Se necesita -urgente- un alcalde

Ugo Stornaiolo

Que “Quito es un edén de maravillas” es verdad y lo dice la canción con la que se celebró los 484 años de fundación española. Pero también es una ciudad llena de problemas, como lo señalan quienes viven en la capital de los ecuatorianos, que ha dejado de ser una urbe planificada y que, desde hace muchos años, carece de proyectos claros de ciudad.

Tras diez años de gobiernos municipales deficitarios, el compromiso de los votantes quiteños debe ser volver a acertar para elegir un buen alcalde, como pasó hace muchos años, con personajes como Chiriboga Villagómez, Durán Ballén o Paz, entre los más notables.

Las encuestas de opinión pública revelan preocupaciones muy serias: recolección y depósito de basura, tránsito, corrupción, movilidad, pavimentación, concejales dueños de feudos, inseguridad, taxismo y transporte público, reflejando la inexistencia de un modelo de gestión, planificación y visión de largo plazo.

Una ciudad longitudinal que sigue creciendo, desordenada y anárquicamente, en los extremos norte y sur, hacia los valles y las invasiones, generando aprietos para la movilización urbana. A esto se puede añadir el desempleo, la informalidad y la imparable migración venezolana, como evidencias de la inexistencia de políticas claras.

El anterior alcalde -Barrera- haciendo trabajos en su último año de gestión, tras cuatro años en los que se asimiló a un funcionario gubernamental tramitando desembolsos ante su jefe supremo -Correa- en un modelo de centralismo estatal que minó la gestión de las ciudades. El actual, Rodas, convertido en jefe de obras, explicando lo que hace, pero tan descoordinadamente que lo que puede ser una solución (espacios verdes o parques) se anula por la falta de agua potable en algunos barrios, los cortes de luz o un servicio ineficiente de recolección de basura. Su insignia, el sistema del metro, lo inaugurará su sucesor.

La responsabilidad vuelve a los votantes. Existen tantos aspirantes que lo más probable es que muchos de esos candidatos solo usen la Alcaldía como plataforma para hacerse conocer, antes que pensar en un verdadero proyecto de ciudad.

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