De uno a uno se sumaron la mañana de ayer en la Casa del Portal de Ambato, las personas que durante 19 años se convirtieron en los vigías del volcán Tungurahua, su función era mantenerse alerta ante cualquier actividad anormal del coloso.
Esta vez estos ‘héroes anónimos’ no se reunieron para planificar sus reacciones frente a una emergencia, sino para recibir un reconocimiento por la labor que han venido cumpliendo motivados únicamente por el bienestar común de su gente.
El reconocimiento fue entregado por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, a través de la Coordinación zonal 3. Los vigías voluntarios llegaron desde Baños, Pelileo, Penipe y Guano.
Situación
Walter Vayas, quien se convirtió en los ‘ojos’ de Cusúa, manifestó que desde que empezaron con la labor de vigías se han enfrentado a un sin número de dificultades, entre ellas los problemas con los equipos de comunicación que les fueron entregados para que apenas sientan algún comportamiento anormal dieran aviso y así los organismos de primera respuesta coordinen acciones.
“Las radios que nos dieron están en malas condiciones, pero así nos hemos ingeniado para coordinar entre todos y mantenernos a salvo”, dijo, Vayas, además recordó el 16 de agosto del 2006, fecha en la que se dio la erupción más fuerte del volcán.
“Ese día tuvimos que abandonar las casa y estábamos en la calle sin nada de comer”, recordó. Este grupo humano no recibe ninguna retribución económica y según afirmaron sus integrantes tampoco han sido capacitados, pero anualmente se reúnen para motivarse entre ellos y estar listos ante cualquier emergencia.
Dentro del grupo de vigías está Carlos Sánchez, quien es bombero en servicio pasivo y desde 1999 está dedicado a observar a la ‘mama’, a sus 76 años manifiesta que pese a que se bajó la alerta del coloso, ellos no se confían.
“Según la información de los vulcanólogos se dice que está taponado el cráter, pero yo tengo muchas dudas porque hay movimientos sísmicos que se registran en los sensores y esperamos que la naturaleza no nos coja descuidados”, dijo.
Autoridad
Patricia Larrea, coordinadora zonal 3 de la Gestión de Riesgos, explicó que el convocar a los vigías en Ambato tuvo como objetivo también retomar las acciones que se llevaban con ellos para fortalecerlos y que puedan así convertirse en formadores.
“Ellos reconocen los sonidos y bramidos del volcán y estas experiencias podrían ser transmitidas a vigías que se encarguen en cambio de vigilar al Cotopaxi”, señaló. Larrea explicó que las capacitaciones en la vecina provincia empezarían en noviembre.
En cuanto a los recursos para mejorar la situación de los vigías expuso que la propuesta está en análisis y esperan que a partir de la reunión mantenida se establezcan mecanismos para atender las necesidades. (MR)
Necesitamos que las autoridades nos ayuden, nos sentimos desprotegidos en cierta parte”.
Walter Vayas, vigía Cusúa.
Sentimos poco respaldo, lo que pasamos fue muy duro y no recibimos mayor apoyo”.
Juana Merino, vigía Penipe.
Se bajó la alerta del volcán, pero no nos confiamos y nos mantenemos atentos”.
Carlos Sanchez, vigía Baños.
EL DATO
15 vigías de Tungurahua y 25 de Chimborazo están alerta de la actividad del volcán y desastres naturales.