Esa estupidez política

Carentes de investigaciones serias y usuarios de reflexiones desenfadadas, así deambulan por la escena política ecuatoriana no pocas figuras que dicen defender alguna ideología y, en casi todos los casos, los “altos intereses de la Patria”. De todos ellos, unos dan la cara y otros se mantienen en las sombras siguiendo una estrategia que les permita “pescar a río revuelto”. Asociarse con estos individuos constituye un craso error.

Estos comediantes o ‘cuasi’ comediantes perjudican a los demás y se benefician a sí mismos gracias al desconcierto que generan entre la opinión pública. Aunque algunos lesionan a los demás y a sí mismos. Ambas conductas son propias de quienes ejercen sin reparos la más ramplona y hasta grosera de las estupideces políticas de las que se tengan noticias.

La estupidez que se va develando abunda en nuestra política, en la economía, en la justicia y en las más elementales relaciones sociales de nuestros días. Es necesario denunciarla y trabajar en firme para cortarla de raíz. Mientras prevalezca, cualquier intento por adecentar la manera de hacer política en Ecuador desembocará en el fracaso. Así ha sucedido, por desgracia, en nuestra historia.

Tanta estupidez política no generaba cambio alguno, al contrario, forjaba un verdadero campo minado moral. El proceso de “vuelta a la democracia” tiene que, entre tantas tareas urgentes por acometer, desenmascararlos. Quienes trabajan sinceramente por el bien común y quieren erigir instituciones democráticas sólidas no deben subestimar la situación de caos a la que se quiere conducir al país.


La mentira es una manera de crear caos y confusión”. David Lagercrantz Periodista sueco (1962)

Cuanto más te disfraces más te parecerás a ti mismo”. José Saramago Escritor portugués (1922-2010)