguida intelectual ambateña que desde hace muchos años se radicó en Loja, pero que nunca dejó de mantener un estrecho lazo con su ancestro: la tierra y sus gentes.

Y esa sensibilidad le animó a emprender una labor maravillosa: encontrar en su tierra, en su Ambato, el rastro de veinte y un mujeres valiosas, cuya trayectoria en las artes, la cultura, la ciencia, el voluntariado y la empresa, posiblemente habría sido destacada después de sus días. Susana se decidió hacerlo “en vida”, y creo que este es uno de sus aciertos, ya que a través de las páginas de su libro: ‘El Buril de la Memoria’, podemos encontrar la historia de esas estupendas mujeres que en su campo de actividad, a través de su vida, han dado lecciones de honestidad, de dedicación, de inteligencia, de sensibilidad y de compromiso social; lecciones que por constituir vivencias tan cercanas a nuestra vida diaria a veces pasan inadvertidas o no se valoran en la justa dimensión de su grandeza.

Susana nos ha dicho sutilmente que no solo los hombres de Ambato son significantes, también lo son sus mujeres : véanlas, aprecien su real valía, y porque no, tribútenles el homenaje que merecen por ser como son y por lo mucho que ha significado su vida para la comunidad.

Habrá quien con justicia reclame un lugar para otras mujeres que no constan en el libro; no solo que es posible que junto a las personas cuya vida se enaltece en esta obra haya otras, sino porque de hecho para nuestra felicidad, hay muchas más mujeres maravillosas cuya existencia también quisiéramos conocer y valorar.