Retórica insustancial

AUTOR: Pablo Balarezo

“La democracia es el ejercicio de una negociación: Todo gobierno debe escuchar a su sociedad civil. La Sociedad Civil tiene el deber de guiar a su gobierno, hacer sentir su poder y su mandato y fiscalizar su rectitud”. Arrogancia, delirio de grandeza, instruyeron con ligereza, abuso, inobservancia académica, corrupción, arbitrariedad, conflicto cerebral produciendo agresiones de “honorables asambleístas” en un escenario de diálogo, debate con respeto, y, a vista y paciencia de sus compañeros de bancada, la violación a los derechos de la libre expresión. «El conflicto perpetuo, no es entre el bien y el mal, sino, entre el conocimiento y la ignorancia”. (Buda). Y, si a esto se suma: El ataque de hombres a mujeres, y, muchas de ellas, festejando las agresiones contra la mujer, además de desmentir lo sucedido, definitivamente, la degradación humana ha llegado a extremos incalificables. Si los asambleístas aun teniendo la obligación y responsabilidad de fiscalizar, no lo hacen, la farsa, la corrupción se ha entronizado en quienes debe resplandecer la honorabilidad. Si bien el yo es el principio de la realidad, y autocuidado del ego, que tiene la capacidad de influir en las decisiones humanas, las mismas que, llevan inclusive a ser sus esclavos. Claro que, el ego en mucho representa a nuestro yo, pero, la responsabilidad de sus desaciertos inflige sanciones, que determinan el destino. La hojarasca retórica no define la forma de proceder de los gobiernos y grupos políticos, ambivalencia atrapada en el fanatismo dogmático no evalúa la terrible situación económica, social, política del país, escenario que, ha dejado como maldita herencia el socialismo del siglo XXI con su mal llamada revolución ciudadana. Lógica, honradez están confinadas en la insensatez.