La democracia de los modernos y los antiguos

El modelo de democracia representativa tiene sus orígenes en tres revoluciones liberales decisivas: la inglesa, la francesa y la norteamericana, en ellas se cimentarían los pilares de lo que hoy entendemos por el sistema político con más influencia y práctica en el mundo. En sus inicios, no hubo intención alguna de relacionar los conceptos de democracia y representatividad, tan así es que, la declaración de los derechos de Virginia y la posterior Constitución de los Estados Unidos, adoptada en Filadelfia, no menciona el término democracia, sino que usa el de República, para referirse a los Estados Unidos, lo que dejaría claro que los padres fundadores buscaron constituir un régimen distinto al de la democracia, uno al que llamaban gobierno representativo, pues creían que el modelo de gobierno representativo, era un sistema superior al de la democracia, que superaba las pasiones desordenas del pueblo y se adecuaba de mejor manera a las sociedades comerciantes, en las que los individuos están interesados en el crecimiento económico y la generación de riqueza, por lo que confían los asuntos del gobierno a representantes que dedicaran su tiempo a la solución de los problemas públicos.

Otro elemento importante de la democracia de los modernos (representativa) que se contrapone a la de los antiguos (democracia griega), es que los representantes deben tener autonomía sobre las decisiones que toman; a través de la irrevocabilidad del mandato conferido por los representados y por la prohibición del mandato imperativo, que es contrario a lo que teóricos como Rousseau defendían.

Con la crisis de representatividad que han sufrido las sociedades occidentales, crisis que aún persiste, estamos asistiendo a un nuevo choque entre democracia de los modernos, exteriorizada en la forma de democracia participativa y democracia de los antiguos, de quienes siguen abogando por la democracia representativa, creo que el producto final va a ser muy similar al que tuvimos anteriormente de la democracia liberal, o sea, una democracia nueva que conjuga elementos de la democracia participativa pero en el marco de acción de la democracia representativa.