El IESS en agonía

Jaime López

El año 2003 el Abg. Pedro X.Valverde publicó en el diario El Universo un artículo donde, por increíble que parezca , indicaba la situación que el IESS tenía desde hace algunos años, es exacta a la que hoy los 10 veedores que hacen sus denuncias sobre la institución denuncian y que han sido publicitadas ratificando que su administración institucional si supo que hacer y la ha convertido durante los años pasados un foco de despilfarro, corrupción, agencia de empleos a mansalva, bodega de medicamentos caducados, caja grande – no chica-, de muchos gobiernos, es decir, la institución ha estado al vaivén de los directores nacionales implicados y de algunas damas, una de ellas revelando ignorancia académica y atrevimiento dijo que el IESS no es de los afiliados y que pertenecía al gobierno correísta, expresión que el auto exiliado belga seguramente la festejó como lo hacía con tantos delitos que sus secuaces cometían diariamente.

El robo que decretó por el no pago de la obligación estatal de cancelar el 40% para las pensiones, según sabio refrán de nuestros abuelos era el robo al altar mayor y lo quiso disfrazar indicando que cuando haga falta, el Estado tendrá la obligación de pagar, sin refrerirse a que los estudios actuariales no se los presentaban actualizados porque ellos empezaron a gritar a los cuatro vientos que el IESS la única noble institución que les queda a los ecuatorianos, agoniza y su deceso será igual el deceso de hijos y nietos de los afiliados y, porqué no, del Estado ecuatoriano si es que no se toman las medidas duras, dolorosas que no se dicen pero que el IESS tendrá que implementar.

Eliminación de la atención médica a los menores de edad, exigir afiliación obligatoria a todos lo gremios para poder acceder a prestaciones, aumentar la edad de la jubilación y el porcentaje de aportes, recuperar las inversiones y sus intereses concedidos al Gobierno, descartar la privatización institucional que el correísmo corrupto siempre la persiguió, invertir en producción de bienes y servicios como lo hacen los bancos y empresas.

Sobre todo que el Consejo Superior sea dirigido por profesionales que saben como hacerlo y no por advenedizos dentro de los que está el representante de los afiliados que muy pocos saben quien es y en donde está.