Gazapos

Ángel Polibio Chaves

El diccionario los define como “yerro del que escribe o habla” y quizás debió agregar: “ sin intención dañosa”, pues así los hemos tomado siempre: como un simple desliz. Hace pocos días, un diario daba razón en una columna socio cultural de un evento organizado por el Instituto de Cultura “Prehispánica” cuando lo que correspondía era “Hispánica”, pequeño desliz que fue recibido en la entidad con una alta dosis de humor, y que me recordó un gazapo en el que incurrió un diario nacional a propósito de una comisión que debía cumplir como representante del Congreso Nacional ante la UNIÓN INTERPARLAMENTARIA MUNDIAL; el dato daba noticia de nuestra concurrencia a una cita INTERPLANETARIA.

A mi retorno, mi esposa regocijada me inquiría noticias sobre tan extraordinario evento; imaginábase cómo era el encuentro: con seres verdes de un solo ojo y cabeza puntiaguda; otros, absolutamente invisibles y que se identificaban a través de destellos eléctricos; otros, metálicos y de voz grave, en fin, todos reunidos bajo un enorme domo de cristal, tratando de descifrar por telepatía los mensajes, entre ellos, de ese ser extraño con una gigantesca escafandra conectada con múltiples cables y tubos a unos aditamentos y tanques colocados en su espalda, todo ello claro está, bajo la presidencia de la mamá de Supermán, pues obviamente en ese entorno ya se habría superado el machismo imperante en la Tierra que entonces impedía, no como ahora, queuna mujer condujera los debates de la cita.

Tiempos aquellos en los que un gazapo lo tomábamos como eso, como un simple yerro. Por desgracia, ahora tenemos noticias que quisiéramos fuesen gazapos auténticos; penosamente, no son yerros de quien los escribe, sino expresiones de funcionarios y exfuncionarios que sin rubor, son capaces de pretender que “sus” verdades, las tomemos como “verdades verdaderas”.