Varias actividades le han dado a Marcela Camacho una perspectiva del trabajo cultural local.
Marcela Camacho, cineasta documentalista de Ambato, hace dos años tomó la decisión de convertirse en gestora cultural, iniciativa que surgió a causa de experiencias negativas que tuvo que enfrentar en su camino y desarrollo como artista.
Falta de inversión pública y rivalidad entre artistas locales la llevaron a cambiar su perspectiva sobre la manera en cómo se gestiona la cultura. “Los artistas debemos empezar a cambiar la cultura desde nuestras propias vivencias y nuestros pensamientos profesionales”, afirma Camacho.
Su vida
Desde su infancia la joven artista supo que su vocación era el arte, a diferencia de otros niños, contó con el apoyo de sus padres y este fue para ella un determinante en su carrera. “Hay dos barreras que los artistas enfrentamos en la actualidad; una es el respaldo de los padres a temprana edad y la otra cuando el artista crece, es la percepción errónea de la sociedad sobre el arte, al verlo como un hobby, en lugar de una profesión”, cuenta Camacho.
“Una persona entiende cuando empieza a ver cosas que le hacen reflexionar, y el arte hace reflexionar”, comenta Marcela al hablar de la poca inversión que el gobierno realiza para la cultura local.
Al hablar sobre la realidad cultural de Ambato, Camacho hace hincapié en el desinterés por parte de entidades públicas, que en lugar de facilitar la gestión de artistas locales se centran únicamente en sus intereses.
“Es necesario llamar la atención a las autoridades que en ocasiones organizan eventos efímeros, que no aportan al desarrollo local, trayendo consigo artistas conformistas que no trascienden en sus propuestas y se conforman con un sueldo”, enfatiza.
La gestora habla sobre el reconocimiento que Ambato ha tenido como ciudad cultural, pero también reflexiona sobre lo que a su parecer es un estancamiento en ideas preconcebidas, dejando a un lado la constante evolución de las expresiones artísticas.
“El arte es creativo y la creatividad tiene su trascendencia y su evolución”, afirma Camacho, quien también comenta “me han dicho, la gente no va a venir, está muy caro, la gente no consume, la realidad de la ciudad es otra, pero un artista siempre tendrá esa chispa para mantener al espectador con ansias de volver a ver una nueva puesta en escena”, finaliza. (Casa de la Cultura Núcleo de Tungurahua)